En este experimento se demuestra cómo el aire que espiramos contiene más dióxido de carbono que el que inspiramos, resultado de la respiración celular. Para ello contamos con dos recipientes transparentes que contendrán agua con cal. En el primero de ellos se inserta un tubo que se sumergirá en la mezcla de agua con cal y otro que quedará por encima de ésta, que será por el que inspire el aire el participante. En el otro recipiente se insertará, dentro de la mezcla, el tubo por el que se espirará, de este modo el aire espirado pasará a través de la mezcla de agua y cal produciéndose la reacción química por el paso de dióxido de carbono. Así el visitante comprobará la diferente reacción de cada recipiente en función de la cantidad de dióxido de carbono que ha pasado por el agua con cal, siendo otro dato para valorar la eficiencia respiratoria.

Tras una previa explicación de nuestros alumnos del contenido de esta actividad y exposición de los procesos físico-químicos de la respiración, los participantes comprobarán de forma activa el resultado del intercambio gaseoso. Se parte de la Instrucción Directa, para optimizar el tiempo y los recursos disponibles.