Muere el padre de Gaia

Las aportaciones que James Lovelock ha hecho en muy distintos campos de la ciencia son innombrables. La fama se la dio el detector de captura de electrones capaz de medir muy bajas concentraciones de residuos de pesticidas, el PCB (bifenilos policlorados) del medio ambiente o la concentración de compuestos clorofluorocarbonados en la atmósfera, responsables de la destrucción de la capa de ozono que nos protege de la radiación...

Las aportaciones que James Lovelock ha hecho en muy distintos campos de la ciencia son innombrables. Sin ir más lejos el microondas, y no para calentar el café con leche de la mañana, sino para descongelar cuerpos de animales de manera eficiente, tema en el que trabajó en el Instituto Nacional de Investigaciones Médicas de Londres en su juventud. En realidad, la fama se la dio el detector de captura de electrones capaz de medir muy bajas concentraciones de residuos de pesticidas, el PCB (bifenilos policlorados) del medio ambiente o la concentración de compuestos clorofluorocarbonados en la atmósfera, responsables de la destrucción de la capa de ozono que nos protege de la radiación.

Menos conocida es su época de profesor de química en la Baylor University (USA), lo que le permitió colaborar con la NASA en el diseño de instrumentos para la detección de gases minoritarios en futuras expediciones espaciales. Precisamente se debe a esa época la idea de descartar la posibilidad de vida en planetas como Venus o Marte, debido a sus atmósferas en equilibrio químico, a diferencia de la Tierra en la que la vida es capaz de producir gases químicamente incompatibles, como el metano y el oxígeno. De hecho, esa fue la simiente de la hipótesis Gaia, hoy en día promocionada a teoría, por la que la vida es capaz de promover las condiciones más favorables para su existencia. Para ello requirió de la inestimable colaboración de la joven profesora Lynn Margulis, que gracias a sus profundos conocimientos de microbiología les permitió acuñar los conceptos fundamentales de la hipótesis, publicada en 1974 en la revista Tellus.

El nuevo concepto fue acogido con escepticismo por el establishment científico de la época, pero lentamente fue permeando y, aunque carece de una adecuada demostración, hoy en día las nociones de ecofisiología ya se aplican para intentar explicar el comportamiento global del planeta, no sorprendiéndonos conceptos como calentamiento global, que hace solamente unos años eran difíciles de comprender.

Fue un científico díscolo porque no apreciaba demasiado a la academia y a los académicos, a los que conocía muy bien. Durante una época fue considerado el gurú del ecologismo, pero su decidido apoyo a las centrales nucleares como la única solución viable contra el cambio climático le bajó del pedestal. Una parte importante de su producción científica (más de 80 artículos en Nature y Science, muchos de ellos como único autor) la hizo en su casa, una vez consiguió su independencia económica gracias al detector de captura de electrones, y sin apoyo institucional.

Según comenta Ricardo Amils, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, es una ignominia que no se le concediera el premio Nobel por sus importantes aportaciones científico-técnicas que nos están permitiendo ver el mundo de otra manera. Es preocupante que mentes tan preclaras como el biofísico Carl Woese, que ha revolucionado los conceptos de evolución; la bióloga Lynn Margulis, madre de la hipótesis, hoy en día demostrada, de que la endosimbiosis es el motor de la evolución; y el mismo Lovelock, no hayan sido ni siquiera considerados para dicho reconocimiento.

Finalmente, Amils sentencia: Como todo buen científico Lovelock hizo predicciones discutibles, como la ya mencionada de que no valía la pena organizar expediciones a Marte para buscar vida, ya que la ausencia de desequilibrio en su atmósfera demostraba su ausencia. Es imaginable que a la NASA no le hiciera demasiada gracia esa afirmación, ya que se hizo justamente en la época del lanzamiento de las misiones Vikingo en búsqueda de vida en Marte.

¡FELIZ AGOSTO! Nos leemos en septiembre!!!

Texto de Ricardo Amils -CBMSO (CSIC-UAM) y CAB (CSIC-INTA)-

JAL (NeuroVirología UAM)

Director de Cultura Científica del CBMSO

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DEL 29 de JULIO de 2022

ENTRE PROBETAS

Martes 21:03 h en Radio 5

ENTRE PROBETAS
Primera misión europea a Marte
05/07/2022
Se cumple el 19 cumpleaños de la misión Mars Express, la primera misión a nuestro vecino rojo ?que no comunista, que se sepa-, proyecto que contó con la participación española. De marte, misiones presentes y futuras hablamos con Ricardo Amils, investigador del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC). En mujeres de ciencia hablamos de Elizabeth Blackwell. Con más noticias y la canción del invitado terminamos el programa.

ENTRE PROBETAS (25 minutos de intensa y entretenida ciencia). Radio 5

EL LABORATORIO DE JAL (Píldoras científicas en 3 minutos). Radio 5

MARCA ESPAÑA (A CIENCIA CIERTA) Radio Exterior de España

A HOMBROS DE GIGANTES RNE

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