Genomas y Ladridos
Cómo Nuestros Compañeros Peludos Están Revolucionando la Ciencia.
En los últimos 20 años, se ha secuenciado el genoma de miles de perros, de raza, callejeros, de trabajo muy entrenados, palleiros e incluso de restos caninos muy antiguos. Además la investigación sobre la cognición y el comportamiento canino está ganando impulso.
Hace pocas décadas, muchos investigadores consideraban que el estudio de las mascotas era de segundo nivel. Hoy en día, los animales de compañía están de moda. En todo el mundo se investiga sobre los cuerpos y las mentes de perros y gatos. Se quiere aprender más sobre cómo entraron en nuestras vidas. Cómo experimentan el mundo y cómo mantenerlos vivos más tiempo.
Los perros y los gatos son interesantes para entender nuestras enfermedades. Tiene una historia larga y muy próxima a los humanos. Son susceptibles a muchas de nuestras enfermedades, desde el cáncer hasta la diabetes.
La intensa selección, especialmente en los últimos siglos, ha creado una colección asombrosamente grande de perros. Desde los Chihuahuas hasta los Gran Danés con cientos de razas, que a menudo padecen altas tasas de enfermedades.
En la década de 2000, los científicos identificaron las bases genéticas de una variedad de rasgos caninos, incluidos los rizos y las colas cortas. Identificaron mutaciones que podrían explicar por qué los Boxer blancos eran propensos a la sordera. Y descubrieron que los Corgis, los Basset hounds y los Dachshunds debían sus patas rechonchas a una aberración genética en una familia de genes que también regula el desarrollo óseo en los humanos.
En Estados Unidos, el Golden Retriever Lifetime Study, sigue a más de 3.000 perros desde 2012. Intenta identificar factores de riesgo genéticos y ambientales de cáncer, que es especialmente común en la raza. Desde 2019, el Dog Aging Project, un estudio a largo plazo sobre la salud y la longevidad, sigue a casi 50.000 perros.
Se están analizando los datos en busca de pistas sobre el cáncer de huesos, el comportamiento compulsivo y otros rasgos. Muchos rasgos de comportamiento, como la sociabilidad y la capacidad de adiestramiento están ligados a la herencia. Sin embargo, la personalidad de un perro concreto no depende solo de la raza.
La investigación sobre nuestras mascotas podría ayudar a la medicina de humana. Los perros y los gatos comparten muchos de nuestros genes y también nuestros hogares. No son un ratón de laboratorio en condiciones asépticas.
Esto los convierte en buenos indicadores para estudiar las influencias ambientales y del estilo de vida en la salud. Por ejemplo, un equipo de investigadores delproyecto sobre Golden Retriever está buscando vínculos entre los contaminantes y el linfoma. Los primeros resultados del Dog Aging Project sugieren que los perros activos tienen un menor riesgo de «demencia canina» y que vivir en un hogar que tenga otras mascotas, es bueno para su salud.
Comparten nuestro entorno de tal manera que su microbioma (bacterias presentes en un lugar concreto, como el tracto digestivo humano o la arena de la playa) se parece más al de sus dueños que al de otros perros.
Se ha publicado que pueden detectar malaria si olfatean los calcetines de alguien enfermo. Se consiguió entrenar a dos pastores alemanes para detectar sustancias químicas relacionadas con el cáncer de próstata en muestras de orina. Hay diabéticos que utilizan perros para detectar cuándo sus niveles de azúcar en sangre son peligrosamente altos o bajos. Las mascotas pueden detectar un problema antes que un monitor de glucosa. También se describió como perros entrenados podrían detectar cáncer de vejiga.
Hace varias décadas, los científicos que intentaban descifrar las mentes animales normalmente estudiaban criaturas salvajes con cerebros grandes, como grandes simios y cetáceos. O los incondicionales de laboratorio, como los roedores y las aves.
A finales de la década de 1990, se demostró que los perros interpretaban señales humanas, siguiendo con éxito gestos de señalización y miradas humanas para localizar comida escondida. En estas tareas, superaron a los lobos criados por humanos e incluso, en algunos casos, a los grandes simios.
Una encuesta realizada en 2022 encontró que los dueños de perros creían que sus compañeros peludos entendían y respondían en un rango de 15 a 215 palabras. En 2011 se publicó que después de tres años de entrenamiento intenso, un Border Collie llamado Chaser había aprendido los nombres de más de 1.000 objetos, incluidos 800 juguetes de tela, 116 pelotas y 26 frisbees.
Los perros son hábiles en tareas sociales y están muy en sintonía con las señales humanas. Pero la ciencia también sugiere que a veces los humanizamos demasiado. La “mirada de culpa” (desviando la mirada y escabulléndose de sus dueños) se deba probablemente a que responden a una reprimenda, sin sentir arrepentimiento por una fechoría.
El interés sobre la cognición de los gatos es mucho menor. Pero algunos resultados científicos sugieren que algunos gatos, tienen mucha perspicacia social, incluida la capacidad de captar las emociones humanas y seguir nuestras miradas.
¿Cómo adquieren los gatos estas habilidades? ¿Entienden las emociones humanas y siguen las señales humanas sólo si han estado expuestos a los humanos desde el principio?
Por lo general, los gatos pequeños no reciben las mismas oportunidades de socialización y entrenamiento que los cachorros de perro. Quizás esas oportunidades de enriquecimiento ayudarían a los gatos a mostrar exactamente de lo que son capaces.
La próxima vez que tu perro te mire con esos ojos de culpabilidad o tu gato siga tu mirada con curiosidad, recuerda: estamos apenas arañando la superficie de todo lo que pueden enseñarnos.
¿Cómo está contribuyendo la investigación sobre la cognición y el comportamiento canino a mejorar nuestra comprensión de las enfermedades humanas y los factores ambientales que afectan la salud?
-Regard Data Sains