En recuerdo de Antonio Martínez Naveira

Este viernes por la tarde recibía una penosa noticia, el fallecimiento del profesor Antonio Martínez Naveira, que fue Catedrático de Geometría y Topología de la Universidad de Valencia. Vayan unas líneas para recordar su figura.

Antonio Martinez Naveira nació en La Coruña, aunque su infancia transcurre en una pequeña aldea de Aranga, Churío. Antonio cursa sus primeros estudios en lo que entonces era una escuela unitaria (todos los niños bajo la atención de un único maestro o maestra). Sus estudios de bachillerato los realizó por libre, es decir, estudiaba en su pueblo pero debía examinarse en La Coruña. Fue un niño ansioso por aprender, y consiguen que pueda seguir sus estudios gratuitamente en el prestigioso Colegio Academia Galicia, en La Coruña. En 1959 obtiene, con diploma de honor, el título de bachiller superior. Había estudiado al mismo tiempo magisterio y a la vez que conseguía el título de maestro, entraba en la universidad de Santiago, en 1960. Allí se licencia en Matemáticas en 1965 y defiende su tesis doctoral en 1968, bajo la dirección del profesor Enrique Vidal Abascal (posteriormente lo hará en París VI, en 1973, ésta bajo la dirección del Prof. René Deheuvels).

Defendiendo su tesis doctoral en la Universidad de Santiago

En 1973 es nombrado Profesor Adjunto de Universidad en Santiago (donde ya daba clases como contratado) y en 1975 obtiene la plaza de Profesor Agregado de geometría V (Diferencial) de la Universidad de Granada y en 1976 la Cátedra de Valencia, por la modalidad que se llamaba de acceso.

Su trabajo de investigación se centró en varios temas en geometría diferencial: teoría de foliaciones, variedades casi-hermíticas y casi producto, estudio de esferas y tubos geodésicos. Sus publicaciones se recogen en revistas de calidad como   J. Differential Geometry, J. Reine Angew. Math, Trans. Amer. Math. Soc., Geometria Dedicata, Monatsh. Math., Comment. Math. Helv., por citar solo algunas de ellas. En cada destino en su carrera académico dejó seña de su bonhomía y su empeño en mejorar las condiciones locales. Contribuyó poderosamente a la creación de la prestigiosa escuela de geometría diferencial en su paso por Granada, e hizo lo mismo en Valencia, de donde surgieron discípulos también en Murcia. En Mathematics Genealogy Project s epuede encontrar la lista de sus hijos, nietos y bisnietos científicos, 111 en total.

En el campus de la Universidad de Santiago

Mis contactos con Antonio se produjeron cuado cursé mi licenciatura de Matemáticas en la Universidad de Santiago, donde recibí sus clases en la asignatura de Geometría Diferencial en cuarto año. Una clase con muchos estudiantes, que se impartía en el Salón de Actos, un aula enorme en la antigua Facultad de Ciencias, ahora de Químicas. Recuerdo su precisión en las clases y su facilidad para escribir de memoria fórmulas sobre la curvatura de variedades en el encerado.

Posteriormente, compartí con él la participación en numerosos congresos de nuestra especialidad, incluidos los que organizó el mismo en Peñíscola, siguiendo la tradición de los Coloquios que Vidal Abascal había puesto en marcha en Santiago. Muchas son las anécdotas sobre Antonio que nos contamos cuando nos reunimos los que voy a llamar supervivientes del grupo de Santiago. Y vistas desde la distancia de los años, me presentan a una excelente persona, siempre motivado por el conocimiento y el desarrollo de su disciplina en nuestro país.

En 1996 recibí una llamada de mi amiga y colega Marisa Fernández, ya en la Universidad del País Vasco. Habían comentado ella y Antonio con el profesor André Lichnerowicz la tristeza de ver desaparecida la Real Sociedad Matemática Española. Lichnerowicz les animó a crear una nueva en geometría diferencial, y de ahí la llamada de mi colega. Las cosas fueron mejor de lo esperado y en una reunión en la sede del CSIC en Madrid conseguimos que el entonces presidente de la RSME presentara su dimisión y dejara el camino expedito para la refundación de la sociedad. Constituimos una Comisión Gestora presidida por Antonio Martínez Naveira, conmigo de Vicepresidente, Marisa Fernández como Tesorera y Salvador Segura Gomis como Secretario. Y nos pusimos a trabajar. Tras la aprobación de unos nuevos estatutos, se constituyó la primera Junta de Gobierno con Antonio como Presidente. Durante el periodo de la gestora y después en su mandato, pude constatar su gran entrega a la tarea (tenía colgado un mapa donde iba pinchando las ciudades y pueblos donde se iban apuntando nuevos socios, y si te encontrabas con Antonio en algún lugar, era frecuente que salieras con el carnet de socio). Lo que trajo aquella refundación es bien conocido por todos.

Desde hace ya unos cuantos años, compartí numerosas reuniones con él en la Real Academia de Ciencias, de la que era académico correspondiente, y siempre pude constatar que no había cambiado ni un ápice su entusiasmo por las matemáticas.

Descansa en paz, Antonio, siempre te recordaremos.

______

Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, Real Academia Galega de Ciencias).

Compartir:

Deja un comentario