Adiós al diablo de los números

Ayer nos llegó la noticia del fallecimiento de Hans Magnus Enzensberger, poeta y ensayista alemán, por el que los matemáticos profesamos admiración especial tras su obra El diablo de los números, un referente en la divulgación matemática.

Hans Magnus Enzensberger nació en Kaufbeuren, el 11 de noviembre de 1929, y falleció a los 93 años de edad en Múnich, el pasado 24 de noviembre de 2022. Enzensberger estudió literatura y filosofía en las universidades de Erlangen, Friburgo y Hamburgo, y en la Sorbona de París, y se doctoró en 1955. Se integró en el llamado Grupo 47, institución con una gran influencia cultural en la posguerra alemana. Vivió en muchos países, Noruega, Italia, Estados Unidos, México y Cuba, y ya en los últimos años en Alemania.

En El diablo de los números, Robert es un niño que sufre de ansiedad matemática, disciplina que no entiende y que le ocasiona un enorme aburrimiento.  Pero una noche, en sus sueños aparece un pequeño demonio, el Diablo de los Números. A lo largo de doce sueños, el Diablo de los Números enseña a Robert principios matemáticos. En la primera noche, el Diablo de los Números se le aparece a Robert en un mundo de gran tamaño y le presenta el número uno. La noche siguiente, el Diablo de los Números aparece en un bosque de árboles con forma de «unos» y le explica la necesidad del número cero, los números negativos, y le presenta el salto, un término ficticio para describir la exponenciación. En la tercera noche, el Diablo de los Números lleva a Robert a una cueva y le revela cómo los números primadonna (números primos) sólo pueden dividirse por sí mismos y por uno. En la cuarta noche, el Diablo de los Números le enseña a Robert sobre los nabos, otro término ficticio para describir las raíces cuadradas. Y así, de esta manera, Robert (y los lectores del libro) va entendiendo la maravilla de las matemáticas.

Este libro tiene su origen en Theresia, la hija de once años de Enzensberger. Como estaba descontento con la forma en que se enseñaban las matemáticas a los alumnos en la escuela, decidió escribir un libro que enseñara las matemáticas de forma innovadora. Es interesante saber que Enzensberger se ganó un lugar entre las matemáticas más ilustres, ya que pronunció una conferencia sobre matemáticas y cultura, «Zugbrücke außer Betrieb, oder die Mathematik im Jenseits der Kultur-eine Außenansicht» («Puente levadizo fuera de servicio, o las matemáticas fuera de la cultura – una visión desde fuera»), en el programa para el público general del Congreso Internacional de Matemáticos de Berlín en 1998.

Es bueno también recordar aquí la extensa reseña que se publicó en los Notices of the American Mathematical Society, a cargo de Deborah Loewenberg Ball y Hyman Bass. 

Pero Enzensberger es mucho más que esto, y en Matemáticas y sus fronteras nos hemos hecho eco de algunos de sus libros más conectados con las matemáticas, como los reseñados en Sobre la inteligencia, con un elogio a la estupidez  o en  Hoy hablamos de dinero. 

La recomendación, como mejor homenaje al autor, es leer alguno de los libros que escribió, nunca defraudan, si vale mi consejo personal.