En busca del gen del emprendedor

Tengo en mis manos un libro titulado: “Las 185 Ayudas para Emprendedores. Guía para montar tu empresa”. Es solamente uno de tantos que se vienen publicando sobre emprendedores. También hace unos días participé en un Focus Groups sobre el contenido de los cursos dirigidos a ellos. Debo reconocer que ante tantos cursos, premios, debates , informes, Webs , jornadas para favorecer el emprendimiento; incluso dirigido a niños, estudiantes, pasando por universitarios, y todo tipo de personas, me genera un cierto desconcierto. He recordado un post que escribí el 13 de mayo de 2009 ¿El gen de la sostenibilidad? Un debate abierto. He vuelto a plantearme si existirá también un gen para ser emprendedor.

Esta idea de buscar en la genética el por qué hay personas emprendedoras y otras no, y en un país como España en el que faltan emprendedores, vuelve a reabrir el debate si el emprendedor ¿nace o se hace? Descodificar el ADN del emprendedor . En este informe de Ernest & Young  encontramos diversas aproximaciones. En él se afirma que los líderes emprendedores se hacen, no nacen. El concepto del líder emprendedor joven y dinámico que inicia un proyecto recién egresado de la universidad es una realidad que persiste. Sin embargo, aunque muchos comienzan a una edad razonablemente temprana, la experiencia que obtienen a través de su educación y del tiempo que invierten en un entorno corporativo más tradicional es vital para su éxito en el futuro. En efecto, más de la mitad de los encuestados se describieron como emprendedores “cambiados”; es decir, ya tuvieron un empleo tradicional antes de aventurarse por su cuenta.

Paralelamente también este estudio señala que los emprendedores comparten características en común. Así, puede ser cierto, que los emprendedores no nacen. Sin embargo, la investigación arrojó que los emprendedores generalmente muestran una combinación común de comportamientos y actitudes. En la parte central de este modelo se encuentra un fuerte control interno; es decir, una creencia de que los sucesos son el resultado directo de las acciones o comportamientos propios de una persona. Esto se complementa por una mentalidad que ve oportunidades donde otros ven problemas, junto con una aceptación de un riesgo calculado y tolerancia al fracaso.

Modelo del ADN del emprendedor

Frente a este análisis, Scott Shane profesor de Entrepreneurial Studies (estudios emprendedores) en Case Western Reserve University, Cleveland, (Ohio, EE.UU), y escritor sobre temas de emprendimiento, innovación y administración, etc., cree que una de las razones por las que alguien se vuelve emprendedor es que sus genes influyen en la decisión de comenzar un negocio. Y no en sentido figurado, sino científicamente.

“Por más de cinco años he investigado, junto con colegas de King’s College de Londres y la Universidad de Chipre, cómo los genes afectan el espíritu emprendedor”, explica el investigador. “A través de ciertos estudios realizados con gemelos, y más recientemente, gracias a la investigación de laboratorio de genética molecular, descubrimos que los genes inciden en la decisión de empezar un negocio, ser independiente o tener una empresa propia”.

“La investigación muestra que los mismos factores genéticos influyen en la tendencia a ver oportunidades de negocio, así como prever cuánto dinero genera un profesional independiente. Todavía no hemos podido aplicar estos resultados a nivel práctico”.

Entre estos antagonistas puntos de vista, hay un termino medio que mantiene que el emprendedor/ra tienen unos rasgos comunes. Así el Guardian Life Small Business Research Institute realizó un estudio donde participaron más de 1.100 empresas. Más que en la práctica, los resultados se centraron en las experiencias de los dueños de pequeños negocios. Los seis rasgos que destacaron fueron:

1.      Colaborativos. Saber trabajar en equipo y delegar tareas forja relaciones más fuertes y crea las oportunidades que motivaron al personal.

2. Curiosos. Los directivos constantemente buscan en distintos medios modos de mejorar su negocio, innovar, plantear preguntas y observar a sus competidores.

3. Enfocados al futuro. Estar al tanto de lo que pasa y planear con antelación son rasgos cruciales de los propietarios de negocios pequeños.

4. Autorealizados. Son la clase de personas que prefieren tener el control de su destino, más que ocupar una posición corporativa, y valoran esta libertad.

5. Expertos en tecnología.  Los dueños de negocios adjudican valor a estar a la vanguardia tecnológica porque saben que ésta puede hacer su empresa más eficiente.

6. Orientados a la acción. Los motiva diferenciarse de la competencia, mientras que la adversidad les hace trabajar más duro.

En definitiva, el debate continúa. Me gustaría pensar que, a través del Proyecto Genoma Humano, un día encontremos el gen para ser emprendedor/ra, lo codifiquemos y replicaremos, y en consecuencia todos seremos emprendedores/ras. Si esto es una fantasía o será una realidad solamente el tiempo lo dirá.

Inspirándome en James Watson padre de la doble hélice del ADN, siempre hemos pensando que nuestro futuro emprendedor estaba basado en el desarrollo de un brillante proyecto surgido de una idea innovadora. Ahora debemos preguntarnos si también se encuentra en nuestros genes”.

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4 comentarios

  1. Todo indica que la herencia más lo adquirido del entorno durante el crecimiento y desarrollo personal, hacen que una persona pueda mostrar más fácilmente que otras ciertas capacidades, como en este caso emprender y tener éxito.

  2. Estupendo artículo Carmen, es fascinante el mundo que nos espera lleno de grandes retos que espero que el ser humano esté a la altura de resolverlos con éxito.
    Pero en cuanto a codificar o mejor dicho descodificar, y replicar o configurar el genoma humano para con el fin de que todos seamos emprendedores, permíteme que discrepe. Adaptar el genoma humano está bien siempre y cuando sea para evitar o curar enfermedades manifiestas y nada más.
    Gracias.

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