Mientras nuestros políticos siguen vociferando una y otra vez la cacareada sustentabilidad, o peor aún, lo de desarrollo sostenible, el planeta sigue clamando desesperadamente  que sufre una grave enfermedad a causa de una economía a todas luces insustentables. Hoy que se celebra el “Día mundial del Agua” (¿Qué hay que celebrar?) vamos a mostrar como la anatomía de Gaia muestra síntomas incontestables de su prolongada agonía. Bastará con un ejemplo: su sistema cardiovascular: Las cuencas fluviales o redes de drenaje.

 

 

El sistema Vascular de Gaia.

Las cuencas de drenaje de Galicia

 

A mi me parece que los políticos están comenzando la moda de celebrar los resultados de su nefasta defensa de una economía de mercado que les beneficia a ellos y unos pocos más, empero que perjudica a la inmensa mayoría de los mortales y el medio ambiente. En este  post utilizaremos varias metáforas vitalistas. No son de mi gusto, ya lo he explicado en otros post. Sin embargo, quizás sea la mejor manera de divulgar, tanto al ciudadano corriente, como a los más jóvenes, algunos de los serios síndromes que sufre Gaia. 

 

El ciclo hidrológico y la morfología del sistema vascular de Gaia atesoran sorprendentes semejanzas. El corazón bombea la sangre que por las arterias abastece a todo el cuerpo de materiales indispensables para su supervivencia. Es cierto que otro sistema de iguales características retorna por las venas al corazón. Por su parte la atmósfera recoge de los  océanos en agua que riega y fertiliza las tierras emergidas. Una vez realizado tal trabajo retornan a su origen a través de las cuencas de drenaje.

 

 

 

Redes de Drenaje de Europa

Fuente: JRC (UE)

 

¿Que tienen en común las ramificaciones de nuestro sistema cardiovascular y las cuencas de drenaje? ¡Muchísimo! Ambos son sistemas de ramificación creciente, cuya geometría obedece a las mismas leyes. Se trata de lo que se denominan árboles de relleno fractal.  ¿Qué propiedades atesoran tales estructuras? Muy simple, resultan ser el sistema más rápido y eficiente de repartir un fluido (incluso también información) en un espacio concreto, a partir de un emisor/receptor. En Gaia este resulta ser la hidrosfera marina (el conjunto de todos los océanos, exiguamente ayudado por los grandes lagos continentales), mientras que en ser humano el corazón ayudado por la oxigenación que le otorga la sangre venosa al transcurrir por los pulmones. La única diferencia sustancial y sin estirar demasiado la metáfora, consiste en que en el cuerpo humano existen dos sistemas de circulación cardiovascular de ramificación fractal (soslayando el bronquial, que también atesora la misma estructura), como lo son el arterial y el venoso, mientas que en el Planeta los océanos, la evaporación del agua hacia la atmósfera sustituye al primero. En cualquier caso, la manera más rápida y eficiente de retornar un líquido a su emisor/receptor resulta ser exactamente la misma usa geometría que hemos mentado.

 

Pues bien, los cauces fluviales se encuentran envenenados por la contaminación, su circulación interrumpida por numerosas presas (con vistas al riego y generación eléctrica). No es infrecuente que estas regulaciones interrumpan no solo lo que convenimos en denominar caudales ecológicos (mínimo volumen de agua necesario para que el río y sus lechos o márgenes puedan realizar sus “funciones”), sino que los dejan completamente secos por temporadas, destruyendo su estructura y “función”. Algo así generaría un shock hipovolémico en el cuerpo humano. Como ya comentamos en un post anterior, el hombre está alterando la circulación del ciclo hidrológico. La proporción de agua que actualmente llega al mar es mucho menor que la que se generaba de forma natural. Y este hecho tiene dos consecuencias nefastas. Por un lado, impide arrastrar los materiales (y en parte nutrientes) que antes construían los deltas y marismas. En los primeros, se desarrollaban suelos muy fértiles de los que aún viven decenas de millones de personas, que ahora retroceden como consecuencia de la erosión costera, perdiéndose terreno día a día. Por otro, el escaso o nulo caudal produce que el “liquido” que circula por ellos consista en aguas residuales, y/o eutrofizadas es decir sangre envenenada que en un cuerpo humano podría inducir o una enfermedad seria o la propia muerte.

 

 

 

Mapa Mundial de países deficitarios en Agua

Fuente: Weblog en Agua

 

Gran parte de la población mundial, en numerosos países, sufre el susodicho envenenamiento, ya sea por estas hediondas aguas corrientes, o por la también contaminada de los acuíferos. Con independencia de los numerosos países (y cientos de millones de personas) que sufren escasez de agua, en otros que la tienen en abundancia, como muchos de Latinoamérica (ver el siguiente informe por países), también sus habitantes enferman o mueren envenenadas en pro del progreso (no hablemos ya del drama de la India y China, por muy florecientes que sean sus economías).  Tanto la OMS como la ONU, reconocen que la falta de agua potable se ha convertido en el primer factor de morbilidad y mortalidad de la población mundial. Gaia pues pasa factura. Somos parte de ella, pero desean que vivamos de espaldas a la misma. Y aquí tenemos los resultados.

 

Del mismo modo, los ecosistemas terrestres también sufren las consecuencias. En muchos países como España, la rica flora y fauna asociada a los cauces fluviales desaparece. Comienzan a abundar los ríos moribundos. La frondosa vegetación (ripisilvas o bosques en galería) que acompañaba a tales cursos de vida son hoy paisajes de muerte, en donde hasta los márgenes son erosionados y se impide en general la labor de filtro que realizaba el conjunto del sistema fluvial. Los suelos que bordean estos suelen a su vez padecer una alta contaminación. Las cadenas tróficas se alteran hasta poner en riesgo la supervivencia de los bosques en muchos lugares, como mentamos al hablar de la importancia de los salmones en la fertilidad de los suelos de la Taiga. Y podríamos seguir hablando y hablando del tema hasta la saciedad. Pero es suficiente por hoy. ¿De que sustentabilidad me hablan? ¿Qué hay que celebrar hoy? ¿Un funeral? ¡Pues vistámonos de luto! Pero no: los mismos responsables que permiten tales desmanes contra la naturaleza y la humanidad hoy lanzan su voz para advertirnos de la importancia del ya denominado oro azul. Los que nos incitan a consumir sin freno, a utilizar agroquímicos sin freno, nos advierten de sus desmanes, pero no se dan por aludidos, como si no fueran los responsables. ¿De quien es la culpa entonces?

 

En España, deficitaria en agua y con sequías recurrentes, el desenfreno en su despilfarro de agua es una moda (regadías ilegales, consumo exagerado, reciclado deficitario y ahora los campos de golf que crecen como las setas en otoño). Por su parte, en Latinoamérica, la inmoral “deslocalización” de las empresas contaminantes de los países industrializados que llevan allí sus “caramelos envenenados”, bajo el lema ¡contaminemos nosotros y que se envenenen ellos!, genera gravísimos problemas de salud por envenenamiento (y transmisión de enfermedades) al contaminar el agua limpia y abundante que debía disfrutar el paisano. Y mientras tanto, los océanos y su biota también comienzan a manifestar síntomas de envenenamiento. El Corazón de Gaia también está maltrecho.

 

Esto es lo que nuestro políticos denominan desarrollo sostenible cuando sonríen hipócritamente delante de las cámaras de TV.  Miren ustedes en esta noticia como algunos solo ven en el agua un negocio de futuro más que próspero. ¡Lamentable!. Y me callo, ya que si continuo (….)     

 

Juan José Ibáñez

Para mi amigo Régulo

Amante del vocabulario vitalista

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9 comentarios

  1. Juanjo, gracias por el honor. Si hay un aspecto que hace los únicos y me da envidia de la buena, en la personalidad de los artistas, es que su creatividad solo esta limitada por la ética. Esa capacidad innata que nuestro sistema educatrativo casi ha logrado bloquear, es la solución a la inmensa mayoria de nuestros retos.

  2. Muy interesante la nota, estoy recopilando información sobre problemas ambientales

    para la elaboración de textos escolares, asi que si no hay inconveniente quisiera autorización para utilizar la información en estos textos que son para los tres ultimos años de educación básica. Desde ya agradezco mucho. Adios Lorgia.

  3. Lorgia,

    Será un placer que utilices toda el material que necesites. Cuidado con la procedencia de las fotos, ya que muchas no son mías y viene el enlace a pie de foto.

    Por lo que respecta a mí tan solo solicito o requiero que el nombre y la dirección de la weblog aparezca en algún lado. Lo lógico en libros escolares es ponerlo en agradecimientos o fuentes (basta con el título y dirección mail de la weblog). ¿Te parece bien?.

    Un cordial saludo

    Juanjo Ibáñez

  4. hola quisiera que me ayudara sobre el sistema cardiovascular de humano se lo agradeseria………….lo felicito por su reporte., mucha suerte,,,,,,,, y mucha bendiciones….

  5. […] paisajes, antaño usados para la agricultura. Del mismo modo, los vertidos de ciudades e industrias envenenen estas arterias vitales para el sistema vascular de Gaia. Tan solo hemos citado algunas de las amenazas, existiendo otras muchas. Su mal uso puede […]

  6. […]  Ya que el sistema climático no deja de ser, tal como lo entendemos y a menudo estudiamos, más que el propio sistema biogeosférico, cualquier actividad del hombre que altere la superficie terrestre y su biota, afecta como corolario al clima. Y así, ciertos investigadores a provechan el más mínimo resquicio y/o hueco entre los granos de arena, aun no visitado en su relación con el clima, para advertirnos que se ha soslayado, esto, aquello y lo de más allá, siendo ¡graviiiisimo!. ¡Es que no acertamos nunca!. ¡Siempre se nos olvida algo!. ¡Los científicos somos un desastre! Y este es el caso de la noticia que os ofrecemos hoy. De todos es conocido que las presas son trampas de suelos y sedimentos erosionados cabeceras arriba, al margen de las aguas que trascurren por sus cuencas de drenaje, a menudo contaminadas. Estos muros ecológicos alteran la dinámica fluvial de diversas maneras, como se muestra en una segunda noticia, expuesta tras la primera, y que os he traducido del suajili al español castellano, si bien ya la han traducido otros mejor que yo (ver al final del post). Y así se modifican todos los suelos y sistemas superficiales terrestres aguas abajo, y especialmente en la desembocadura de los ríos en los que el balance entre la erosión costera inducida por las aguas marinas y aporte de sedimentos se mantiene en un equilibrio metaestable. Por ejemplo, los deltas (tierras muy productivas) van perdiendo extensión y muchos humedales también. Pero todo esto es tan viejo como para ser conocido por Matusalén. El único dato digno de mención, que aun ¡debe ser corroborado!, deviene de que también secuestran casi el 20% del carbono que transportan estas redes de drenaje, y que de este modo, queda atrapado por esas malditas construcciones, tan artificiales como vitales para el hombre. Lo mismo lógicamente ocurre con parte de su carga de nutrientes. Eso sí, una porción  aún desconocida de carbono será emitida directamente desde el reservorio a la atmósfera, aunque se desconoce en que cuantía. Por otro lado, al ir colmatándose o rellenándose con los materiales atrapados, los sedimentos allí almacenados, ¡muy a su pesar!, deben ser extraídos con vistas a que el volumen de almacenaje de agua mengue en la menor medida posible. Es la operación a la que denominamos dragado. De este modo, los sedimentos son expuestos de nuevo a las inclemencias de ese clima que tanto nos inquieta y parte de su carbono irá también a la atmósfera, que no al mar. Y así el dato dice algo, aunque no mucho, a pesar de la relevancia que dan los autores a una cifra por corroborar. No olvidemos que la nota de prensa no informa de la proporción del carbono que es realmente edáfico, respecto al que procede de otras fuentes, como la hojarasca, el desprendido por aguas residuales y bla, bla, bla. Más grave aún, en mi opinión, como señala la segunda noticia, es la fragmentación draconiana de un sistema que conforma necesariamente un continuo, destrozando finalmente mucho más que la dinámica natural del propio curso fluvial: gran parte del paisaje. Hace ya una década que editamos en el blog el post titulado El Sistema Cardiovascular de Gaia: La Manifestación de un Planeta Enfermo. […]

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