Científicos y Filosofía de la Ciencia: Una Asignatura Pendiente (La Ciencia Como Cultura vs. La Ciencia Como Instrumento)

En la inmensa mayoría de las universidades de que tengo conocimiento (por no decir todas) ni se explica en que consiste el método, o métodos, científicos y su fiel compañera la filosofía de la ciencia (incluiré aquí también la historia y sociología para abreviar). Sinceramente, me parece descabellado pretender ofrecer una sólida formación científica, soslayando los instrumentos conceptuales básicos en los que debe basarse todo el que hacer científico. Curiosamente, lo contrario también es cierto en las facultades de filosofía. De este modo, queda exclusivamente en manos de los humanistas (que también deben formar parte de esta comunidad de intereses, por supuesto) enseñar y saber estos temas. Y lo que es peor aun, no atisbo acto de contrición alguno. No debe por tanto extrañar que, como investigadores, seamos analfabetos a la hora de explicar temas tan básicos como en que consiste una teoría científica de otras que no lo son, en que se diferencia una teoría de una hipótesis, etc., etc. ¡Extraño (por no decir aberrante) pero cierto!. Tal hecho da lugar a discusiones bizantinas y lo que es peor, a ciertas pero serias perversiones en el que hacer científico. Así, por ejemplo, se habla de “verdad científica” o de “teorías verdaderas y falsas”, cuando en realidad, por su naturaleza intrínseca la veracidad de los asertos científicos es necesariamente efímera, ya que de no ser así la ciencia no progresaría. Justamente, esta es una de las esencias de la actividad investigadora, que la separa de otros tipos de conocimiento. De ahí su éxito a la hora de explicar el universo y hacer progresar a la humanidad (aunque debieran hacerse matizaciones a tal respecto). Empero resulta, que una parte considerable de los que nos dedicamos a estos menesteres, por esta razón nos convertimos en analfabetos en lugar de “sabios”. ¿A que viene a colación este tema? Hoy veremos como algunos de nosotros reaccionamos como bestias ante preguntas tan básicas como: ¿Cuáles son los criterios de demarcación de la teoría que usted defiende? A cabo justamente de escribir un comentario, a un post titulado “el antidarvinismo como pasión”, en un blog que versa sobre biotecnología, comandado por un investigador de uno de los centros en la materia más importantes de España. Allí podréis observar como la argumentación científica, supuestamente objetiva, deviene en demencial y casi diríase violencia verbal callejera. Podéis ver también mi primera respuesta a aquél post en este otro escrito en mi propia bitácora: ¿Y si Darwin no hubiera nacido?

Peregrinos de todo el mundo van contemplar la milagrosa

aparición de la imagen de Darwin en las paredes de una

cueva en Dayton (Tennessee). Obviamente es una broma

malintencionada de los Creacionistas


Con toda franqueza, la catarsis la inicié personalmente yo, con vistas a mostraros lo que la incultura genera. No podemos hablar de cultura científica sin conocer como se debe razonar. La ciencia tiene sus reglas, y sobre ellas se debe basar necesariamente su progreso. Cierto es que muchos prestigiosos investigadores también adolecieron de tales carencias, a pesar de lo cual pasaron a la historia. En otras palabras no resulta estrictamente necesario saber en que consiste la ciencia y su método con vistas a realizar aportaciones relevantes. Como muchos deportistas, los investigadores pueden alcanzar grandes logros, desconociendo totalmente la base de su éxito, e incluso la importancia de sus aportaciones. Ahora bien, cuando se les interpela a unos y a otros, inmediatamente uno se percata de su cultura en las materias de su competencia.

Resulta más preocupante todavía que tal falta de cultura sea mayor, conforme la ciencia adquiere un mayor protagonismo en nuestras sociedades. De este modo, el poder de la ciencia queda en manos de los que no la practican (políticos, intereses industriales, el capital), dejando de ser parta de la cultura con mayúsculas para convertirse en instrumento de una tecnología ciega, con minúsculas. También así se amplia la guerra entre las ciencias y las humanidades, justamente cuando la carencia de ética y moral esta subsumiendo a la sociedad de inicios del siglo XXI en un callejón sin salida, de no cambiar las cosas. Por un lado, el poder nos habla de que debe cerrarse la denominada guerra de las ciencias (exactas y experimentales por un lado, socioeconómicas y humanidades por otro), mientras al mismo tiempo desea que seamos meros instrumentos de la innovación y desarrollo tecnológico (ID). De ahí siempre la eterna pregunta de ¿esto para que sirve? Conocer mejor el mundo y a nosotros mismos, es parte de una cultura que dignifica al ser humano, mientras que ser semilla de ID deviene en un pragmatismo más que peligroso que deja en manos de un puñado de personas (cuyos intereses no suelen corresponder con los de la mayoría de los ciudadanos) el destino de la humanidad. Y en ello están tanto los poderes públicos como los empresariales. Urge pues revindicar la ciencia como cultura, sin soslayar su papel de instrumento, que también es necesario.

Personalmente tiene la impresión de que, incluso en las sociedades democráticas asistimos, sin percibirlo a penas, a un recorte de libertades. Justamente es esa falta de conocimiento el mayor riesgo que padecemos como ciudadanos libres. La cultura es el arma idónea, con vistas a que los hombres y mujeres podemos defender nuestras libertades, por cuanto, de no ser así, tan solo nos resta la irracional y trágica violencia, siempre dañina para muchos de nosotros.

En una sociedad cuyo progreso se basa en la ciencia y la tecnología, el conocimiento del poder de ambas por parte del ciudadano deviene en necesidad, que no en lujo. Empero si ni los propios implicados son sabedores de cómo funciona la actividad que desarrollamos, ¿como la vamos a divulgar correctamente?

Eso si, hoy por hoy, aun existen ciencias con cimientos más sólidos que otras. Este sería el caso de la física y las matemáticas, comparadas, por ejemplo con la biología. En las facultades de física, aun se enseña por ejemplo que sus dos marcos conceptuales básicos, es decir la teoría de la relatividad y la mecánica quántica son, hoy por hoy, incompatibles entre sí). Dicho de otro modo, los físicos reconocen que con los conocimientos científicos que atesoran, o Einstein estaba en lo cierto y Böhr, Schrödinger, Heisenberg equivocados, o viceversa. Por tanto surgen hipótesis que, como la teoría del todo o la de las supercuerdas, intentan solventar tal anomalía del edificio conceptual de la física. Lamentablemente no ocurre lo mismo en el ámbito de la biología, ciencia conceptualmente mucho más desarticulada, en donde para el establishment Darwin es Dios y los demás unos necios. Y que nadie ose discutirlos, ya que amparados en los que niegan la evolución, es decir los creacionistas, tachan de tal a todos aquellos que no opinan lo mismo, impidiendo cualquier debate racional y sensato. Y hablo del darvinismo por citar tan solo un caso. Así, por ejemplo, en mi ámbito de especialización, la edafología, una buena parte del establishment clama que la edafología es una ciencia aplicada. No obstante cuando les preguntas como puede existir una disciplina aplicada, sin otra básica que la nutra, suelen responder con aspavientos, sin aportar nada al discurso. Tales modos de proceder pueden calificarse de todo, menos de científicos.

Existe un grave riesgo en actitudes como las aludidas. Generar controversias entre ámbitos de la cultura humana tan dispares como la ciencia y la religión, nos lleva necesariamente a un callejón sin salida, por cuanto una versa sobre física (lo material) y la otra sobre metafísica (más allá de la ciencia). La indagación científica se sustenta en hechos, a partir de las cuales se construyen hipótesis, que de ser corroboradas por otros datos, dan lugar a teorías científicas, que con el tiempo serán nuevamente reemplazadas por otras en una espiral que necesariamente debiera ser virtuosa. Por el contrario las religiones parten de la fe de las personas, no siendo testables, corroborables, etc.

Empero todas las civilizaciones, pueblos y culturas atesoran religiones, quizás porque sean consustánciales a al espíritu humano. Incluso ateos y agnósticos, querámoslo o no, tomamos posición acerca de la trascendencia de nuestras vidas. Como científico, sostengo que el creacionismo es una aberración. Los puritanismos y fanatismos religiosos han sido una de las lacras de la humanidad que más dolor y muerte ha generado a la especie humana. Mediante ellas se manipula al pueblo con fines materiales, más que execrables. Eso si, debemos discernir entre fe, creencias y fanatismos. Las primeras son más que respetables, las segundas en absoluto. Flaco favor a la ciencia han hecho los neodarvinistas haciendo suyo en debate que concierne a toda la ciencia y al conjunto de la propia sociedad. Somos todos los que debemos separar el grano de la paja y, dar a la ciencia lo que es propio de la ciencia y a Dios lo que es de Dios (creamos en entes divinos o no). Resulta pues preocupante lo que ocurre en aquellos Estados de la EE.UU. en donde la creación por un Dios (“uno concreto” perteneciente a una “religión determinada”) se ofrece a los alumnos en pie de igualdad que la evolución biológica. No tiene lógica alguna, por cuanto es como intentar mezclar el agua con el aceite. Dos ámbitos del conocimiento humano que, mientras no se demuestre lo contrario, son inconmensurables. El hecho de que aproximadamente el 50% de los miembros del partido republicano reconozcan ser creacionistas, en el país más avanzado del mundo, en lo que a la ciencia concierne, resulta pues más que preocupante.

Sin embargo, el hecho de que los biólogos más radicales (ultradarvinistas) entren en el debate casi con los mismos modos y procedimientos, los descalifica por completo. Como ya he comentado en otros post, me preocupa seriamente que estos últimos también hablen de sacerdotes de la ciencia, dogmas centrales, “el gen de Dios”, etc. etc., comportándose como si en el fondo pretendieran desplazar a las religiones por la ciencia, de las cuales ellos se considerarían sus sumos sacerdotes (valga la rebuznancia). Del mismo modo, usando como pretexto el debate creacionista, atizan por cualquier medio a cualquiera que ose dudar de los postulados neodarvinistas. La máxima expresión de tal ira surge justamente cuando se les solicitan los criterios de demarcación del darvinismo, con vistas a corroborar si es una teoría científica o no lo es. Y eso, como ya hemos comentado en los párrafos anteriores, demuestra una falta supina de cultura de lo que es la esencia de la ciencia. Y así, adoptan el mismo comportamiento de los que tachan como irracionales. Eso sí, no responden, lo cual resulta más que sospechoso. De tener los conocimientos básicos sobre el método científico y la filosofía de la ciencia deberían entender que tales preguntas son más que lógicas, naturales y justificadas. Pero al ofenderse y no ofrecer nada a cambio, da lugar a sospechar que adolecen de la ausencia de un constructo modelo-teórico que de cuenta de la racionalidad de su teoría. Personalmente jamás he dudado de que la evolución biológica sea una realidad. Sin embargo, conforme nos distanciamos más de las ciencias duras (matemáticas y física), las teorías son paulatinamente menos neutrales, y como corolario, susceptibles de manipulación por doctrinas, intereses o creencias, aunque no sean científicas. Considerar “sacrilegio” no “comulgar” con el neodarvinismo, aun siendo evolucionista, por considerarlo incompleto (a la hora de explicar la evolución biológica) no puede ser materia delictiva si los defensores del mismo, no muestran los susodichos criterios de demarcación, o justifican su posicionamiento por alguna escuela o escuelas imperantes en la filosofía de la ciencia. Y esta es la realidad. El Blog que administra Emilio Cervantes, Biología y pensamiento ”, y su propia persona, han sido materia de continuos desprecios, por personajes “anónimos” (ni siquiera dan la cara, en la mayoría de los casos) al criticar lo que él considera las miserias del darvinismo. Ósea que los últimos tienen licencia para denostar pero los demás no.

Pues bien, hoy os mostraré hasta que punto de acaloramiento llega el debate, haciendo uso de una polémica que yo mismo he generado deliberadamente (lo reconozco) en el mencionado blog de biotecnología. No se trata de tomar postura (al msnos no lo pretendo), sino de observar como se calienta la polémica según insiste en que me ofrezcan los cacareados criterios de demarcación. Al final, el debate puede calificarse de cualquier forma, excepto de discusión desapasionada entre científicos. Debo reconocer que me irrita a la intolerancia, así como los personajes que se creen en posesión de la verdad. Dicho de otro modo, soy intolerante ante la intolerancia, de lo cual no me siento orgulloso. Sin embargo, también es cierto que, esta vez, ha sido premeditado. Efectivamente he sido agitador, con vistas a que se espetaran todas las posiciones de la forma más clara posible. Pero nadie responde a la pregunta de marras: ¿que criterios lógicos, en el contexto de los análisis metacientíficos, usan los neodarvivistas con vistas a defender que su teoría ha sido corroborada? La respuesta sería ninguno de los aceptados por las principales escuelas de la filosofía de la ciencia. Lo dicho, considero imprescindible que se imparta al menos una asignatura, que muestren a los futuros investigadores que es esa cosa que llamamos ciencia. De no ser así, nos convertiremos en un instrumento de otro tipo de intereses. De aquí la preocupación por el creciente aumento del fraude científico, y en especial, de las investigaciones subvencionadas por la farmaindustria, agroindustria, etc.

Como también podréis analizar en la categoría “Evolución” del mencionado blog, es decir de donde extraigo los comentarios que vierto a bajo de la última entrega de este culebrón, se han escrito nueve post, dando lugar a discusiones en las que aparecen desde el principio los mismos personajes de abajo y algunos más. Obviamente, una lectura de los mismos, aunque larga, resulta más que interesante con vistas a comprender mejor lo que aquí se discute. En otras palabras, que los neodarvinistas (incluido mi entrañable S. G. Gould), defienden la validez de la teoría sin atender a los criterios de demarcación que demandan los cánones científicos. Lo que abajo reproduzco, tan solo debe entenderse como un episodio más.

Finalmente, comentar que corrijo los defectos ortográficos de todos los participantes, fáciles de entender por escribirse rápidamente en un espacio sin corrector ortográfico y que, una vez editados, no pueden ser modificados.

El Agrio Debate

El antidarwinismo como pasión…

21/12/2009 14:19 por Juanjo Ibáñez

Raquel,

Ya veo que, como prometiste, aclaras más tu postura. Muy buen texto, pero malas conclusiones y dominio de la filosofía de la ciencia. Es mi modesta opinión. Te contestaré desde mi blog (Un Universo Invisible Bajo Nuestros Pies). Os lo haré saber.


Feliz Navidad
Juan José Ibáñez

El antidarwinismo como pasión…

22/12/2009 5:45 por Pilar Herrero Solans

Llevo casi toda mi vida académica oyendo estas barbaridades antidarwinistas y protransposónicas. Me han parecido siempre tan surrealistas y con tan poca sustentación que no le he prestado ninguna atención. Hoy he leído tu texto y creo que por una vez merece la pena dedicar un momento a esta discusión. Estoy de acuerdo contigo en todo. Es más, creo que eres muy prudente y no denuncias lo que yo creo que es obvio: la necesidad de algunos «científicos» de hacerse relevantes. No hay nada excluyente en el descubrimiento de la epigenética, los elementos móviles como fuente de variación genética, ni siquiera en la herencia horizontal. Todo es origen de variabilidad y desde luego objeto de selección natural, porque como Darwin decía los individuos que dejen más descendientes serán los que con más probabilidad sobrevivirán, y esos descendientes podrán haber sido objeto de todo ese «bombardeo de virus» que todo lo posibilita o no, pero al final serán los que transmitan la variación heredada y adquirida.

Muchas gracias por tu cordura.

El antidarwinismo como pasión…

24/12/2009 13:02 por Carmelo


Dejo estos links para quien se quiera informar un poquillo sobre por qué se está en contra del darwinismo:

http://video.google.es/videoplay?docid=1595667109244151205#/
http://evolucion-y-darwinismo.blogspot.com/


El antidarwinismo como pasión…

28/12/2009 9:22 por Juanjo Ibáñez

Hola Raquel. Te dejo mi réplica a tu post. Espero que tengas un feliz año nuevo.
Saludos Juanjo Ibáñez

Darvinistas, No Darvinistas y Antidarvinistas: ¿Y si Darwin No Hubiera Nacido?

El antidarwinismo como pasión…

28/12/2009 18:57 por Raquel Bello-Morales

Hola Juanjo. Dijiste que responderías a mi post. Pero responder a mi texto, significa -creo yo- decir algo sobre lo que yo he escrito, no sobre lo que no he escrito. Dices muchas cosas, que me parecen muy bien, pero que nada tienen que ver con mi texto. Hablas prácticamente todo el tiempo de cosas que ni yo he mencionado, ni creo, ni estoy necesariamente en desacuerdo.


De entre toda tu larga “respuesta”, sólo en un párrafo aludes a mi texto; en él dices:


“Vamos que “de ser la cosa como Raquel nos narra”, el que sus “supuestos contrincantes” no atesoren una teoría científica corroborada rival, da lugar a que “mutatis muntandi» el darvinismo sí lo sea. ¿¿??.Tal argumentación no solo no es conforme con la lógica formal, sino que atenta contra el sentido común.”

Querido amigo. Yo no digo que como mis “supuestos contrincantes” no atesoran una teoría científica corroborada, el darwinismo sí lo es. En ningún sitio del texto que he escrito encontrarás eso. Lo que he dicho es que los argumentos que los antidarwinistas usan contra los demás, deberían aplicarlos también a sí mismos, pero claro, no pueden, porque si se aplicasen la falsabilidad, entonces la “teoría” transposónica se les iría inmediatamente al garete. Por eso ellos aplican la falsabilidad sólo a los otros, nunca a ellos. En cualquier caso, la filosofía de la ciencia de Popper no es la Biblia, ni Popper es dios. Así que al que le guste el falsacionismo, pues estupendo, pero no lo impongáis a los demás como si fuera un dogma de fe o la medida de todas las cosas. En resumen, no comparto la filosofía popperiana, pero pido al que sí la comparte y la utiliza, que la utilice con todos por igual, no sólo cuando le conviene.


Felices fiestas.

El antidarwinismo como pasión…

28/12/2009 19:02 por Raquel Bello-Morales

Pilar:

Me parece muy interesante tu comentario. Porque cuando hablas de «la necesidad de algunos «científicos» de hacerse relevantes», creo que das en el clavo.


Un saludo

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 7:32 por Juanjo Ibáñez

Estimada Raquel,


Típica maniobra de diversión. Salirse por la tangente. Vamos que de filosofía de la ciencia no sabemos nada de nada. Dime por favor que tipo de criterios utilizas. ¿Corroborado el Darvinismo?. Dime si no te gusta Popper la razón. Cuales son los argumentos que no te gustan de Popper. Y por favor explícame bajo que criterios o escuela consideras corroborada la teoría Darviniana. Nos harías un favor a todos.


Y no digas que no te contesto. ¡Vamos como siempre!. Este debate no venía de este post, sino de otro precedente y lo sabes perfectamente. Más de lo mismo. Las teorías no se corroboran porqué sí (porque me “ape” o porque lo digo yo o los “popes” de mi disciplina), o dices las razones en un contexto filosófico (de la ciencia) o no.


No veo salida al debate, por la sencilla razón de que no estás prepara para tenerlo (lo cual no significa que seas una excelente investigadora en otros campos).


Mejor dejarlo, ¿verdad?. No merece la pena gastar ni un minuto más.


Ciao.


Lo dicho: feliz año.


Juanjo Ibáñez

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 7:48 por francisco


Querida Raquel,

me encanta tu artículo, qué le voy a hacer. Me gusta tu visión de las cosas. Adoras la crítica honesta tanto como desprecias a los prestidigitadores, esos que como el personaje de Nabokov, esperan con paciencia que sus enemigos resbalen en el brillo de su propia suficiencia. Los antidarwinistas, al igual que los antimarxistas, siempre están al acecho esperando cualquier caída, cualquier contradicción, cualquier fallo para arrojarlo a la cabeza de sus contrarios con el grito triunfante de «lo ves, ya lo decía yo». Reprochar un uso ideológico a la burguesía de las ideas que consideraba convenientes para sus intereses es desconocer toda la historia de la humanidad: el mono desnudo es conspirador e intrigante por naturaleza. Y chismoso. Pon la radio y lo comprobarás. La Historia es tan larga. Una historia de la ciencia objetiva, «desapasionada», antiideológica es esencial para fijar la situación, situación que nunca es fija ni definitiva sino cambiante y provisional hasta nuevo aviso. La metáfora de la ciencia como un edificio en permanente construcción hecho por todos con ladrillos que sustentan el conjunto me parece de gran utilidad. Lo malo es cuando un nuevo ladrillo intenta desalojar del muro a los ladrillos que no le gustan. Con esta «nueva biología» tenemos un caso más de desalojo desacomplejado de la laboriosa tarea llevada a cabo por los maestros de obras que nos precedieron. Lo demasiado nuevo suele resultar con frecuencia demasiado viejo. Sabido es que tras toda crítica radical al darwinismo en forma de enmienda a la totalidad «acaba apareciendo un crucifijo escondido en alguna parte«.


Pero cuidado con Popper, no es un tipo que se le despache fácilmente. Su pensamiento se sitúa en el campo racionalista y por tanto del progreso. Se batió no solo contra el marxismo si no también contra Strauss y la escuela de Chicago y contra cualquier idea totalizante. De hecho los ultraconservadores le impidieron el acceso. Su «criterio de demarcación» o falsación de las teorías no es nada nuevo. Es un tema constante de la Filosofía y además sin solución lógica, como demostró Gödel en el ámbito de la matemática. Pero la labor científica continua, sin dejarse arrastrar por la «falacia del todo». A quien niegue el papel del azar y la contingencia en la evolución no es lo más indicado mostrarle argumentos de autoridad, sino trabajos concretos que investigan el tema con criterios científicos como los llevados a cabo en la Un. de Michigan por Richard Lenski y colegas y citado y comentado en este blog por JAL y Alcina: ahí se hace un seguimiento concienzudo de como opera la contingencia, que se hace relevante en la evolución cuando facilita la aparición de «innovaciones clave» que tienen que ser sancionadas a posteriori por la selección natural.


Acaba de llegar mi nieta y ante esa contingencia todo se pliega y se pospone.

Besos

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 9:58 por Juanjo Ibáñez

Hola amigos:


Como siempre sin atender los argumentos de los que no piensan como vosotros. Personalmente no soy antidarvinista, sino «no darvinista» (ya lo digo en el título del post) por cuanto, en mi modesta opinión (como en la de otros muchos que «no son» antidarvinistas) se trata de una teoría con innumerables lagunas y deficiencias. Pero da igual. Ya cada uno ha dicho lo que tenía que decir. Supongo que en este blog se seguirá por los mismos derroteros, que es marear la perdiz, sin aportar lo que se les solicita, desacreditando gratuitamente a los demás sin aportar nada. Pero quien sepa de que estamos hablando y los términos de un debate sobre filosofía de la ciencia entenderán perfectamente de el que, como y porqué he escrito mi último post y los términos del debate.


PD. Quizás Raquel te gustaría, o serías más afín, a la postura de Feyerabend que defiende que la actividad científica no deja de ser como un prostíbulo (el vocablo es suyo, que no mío). Y que conste que en parte tiene razón (Feyerabend es antipoperiano), como podemos observar….. Deberé seguir explicando y denunciando en mi blog este tipo de “¿debate?”; no ¡desiderata insustancial!. Eso si Fco. Sabe un poco más de que va el tema aunque cae otra vez en la trampa de subliminalmente achacarme de creacionista. ¡Como no!, Pero, ,Fco, ¿has leido mi post?. Es meridiano que no. ¿Porqué criticas sin documentarte?. Lee el post por favor y defiende que soy creacionista, si puedes claro está.


Saludos y por mi parte ya he acabado, en tanto no se desprecie por despreciar mis opiniones. De hacerlo seguiremos perdiendo el tiempo en post insustanciales.


Saludos cordiales y por cierto soy agnóstico y no niego el papel del azar. Es que no nos enteramos.

Juanjo Ibáñez

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 10:46 por Raquel Bello-Morales

Preparadísimo y sapientísimo Juanjo:


Desde las abismales profundidades de mi ignorancia y falta de preparación de la que tú tan inteligentemente te has percatado, te pido que, haciendo un ejercicio de democratización del conocimiento, me ilumines con tu vastísimo saber y extensos conocimientos en filosofía de la ciencia, y me contestes a una cosa.


“Se ha visto que los elementos móviles, ante una agresión ambiental van a sitios concretos (hotspots). Cuando hay una gran crisis ambiental, como por ejemplo, un meteorito, ésta afecta a toda una población por igual, entonces todos los elementos móviles saltan al mismo sitio en varios individuos a la vez, con lo cual surge una población nueva” Esto lo dice uno de los tuyos. ¿Cómo ves esto compatible con la extinción del K-T? ¿La «teoría» evolutiva basada en estos supuestos, incluidos virus y demás, es falsable? Y por favor, no me cuentes rollos. Di sólo sí o no, y por qué.


Con tu tremenda preparación intelectual (que no humildad) quizá contribuyas un poco a ilustrar a los «semi-analfabetos» (como tú dices) que osan hablar de disciplinas que sólo están al alcance de las mentes grandiosas y clarividentes como la tuya.

Yo aquí corto (me voy de vacaciones). A la vuelta seguimos.


Saludos y feliz año a todos.

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 12:15 por Juanjo Ibáñez

Estimada Raquel, con independencia de tu ironía… Pues sí hice el esfuerzo durante varios años de aprender sobre fislosofía de la ciencia. El que tu no lo consideres oportuno es problema que a mi no me incumbe. Pero para hablar sobre validaciones y refutaciones de teorías científicas: ¡son lentejas!. O sabes o no sabes.


Y erre que erre Raquel, te evades nuevamente de la cuestión abordando un caso concreto y no que es una teoría científica «corroborada o refutada. Si quieres entender sobre filosofía de la ciencia puedes comenzar a leer un libro, o comenzando con mi «curso básico» que es para estudiantes, no para investigadores, pero……. Pero contesta al planteamiento que debatimos aquí, que son los problemas inherentes para aceptar que el darvinismo es una teoría científica.

Sigues echando balones fuera y esto ya comienza a ser de cómico (por no llorar). Te recuerdo el título de tu post y tu apelación a Popper. Otra vez andando por las ramas. ¿Sabes o no sabes de que hablo?. No tengo problema en darte alguna clase particular y ‘gratis!. Soy así de generoso. ¿Aceptas?. ¿Quieres aprender?.


Que descanses


Ciao

Juanjo Ibáñez

El antidarwinismo como pasión…

29/12/2009 15:26 por Consuelo


Vaya, vaya Raquel, has hecho un gran ejercicio de humildad despreciando los conocimientos de los que te llevan la contraria.


Me gustaría saber que tiene que ver en esta discusión el párrafo:


“Se ha visto que los elementos móviles, ante una agresión ambiental van a sitios concretos (hotspots). Cuando hay una gran crisis ambiental, como por ejemplo, un meteorito, ésta afecta a toda una población por igual, entonces todos los elementos móviles saltan al mismo sitio en varios individuos a la vez, con lo cual surge una población nueva”

Te diré que cuando quieres demostrar algo, más allá de las suposiciones, afortunadas o no, en cualquier campo de la ciencia tienes que aplicar el falsacionismo «te guste o no» y cuando refutas una hipótesis y aceptas la altenativa puedes asegurar, con un margen de error, mayor o menor, que vas por buen camino y a partir de esta premisa puedes comparar tu trabajo con el de las personas que están estudiando cosas similares.

Si has tenido la «fortuna» de no tener que utilizar una falsación de hipótesis…poco debes haber investigado.


que tengas felices fiestas

El antidarwinismo como pasión…

31/12/2009 9:28 por francisco


Estimado Juanjo,

con el palmarés que exhibes en tu blog y con el tono iracundo que empleas la verdad es que intimidas. Solo te falta añadir que eres vegetariano, pacifista, multiculturalista, feminista, situacionista, panteista, partidario de la reencarnación y estás a favor de la adopción de niños por las parejas gay. El tono recuerda al cura de aldea que tras vestir al maniqueo con todas las lacras morales lo refuta colérico ante los atónitos parroquianos. ¿De donde procede semejante tono? Leyendo tu artículo se entiende todo enseguida. Tu referencia intelectual es Koprotkin así lo declara. Y también citas como fuente de autoridad a Feyerabend. Dos tipos algo extraños, el príncipe Koprotkin y el nacionalista alemán a pesar de ser austriaco Feyerabend, condecorado por el Ejercito alemán-el de Hitler-donde alcanzó diversos grados. Es el problema de los radicales, nunca se conforman con nada. De simpatizar con las ideas y prácticas eugenésicas nazis viró no al ambientalismo, sino a la negación de toda ciencia si esta se presenta como ciencia histórico-occidental que es la realmente existe, la científicotécnica predominante hoy en todo el mundo, donde la partida se juega a vida o muerte como todo lo real, un dadaismo epistemológico que representa la rabieta de un niño malcriado que ha sido pillado haciendo cosas feas y se cobra venganza con una enmienda a la totalidad. Aunque yo no soy quién para analizar la epistemología de Kuhn y Feyerabend, tambien se les puede aplicar a ellos su misma medicina, la manera en que se constituyen los conocimientos y el proceso de producción del conocimiento científico, dado que niegan validez al proceso acumulativo y terminan haciendo cada vez más difuso, con su epistemología anarquista, los límites entre teorías científicas y no científicas y el peso de criterios externos al proceso científico, como su propia idiosincrasia, prejuicios, intereses, relación con los centros de poder, etc. a los que ellos, como todo el mundo también están expuestos. El «todo vale» de Feyerabend, que él lo circunscribía al ámbito epistemológico como forma de eludir la férrea y según él castrante disciplina del «método científico», no tardó en saltar al campo de la moral y la política, con las consecuencias sociales que nuestra época está padeciendo. Naturalmente hay que reconocer el portentoso y manierista edificio conceptual que levantan ambos, sobre la base de Popper y Lakatos. Yo personamente prefiero el «criterio de demarcación» de Wittgenstein: el significado; solo las proposiciones científicas poseen significado, las demás son metafísicas, o sea, literatura. También me gusta Lakatos en este punto: los programas de investigación son el procedimiento adecuado de crítica y falsación. ¿Y el viejo Koprotkin y su animadversión por Darwin? Naturalmente ese odio provenía de un desconocimiento de las investigaciones llevadas a cabo por Darwin y que condujeron a éste a formular la idea de la unicidad de la vida en el planeta y su diferenciación mediante evolución por «selección natural«. Bueno, podía ser una idea interesante en principio para una mente curiosa, es decir científica. Sobre todo teniendo en cuenta el consenso en su época sobre la literalidad del génesis. Pero Koprotkin no era científico y se adhirió a la vulgata del darwinismo difundida por sus enemigos, como la supervivencia del más fuerte, el pez grande se come al chico y otros clichés por el estilo. Koprotkin era un moralista que lo que le gustaba verdaderamente era predicar en el mesiánico y escatológico estilo de Savonarola. Naturalmente conocía a los pedagogos rusos y era partidario absoluto del ambientalismo, era determinista ambiental y odiaba cualquier referencia a condicionamientos instintivos o hereditarios. En ciencia su modelo era Paulov, que había experimentado en su factoría conductista con el condicionamiento de la conducta animal. Sabido es que Lenin visitó a Paulov y especularon con la posibilidad real de inducir mediante técnicas de condicionamiento pauloviano la emergencia del «hombre nuevo». El programa «eugenésico» se abandonó cuando Stalin se hizo con el poder y fue sustituido por el lisenkismo. Lisenko era un devoto del «apoyo mútuo» y le cayó bien a Stalin, que lo apoyó y encumbró e impuso su autoridad científica hasta la caída de Kruchev en el cincuenta y seis. Durante todo ese tiempo se persiguió en la URSS toda investigación en el campo de la genética. Lisenko era discípulo de Michurin, otro partidario radical del ambiente que sostenía que podía lograr peras más dulces regando el peral con agua azucarada. En cuanto a Lisenko, le cayó bien al régimen porque afirmaba que lograría cosechas seguras, tanto en invierno como en verano, «entrenando» a las semillas. Naturalmente logró que la hambruna se extendiera por la Unión Soviética.


De todas las caracterizaciones que Gustavo Bueno hace de las sucesivas generaciones de izquierdas, la última se hace acreedora de propiedades como divagante, extravagante y fundamentalista, cuya pasión es la destrucción del orden establecido pero con la condición de no perder la sede, generalmente con cargo al orden establecido. Per conservare la sede perde la fede. A mi personalmente la ignorancia me aterra, porque sospecho que es el sustento de todos los fanatismos y males que aquejan al género humano. También sospecho que es la ciencia, con todas sus caídas, correcciones, rectificaciones y dudas, la que nos está ayudando a ir encontrando suficientes agujas en el pajar para configurar respuestas plausibles a preguntas fundamentales. Por eso me deja perplejo que un Dr. en Ciencias Bilógicas y Científico Titular del Centro de Investigaciones sobre Desertificación del CSIC-Universidad de Valencia y dedicado a la docencia percibiendo sueldos del Estado predique el irracionalismo exquisito de Feyerabend denunciando a la ciencia en su totalidad como ideología, como instrumento de dominio y como sello de clase, en un país tan desesperadamente necesitado de investigación científica de calidad y de innovaciones competitivas, defendiendo en su lugar esoterismos extraños y misticismos alternativos que solo contribuyen a elevar el nivel de ruido y la confusión de los inocentes. Es el mohin exquisito de los petimetres y dandis intelectuales crecidos en la abundancia que otros crearon.


Con un saludo cordial le saluda francisco

El antidarwinismo como pasión…

31/12/2009 12:00 por Juanjo Ibáñez

Jajajajaja.

Francisco hay que reconocer que al menos sabes algo de filosofía de la ciencia, empero tus interpretaciones no dejan de ser mal intencionadas, por no decir esperpénticas. Tal potaje te cocinas que uno no sabe ni por donde comenzar a despedazar tanta tontería.


Subyacentemente, las descalificaciones contra mi persona están ahí. Hablas de “Iracundo” “cura de aldea” o tu traca final:


“Por eso me deja perplejo que un Dr. en Ciencias Bilógicas y Científico Titular del Centro de Investigaciones sobre Desertificación del CSIC-Universidad de Valencia y dedicado a la docencia percibiendo sueldos del Estado predique el irracionalismo exquisito de Feyerabend denunciando a la ciencia en su totalidad como ideología, como instrumento de dominio y como sello de clase, en un país tan desesperadamente necesitado de investigación cientifica de calidad y de inovaciones competitivas, defendiendo en su lugar esoterismos extraños y misticismos alternativos que solo contribuyen a elevar el nivel de ruido y la confusión de los hinocentes. Es el mohin exquisito de los petimetres y dandis intelectuales crecidos en la abundancia que otros crearon”.


A parte de la mala leche creo que tienes problemas de comprensión lectora. Yo pregunto a Raquel que, ya que no le gusta Popper si prefiere a Feyerabend, por cuanto como todo vale……..


Y a partir de ahí (es decir has leído mal o tendenciosamente) te montas una desiderata hipócrita tu solito para decir que yo defiendo esoterismos extraños y misticismos alternativos para ……. inocentes….. “petimetres”. Y en medio sacas a Estalin, Kruchev, Lisenko. Demasiado para mi cuerpo, jajajajaja. No merece la pena que te contestara sino fuera porque me acusas de que no entiendes como el CSIC paga a un irracionalista. ¡Madre de Dios! ¡o de Darwin!, según prefieras. ¿Y luego dices que tengo un tono iracundo? No seamos hipócritas Francisco X.


Obviamente te contestaré en mi Blog. Si me gustaría que dieras la cara, es decir que pusieras nombres y apellidos, como hacen las personas honestas y valientes.


Veamos algunas cuestiones y luego que con tu pan te lo comas.


1. A Feyerabend le respetan casi todos los filósofos de la ciencia, incluso sus rivales, (hay que leer un poquito más), y especialmente por hacer de “Pepito Grillo” con una gran agudeza intelectual. Efectivamente fue nazi (y luego anarquista), pero al menos no lo ocultó, como otros muchos que pasaron a dirigir laboratorios en USA.


Tu dices: “Feyerabend, que él lo circunscribía al ámbito epistemológico como forma de eludir la férrea y según él castrante disciplina del «método científico», no tardó en saltar al campo de la moral y la política, con las consecuencias sociales que nuestra época está padeciendo”.


Da toda la impresión que confundes a Feyerabend con los neodarvinistas que por no saber, no saben ni exponer los criterios de demarcación del darvinismo, es decir que se saltan la “férrea” y “castrante disciplina del método científico” para eludir contestar la simple pregunta que yo hago que es justamente esa: ¿Porqué no exponéis los criterios de demarcación del Darvinismo?. Vamos en casa del herrero cuchillo de palo.


¿Qué la amoralidad que “padecemos” es culpa de Feyerabend y no de un ultraneoliberalismo basado en la ideología de los ultradarvinistas?. Jajajaja. Eso ya son delirios muy serios y efectivamente aquí hago mía tu frase de “A mi personalmente la ignorancia me aterra, porque sospecho que es el sustento de todos los fanatismos y males que aquejan al género humano”.


Totalmente de acuerdo pero parece que nuevamente te pones en tu foco de mira.


2. Entre Kuhn y Feyerabend hay un pozo ideológico insalvable. ¿Cómo los mezclas?. Kuhn no tenía nada en absoluto de anarquista y hace falta ser miope y tergiversador para entender la inconmensurabilidad como tu la interpretas. A no ser que simplemente no la entiendas. Es la primera vez que leo a interpretar a Kuhn en esos términos. Vamos que “a la hoguera”, como buenos inquisidores que sois. Hablas de uno de los filósofos de la ciencia más reconocidos del siglo XX, citado en muchas publicaciones estrictamente científicas. ¡cuidado colega, cuidado! Vamos que para ti una buena parte de los científicos son anarquistas peligrosos. Se trata de es e tipo de pensamiento descalificante típico de los neonazis adoradores del pensamiento único que hace parecer a unos científicos anticreacionistas tan radicales como los creacionistas. Inquisición de la buena por ambos lados. Cada día os parecéis más. ¿Y criticas a Feyerabend?

Luego parece que eres tu el que defiende a Popper y yo el que le ataco. Como maniqueo no tienes precio. Todo el mundo puede leer los comentarios de arriba (que ya tengo a buen recaudo) que yo defendía de todo lo contrario. Para continuar aludiendo a que Kuhn y Feyerabend construyen todo su edificio “diabólico”, en la obra de Popper e Irme Lakatos.


Y continuas escribiendo:” Yo personalmente prefiero el «criterio de demarcación» de Wittgenstein”. Perdona, ¿a que Wittgenstein te refieres?: al que escribió el Tractatus Logico-philosophicus, o al que renegó después de el, como previamente les paso a Rusell y Whitehead con sus Principia Mathematica, es decir a todos los que pensaban que todo el edificio de la ciencia podía reducirse a la lógica formal (y obviamente renegaron de el, porque eran honestos y cuando hay que desdecirse se hace). Cuidado porque defender a Popper y después defender lo que el mismo criticó………… no es de tu estilo.


Resumiendo, Yo pedí que se explicarais los criterios de demarcación de Popper para el Darvinismo y tu conviertes el asunto en lo que ya predije, un marasmo de argumentos procedentes, de diferentes doctrinas, ámbito del pensamiento, en un galimatías descalificados que pudiera dar lugar a pensar, a los que no entienden del tema, que eres un erudito. ¡Que lástima!. Y encima quieres darle la vuelta a la tortilla. O sigues con problemas de deficiencia lectora o es un asunto bastante más grave. ¡Fastuoso!. Debes sentirte muy orgulloso. No dudo que como político harías carrera.


Te explico el porqué existe una categoría en mi blog llamada” curso básico de la filosofía y sociología de la ciencia”.


En primer lugar, comenzó como un debate con Ruiz Elvira (blog ciencia y medio ambiente) cuando alegaba, más o menos, que hay dos tipos de pensamiento: “la ciencia y la superstición”, para añadir seguidamente que la ciencia era el estudio de la realidad. Vamos que no tenía ni pajolera idea de lo que se traía entre manos.


En segundo lugar, porque muchos colegas no saben lo que es el método científico y la filosofía de la ciencia, algo que debiera ser de conocimiento obligado y enseñado en la universidad, para todos aquellos que iniciamos la carrera científica. Ya comenté que aprendí tarde, pero lo hice.


En tercer lugar, lo he hecho en orden cronológico, divulgando las posiciones de las principales escuelas de la filosofía de la ciencia.


En cuarto lugar señalo que en muchos libros de filosofía de la ciencia los autores toman posiciones maximalistas a favor de una (a las que ellos pertenecen) contra todas las demás, cuándo yo pienso que todas atesoran algún valor y tienen aspectos interesantes. Es decir que la filosofía de le ciencia no es eso de: ¡O del Madrid o del Barsa!. Dicho de otro modo, que se aproveche lo que consideren bueno y soslayen los aspectos ya refutados, caducos, o que simplemente no entren en su perspectiva personal, pero siempre con coherencia.


Resumo por segunda vez, intento que las personas piensen por si mismas. Intento modestamente atacar el pensamiento único e intolerante. Sí, ese del que hacéis gala constantemente algunos de vosotros para desgracia de la biología. Porque vuestra postura no difiere de la de los creacionistas en su intolerancia. Parece que simplemente pretendéis desplazar a las religiones clásicas por una nueva religión, haciendo uso del mismo lenguaje “Dogma central de la biología, sacerdotes de la ciencia, y bla, bla, bla”.


Si llamáis a agitadores a los que defendemos la pluralidad de opiniones y el derecho a expresarse libremente, ya estáis implícitamente diciendo lo que sois muchos de vosotros (que afortunadamente no todos).


Ciertamente, que a veces puedo ser contundente (o como tu dirías iracundo), pero tan solo en una cosa, contra la intolerancia. Lamento tener ese defecto: ser intolerante contra los intolerantes, es decir contra los que machacan a los que no piensan como ellos.


Y a partir de aquí, ya no discutiré más con vosotros. He obtenido todo lo que pretendía para alimentar mi blog. Mostrar vuestra manera de proceder. , la intolerancia de muchos neodarvinistas que atenta contra el libre pensamiento.

Solo os pedí los criterios de demarcación poperianos (sí ese filósofo que te merece respeto) del darvinismo. Y la habéis montado fina. Jajajaja. Ciao.


Yo no descalifico para luego decir saludos cordiales. Simplemente no soy un hipócrita anónimo.


Y como traca final, porque si no terminaría nunca te dejo este enlace en el que se incluye una entrevista a una persona que no creo que digas que es antidarvinista, lo que viene a continuación sobre la postura de Darwin.

http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=42142

En algunas ediciones de El origen, al final del último capítulo, señala que todas las formas de vida provienen de sólo unas pocas formas primordiales. En otras dice que fue el creador el que infundió la vida a estas formas. En otras ediciones no dice nada. Claramente estaba jugando a ser ambiguo, primero con Dios y luego sugiriendo el origen químico de la vida”.

El antidarwinismo como pasión…

31/12/2009 13:03 por francisco

Estimado Juanjo,

menuda filípica me endilgas, no se si a mí o un enemigo in phantasma con el que te bates ardorosamente, como don Quijote. ¿Tratas así a tus alumnos? Yo creo que diriges mal tus tiros y nadie merece este trato. Para empezar he de decirte que yo no soy biólogo, ni científico, ni filósofo ni tengo cargo alguno en ninguna institución pública o privada. Como decía Amós, vivo de ser vaquerizo y de coger los higos de sicomoro. O sea, soy un obrerete. Pero no pierdo la esperanza de ser partícipe de lo que Descartes predicaba de todo ser humano, el buen sentido. Eso sí, me gusta leer. De todos los filósofos, el más generoso de todos fué Sócrates, que discurrió la mayéutica. Tenía verdadero gusto por enseñar y no despreciaba a los ignorantes. Yo siento nostalgia por el saber sistematizado que imparte la Universidad precisamente porque no lo tuve. A todos los autores que mencionas y a algunos más los he leído. Pero no se me ocurriría discutir con usted con semejante carácter. Y menos en esta noche. De manera que le deseo un feliz año nuevo y quedo suyo affmo.

francisco

El antidarwinismo como pasión…

31/12/2009 14:51 por francisco

Querida Raquel,

sobre la falsación a mi se me ocurre este pedestre razonamiento: una teoría T debería ser falsada por una teoría T’, que a su vez tendría que ser falsada por una teoría T» y así hasta el infinito. Esto es una aporía y por tanto puro nominalismo. La falsación de una teoría es su propia historia, que puede requerir siglos. El darwinismo ha sido desmenuzado, analizado, verificado, contrastado, corregido y encontrado sus limitaciones y errores hasta ayer mismo y todavía no está zanjada la cuestión. No es un dogma. Todas las críticas que se le hacen ya están contenidas en la propia obra da Darwin. Pero contiene una parte de certeza que sí está verificada y contrastada. A mí al menos así me lo parece. Y a Juan Luis Arzuaga parece que tambien. Su libro se llama «El reloj de Darwin». Delicioso.

Pd. Comentario Adicional de Juanjo Ibáñez Fuera del debate arriba descrito

¿Quién será Francisco?. En comentarios a otros post que versan sobre la evolución, dice, como mínimo que es jubilado (no me acuerdo de todo lo escrito), y aquí que es “obrerote”. Quizás sea más cosas. Los “anónimos juegan” con sus personalidades con vistas a zafarse de cualquier tipo de ataques y responder según les convenga. Muchas veces (lo he comprobado en otros debates de mi blog) un mismo individuo dice ser varios distintos. ¿Cómo se sabe? Los contadores nos muestran hasta la ciudad y las calles desde donde escriben. Del mismo modo, el sistema mi+d nos remite los comentarios con los IP del PC utilizado. En más de una ocasión varios “aparentes personajes diferentes” vertían sus críticas desde el mismo IP. Más aun, algunas de estas direcciones las buscas en Internet y das con el personaje. Eso si que se llama desdoblamiento múltiple de personalidad. Desconozco si Francisco es uno de ellos, pero como mínimo es obrerote y jubilado.


Pd. Horas después de editar este post o sobre el papel de los bloggers como moderadores

Curiosamente, horas después de editar este post (quedan registradas y son visibles por el público), tras mi renuncia a continuar la discusión que os he narrado en el otro (no había realizado ninguna réplica a los dos siguientes comentarios de Francisco), dando el asunto por zanjado, el administrador del mencionado blog de biotecnología nos (me) da un tirón de orejas, osease con esta “perla”:

Aprovecho la ocasión, como moderador, simplemente para eso, para pedir moderación, que nadie descalifique a nadie gratuitamente y que los únicos argumentos que se esgriman sean los de la razón (no razón de verdad, sino de consciencia y… conciencia…). Aunque ya está muy manido eso de que el que insulta solo se descalifica a sí mismo, creo que se puede decir casi de todo… con algo menos de soberbia y agresividad… ¿estamos?

Si Jefe…. Todo, aparentemente lógico y razonable, si no tuviéramos en cuenta ciertos hechos. Por definición, un Blog o Bitácora, resulta ser un espacio personal en el que su autor o autores (administradores) muestran su opinión, como en una especie de diario on-line. Obviamente, dado el éxito de este sistema, a crecido el número de ellos que son institucionales y/o corporativos, ofreciendo la opinión, por ejemplo de una academia (centro de investigación, universidad….) o empresa. Nada que objetar, por supuesto. En el caso de los personales, es obvio que el autor no tiene porqué ser neutral. Se trata de “su diario”. Ni yo, ni muchos lo somos. Lo que se nos debe exigir es honestidad, que es otra cosa bien distinta. Un día deberemos hablar sobre el “aparente” papel de moderador de los administradores de algunas bitácoras, el las que siempre terminan descalificados los heterodoxos que ofrecemos nombres y apellidos, como triunfantes los anónimos, que se comportan como perritos guardianes de la posición ortodoxa (este texto ha sido autocensurado –amputado-, por cuanto de poner el original, la cosa podía pasar a mayores).

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