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Cultura por la borda. Fuente UBrain TV

Tremenda la noticia que os ofrecemos hoy. Francamente comienzo a dudar si debo continuar redactando post, o cierro el Blog. Leer noticias de prensa acerca del estado de medio ambiente impacta tanto como las que proceden de la esquilmada África, que en muchos territorios, se me antoja a un infierno en la Tierra. Nuestro Planeta Azul, está siendo devastado por las actividades humanas. La noticia de hoy nos informa de que los pisos o suelos oceánicos son ya, en muchos, lugares un gigantescos vertederos. Al ritmo actual, la superficie terrestre, sobre y bajo las aguas atesorará más extensiones que pueden calificarse de vertedero que espacios, digamos que naturales, aunque con mucha cautela. Un gran programa de exploración profunda ha demostrado que “ninguna de las muestras recogidas se encontraban libre de las inmundicias humanas”, detectándose diversos enclaves en donde tal basura era superior en masa a la de la vida que allí habita, sufriendo las irresponsables consecuencia de las actividades del hombre. Eso sí, al margen de los ya denominados “mares de plástico” que ocupan inmensas extensiones superficies en ciertos vórtices generados por la circulación general oceánica, este nuevo estudio nos informa de que lo mismo ocurre en sus fondos, es decir los pisos o suelos oceánicos. Perítenme emplear una expresión grosera, pero ilustrativa. Disponemos de mierda que flota, otra que suele resultar invisible (contaminación química, por ejemplo) y finalmente la que se hunde en el mar y de pronto es descubierta (como la corrupción, digamos que en España, por citar un país) En el mar, tal estercolero es producto del tráfico marino, empero para la mayor parte, habría que recordar que contaminación del suelo finalmente se traduce en la del mar, vía el enfermo sistema vascular de Gaia. Añadamos luego los desastres generados por las explotaciones petrolíferas, accidentes de buques que transporten este u otros productos tóxicos, pero sin olvidar la futura minería de sus fondos que terminará por rematar esa bella inmensidad azul desconocida para la inmensa mayoría de los mortales.

No entraré a explicar la noticia que os ofrecemos abajo, ya que se encuentra exquisitamente escrita, y además el estudio científico que describe se encuentra en acceso abierto. En su lugar, os ofrezco una ficción con el Planeta rojo, es decir Marte. Supongamos que en un futuro muy lejano, una civilización de otros mundos explorara la superficie de la Tierra, como hoy se encuentra Marte (en ausencia de agua superficial). No haría falta más que echar un vistazo como sus sensores más pedestres, como para aseverar que el antaño Planeta Azul, se encontraría recubierto por doquier con residuos “tecnológicos” de todo tipo. Los integrantes de aquella civilización probablemente pensarían que otra especie inteligente había utilizado las Tierra, para evacuar sus desechos con vistas a no contaminar su mundo. Obviamente errarían en sus conclusiones. ¿Deberían considerarse culpables? Francamente creo que no, por cuanto para seres verdaderamente inteligentes  sería difícil de imaginar una especie tan asquerosamente socia como la nuestra. Mientras tanto tendrían más dificultades con vistas a elucidar si en Marte alguna vez existió vida, inteligente o no. Y os dejo con la nota de prensa, ya que explica el tema de forma muy didáctica (¡felicidades!: la excepción que confirma la regla).      

 Juan José Ibáñez

Un estudio revela una gran acumulación de basura en los fondos oceánicos

Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que en zonas profundas del océano se acumulan botellas, bolsas de plástico, redes de pesca y todo tipo de basura de origen humano. La basura se ha localizado por todo el Mediterráneo, el Ártico y en el Atlántico, desde la plataforma continental europea hasta la dorsal mesoatlántica, la cordillera submarina que divide el océano de norte a sur y que se halla a unos 2.000 kilómetros de la costa.

FUENTE | CSIC 06/05/2014

 Los investigadores destacan que la basura es un grave problema en el ecosistema marino, ya que algunos animales pueden confundirla con comida e ingerirla. Estos mueren ahogados por los microplásticos o también por desnutrición debido a la obstrucción de sus estómagos. También corales y peces pueden quedar atrapados en los aparejos de pesca y redes abandonados, fenómeno que se denomina ‘pesca fantasma‘. En este trabajo, que se publica en la revista PLOS ONE, han participado 15 instituciones de Europa, entre ellas el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC.

El estudio, dirigido por la Universidad de las Azores, es resultado de la colaboración de dos trabajos de investigación: el proyecto Mapping the Deep Project, liderado por la Plymouth University, y el proyecto europeo HERMIONE, coordinado por National Oceanography Centre, ambos de Reino Unido. Los científicos han tomado cerca de 600 muestras a lo largo de todo el Atlántico, el Ártico y el Mediterráneo, a profundidades que van de los 35 metros hasta los 4.500 metros.

LAVABOS DE CERÁMICA Y RESTOS DE UN F-15

Para el muestreo, los investigadores lanzaban una red de malla fina. De cada captura se clasificaba, por un lado, la biomasa, y por otro, la basura, separándola por tipos: plástico, metal, cristal, aparejos de pesca, u otros tipos de basura. La situación es muy preocupante en el Mediterráneo. Joan B. Company, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar, explica: «en algunos puntos del Mediterráneo hemos extraído más basura que biomasa«.

«Hemos hallado desde lavabos de cerámica enteros hasta la caja de la balsa salvavidas de un F-15 (un avión militar). Gran parte de la basura llega al mar a través de los ríos, y después de pasar por la plataforma continental, desciende por el talud continental y se acumula en las zonas donde la pendiente es menor». En el estudio también se han tomado imágenes submarinas de video para observar la abundancia de basura en diferentes puntos del fondo oceánico.

La investigadora del CSIC Eva Ramirez-Llodra, del Instituto de Ciencias del Mar, explica que un «descubrimiento interesante son los depósitos de escoria (clinker) en el fondo marino». La escoria es el residuo del carbón quemado por los barcos de vapor a partir del siglo XVIII. «Sabíamos que hay residuos de escoria en el mar, pero ahora hemos visto que hay una gran acumulación bajo las rutas modernas de navegación, lo que indica que los principales corredores marítimos no han cambiado en dos siglos».

RESTOS CANALIZADOS POR LOS CAÑONES SUBMARINOS

El informe traza el camino que pueden tomar los plásticos, desde su origen en tierra firme o en la costa, transportados a través de las plataformas continentales hasta aguas profundas. Los investigadores explican que los cañones submarinos forman la principal conexión entre las aguas de la costa y el mar profundo. Son cañones que están localizados junto a las principales ciudades costeras, como el cañón de Lisboa frente a la costa de Portugal, y el cañón de Blanes, frente a la costa de Barcelona, que pueden canalizar los desperdicios directamente a aguas profundas de 4.500 metros.

El estudio encontró basura en todos los emplazamientos examinados: el plástico formaba el 40% y los aparejos de pesca hundidos, el 34%. También se halló vidrio, metal, madera, papel, ropa, vasijas, y materiales sin identificar.

«La gran cantidad de desperdicios que llega al fondo oceánico profundo es un grave problema en todo el mundo. Nuestros resultados subrayan el alcance del problema y la necesidad de emprender acciones para evitar la creciente acumulación de basura en el medio marino», destacan los investigadores.

Pham, C.K., Ramirez-Llodra, E., Claudia H.S., Amaro, T., Bergmann, M., Canals, M., Company, J.B., Davies, J.S., Duineveld, G., Galgani, F., Howell, K.L., Huvenne, V.A.I., Isidro, E., Jones, D.O.B., Lastras, G., Morato, T., Gomes-Pereira, J.N., Purser, A., Stewart, H.A., Tojeira, I., Tubau, X., Van Rooij, D., Tyler, P.A.

Marine litter distribution and density in European Seas, from the shelves to deep basins. PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0095839.

Artículo original: enlace para bajarlo

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0095839

Abstract

Anthropogenic litter is present in all marine habitats, from beaches to the most remote points in the oceans. On the seafloor, marine litter, particularly plastic, can accumulate in high densities with deleterious consequences for its inhabitants. Yet, because of the high cost involved with sampling the seafloor, no large-scale assessment of distribution patterns was available to date. Here, we present data on litter distribution and density collected during 588 video and trawl surveys across 32 sites in European waters. We found litter to be present in the deepest areas and at locations as remote from land as the Charlie-Gibbs Fracture Zone across the Mid-Atlantic Ridge. The highest litter density occurs in submarine canyons, whilst the lowest density can be found on continental shelves and on ocean ridges. Plastic was the most prevalent litter item found on the seafloor. Litter from fishing activities (derelict fishing lines and nets) was particularly common on seamounts, banks, mounds and ocean ridges. Our results highlight the extent of the problem and the need for action to prevent increasing accumulation of litter in marine environments.

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