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El color del suelo es una característica que los expertos en ciencias del suelo debemos utilizar constantemente y más aún en morfología, génesis y clasificación. Resulta divertido ver discutir acaloradamente en el campo a los edafólogos sobre el color de los horizontes y moteados del suelo incluso utilizando sistemas que intentan ser objetivos, como lo son las Cartas o Sistema de Notación Munsell. Mediante las últimas. puede obtenerse una valiosísima información de las tonalidades encontradas y que se relacionan con los procesos edafogenéticos subyacentes. ¿Pero y si ahora os digo que nuestra percepción del color es muy subjetiva?, dependiendo en parte de la experiencia previa y algunas otras cuestiones. Entonces repitamos la pregunta: ¿Cuáles son los colores del suelo?: Respuesta: La verdad está ahí fuera, como en Expediente X. Hoy os vamos a mostrar dos noticias que constatan que nuestra percepción visual es monocromática, por lo que en gran medida el color lo añade nuestro aparato cognitivo: (i) The visual brain colors black and white images (El cerebro visual colorea imágenes en blanco y negro); (ii) (Our visual world of color is largely incorrect, study finds) (Nuestro mundo visual del color es en gran parte incorrecto). Abajo os detallamos las razones mediante la traducción de ambas noticias de prensa del suajili al español-castellano.  Por lo tanto, si podemos decir a “ciencia cierta” que percibimos simulaciones, no el mundo real, así como que estas en parte están condicionadas por nuestras experiencias y la forma de trabajar del sistema cognitivo humano. Tampoco es como para tirarse de los pelos, «por los suelos», ya que nos ocurre a muchos animales.

Sin embargo, cabe señalar que los conocimientos alcanzados mediante las ciencias cognitivas y neurociencias,  ponen en entredicho muchas “antiguas certidumbres”. Por ejemplo, en otras investigaciones, los autores dicen constatar que nuestros cerebros son incapaces de asimilar el torrente de información que les llega de las imágenes que percibimos, rellenando los pixeles vacíos, según nuestra experiencia previa. No vemos más que simulaciones, por mucho que nos pese y sorprenda. Es decir, con independencia del color, tampoco percibimos el mundo real, ya que eso es materia de en Expediente X.

Justamente, el día en que redacto este post, nos acaban de publicar un artículo en una revista de suelos prestigiosa, que va aún más allá de lo hasta aquí redactado. Remití el manuscrito con la absoluta certeza de que lo iban a rechazar sin contemplaciones, pensando que lo puliría y remitiría más adelante a otro Journal. ¡Pues no, para nuestra propia sorpresa!. Los editores sugirieron que los dividiera en dos manusscritos, y enviara ambos para sus respectivas publicaciones. Eso sí, la batalla con alguno de los referees anónimos fue de las que hacen época. Empero mis contrataques premeditadamente furiosos a sus reproches (ya que pensaba que iban a ir al cubo de la papelera) fueron del gusto de lo editores que agradecieron mi ¡contundencia!. ¡No me lo podía creer! La verdad es que uno no sabe cómo acertar. Pero vallamos al grano. El primer artículo era esa una bomba (aunque sus propuestas y evidencias debe ser corroboradas por otros autores interesados en el tema). Su título resulta ser: “Exploring the scaling law of geographical space: Gaussian versus Paretian thinking”. Basado en nuestros estudios previos, nuevo material empírico y una revisión bibliográfica en otros ámbitos del conocimiento proponemos que (i) nuestro procesamiento de la información es logarítmico, que no lineal; (ii) que los resultados de nuestros constructos teóricos (por ejemplo la estructura matemática de las clasificaciones del suelos se ajustan a las mismas leyes que las de biodiversidad y edafodiversidad, etc., etc.; (iii) que las herramientas estadísticas al uso  (pensamiento gausiano) no son las apropiadas para analizar los datos (salvo que trabajemos sobre replicaciones, ya de no ser así, ni medias, ni varianzas, etc., albergarían algún sentido) y (iv) terminamos preguntándonos ¿percibimos la realidad tal como es, o simplemente proyectamos en ella la forma logarítmica con la que captamos y procesamos la información?.

Barrunto que este tipo de estudios puede, en su día, conducir a un verdadero cambio de paradigma en edafología. La buena ciencia en general es transgresiva, rompe moldes. Gran parte de esas propuestas rompedoras serán refutadas, empero las que se corroboren darán lugar a abrir verdaderamente nuevos caminos. La Realidad está ahí fuera, pero no estamos seguros de cual es.

¿De qué colores son lo suelos, sus horizontes y moteados? ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?

Algún post previo sobre el color del suelo.

El Color del Suelo y su Estimación (Información y Video)

Observaciones Científicas: Concepción Popular y Aportaciones de las Neurociencias (Los Colores del Suelo)

Juan José Ibáñez

Continúa…….

The visual brain colors black and white images

Date:October 31, 2013; Source: Universitaet Tübingen

Summary:

The perception and processing of color has fascinated neuroscientists for a long time, as our brain influences our perception of it to such a degree that colors could be called an illusion. One mystery was: What happens in the brain when we look at black-and-white photographs? Do our brains fill in the colors?

The perception and processing of color has fascinated neuroscientists for a long time, as our brain influences our perception of it to such a degree that colors could be called an illusion. One mystery was: What happens in the brain when we look at black-and-white photographs? Do our brains fill in the colors?

Neuroscientists Michael Bannert and Andreas Bartels of the Bernstein Center and the Werner Reichardt Centre for Integrative Neuroscience in Tübingen addressed these questions. In their work, published in the scientific journal Current Biology, they showed study participants black-and-white photos of bananas, broccoli, strawberries, and of other objects associated with a typical color (yellow, red and green in the examples above). While doing so, they recorded their subjects’ brain activity using functional imaging. The true purpose of the study was unknown to the subjects, and to distract their attention they were shown slowly rotating objects and told to report the direction in which they were moving.

After recording brain responses to the black and white objects, the scientists presented real colors to their subjects, in the shape of yellow, green, red and blue rings. This allowed them to record the activity of the brain as it responded to different, real colors.

It turned out that the mere sight of black-and-white photos automatically elicited brain activity patterns that specifically encoded colors. These activity patterns corresponded to those that were elicited when the observers viewed real color stimuli. These patterns encoded the typical color of the respective object seen, even though it was presented in black and white. The typical colors of the presented objects could therefore be determined from the brain’s activity, even though they were shown without color.

«It was particularly interesting that the colors of the objects were only encoded in the primary visual cortex,» says Michael Bannert. The primary visual cortex is one of the first places a visual signal arrives in the brain. Scientists had assumed it simply passed on information about the physical properties of things seen, but was not able to recognize objects or to store color knowledge associated with objects. «This result shows that higher-level prior knowledge — in this case of object-colors — is projected onto the earliest stages of visual processing,» according to Andreas Bartels.

This study represents a significant contribution to answering the question of how prior knowledge contributes to perception on a neuronal basis. The projection of prior knowledge onto the earliest processing stages of the visual brain may facilitate the recognition of objects in difficult and noisy environments, such as in fog, and be relevant for colors in changing light conditions over the course of the day, when the weather is overcast, when we are indoors and so on. On the other hand, if prior knowledge or expectations have too much influence on early visual processing stages, this may account for hallucinations and the pathological perception of illusions.

Story Source:

Materials provided by Universitaet TübingenNote: Content may be edited for style and length.

Journal Reference:

  1. Michael M. Bannert, Andreas Bartels. Decoding the Yellow of a Gray BananaCurrent Biology, 2013; DOI: 10.1016/j.cub.2013.09.016

https://www.sciencedaily.com/releases/2013/10/131031124817.htm

El cerebro visual colorea imágenes en blanco y negro

Fecha: 31 de octubre de 2013; Fuente: Universitaet Tübingen

Resumen:

La percepción y el procesamiento del color ha fascinado a los neurocientíficos durante mucho tiempo, ya que nuestro cerebro influye en nuestra percepción del mismo hasta tal punto que los colores podrían denominarse ilusión. Un misterio era: ¿Qué sucede en el cerebro cuando miramos fotografías en blanco y negro? ¿Nuestro cerebro llena los colores?

La percepción y el procesamiento del color ha fascinado a los neurocientíficos durante mucho tiempo, ya que nuestro cerebro influye en nuestra percepción del mismo hasta tal punto que los colores podrían denominarse ilusión. Un misterio era: ¿Qué sucede en el cerebro cuando miramos fotografías en blanco y negro? ¿Nuestro cerebro llena los colores?

Los neurocientíficos Michael Bannert y Andreas Bartels del Centro Bernstein y el Centro Werner Reichardt de Neurociencia Integrativa en Tübingen abordaron estas preguntas. En su trabajo, publicado en la revista científica Current Biology, mostraron a los participantes del estudio fotografías en blanco y negro de plátanos, brócoli, fresas y de otros objetos asociados con un color típico (amarillo, rojo y verde en los ejemplos anteriores). Mientras lo hacían, registraron la actividad cerebral de sus sujetos utilizando imágenes funcionales. Los sujetos desconocían el verdadero propósito del estudio y, para distraer su atención, se les mostró objetos que giraban lentamente y se les pidió que informaran la dirección en la que se estaban moviendo.

Después de registrar las respuestas cerebrales a los objetos en blanco y negro, los científicos presentaron colores reales a sus sujetos, en forma de anillos amarillos, verdes, rojos y azules. Esto les permitió registrar la actividad del cerebro a medida que respondía a diferentes colores reales.

Resultó que la mera visión de fotografías en blanco y negro provocaba automáticamente patrones de actividad cerebral que codificaban colores específicamente. Estos patrones de actividad correspondían a los que se obtuvieron cuando los observadores vieron estímulos de colores reales. Estos patrones codificaron el color típico del respectivo objeto visto, aunque se presentó en blanco y negro. Por lo tanto, los colores típicos de los objetos presentados podrían determinarse a partir de la actividad del cerebro, aunque se mostraran sin color.

«Fue particularmente interesante que los colores de los objetos solo estuvieran codificados en la corteza visual primaria«, dice Michael Bannert. La corteza visual primaria es uno de los primeros lugares a los que llega una señal visual al cerebro. Los científicos habían asumido que simplemente transmitía información sobre las propiedades físicas de las cosas vistas, pero no podía reconocer objetos ni almacenar el conocimiento del color asociado con los objetos. «Este resultado muestra que el conocimiento previo de nivel superior, en este caso de los colores de los objetos, se proyecta en las primeras etapas del procesamiento visual«, según Andreas Bartels.

Este estudio representa una contribución significativa para responder a la pregunta de cómo el conocimiento previo contribuye a la percepción sobre una base neuronal. La proyección de conocimientos previos en las primeras etapas de procesamiento del cerebro visual puede facilitar el reconocimiento de objetos en entornos difíciles y ruidosos, como en la niebla, y ser relevante para los colores en condiciones de luz cambiantes a lo largo del día, cuando el clima está nublado, cuando estamos en el interior, etc. Por otro lado, si el conocimiento previo o las expectativas tienen demasiada influencia en las primeras etapas del procesamiento visual, esto puede explicar las alucinaciones y la percepción patológica de las ilusiones.

La percepción del color es en parte una ilusión

RedacciónT21 RedacciónT2110 junio, 2020

Muchas veces percibimos colores que en realidad no existen porque el cerebro se encarga de sustituir la percepción visual monocromática por la cromática, sin que nos demos cuenta.

La percepción del color es en gran parte una ilusión: una nueva investigación ha descubierto que los ojos solo perciben la realidad cromática en un punto de la visión.

La única explicación de por qué percibimos el color que en realidad no estamos viendo es que el cerebro se encarga de sustituir la percepción visual monocromática por la cromática, sin que nos demos cuenta del fraude.

La nueva investigación, cuyos resultados se publican en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), se desarrolló en el Dartmouth College, una universidad privada ubicada en Hanover, Nuevo Hampshire, Estados Unidos.

Dirigida por Caroline Robertson, la investigación se valió de la realidad virtual para evaluar la percepción visual del color de 180 voluntarios.

El casco de realidad virtual colocado a los participantes estaba equipado con rastreadores de visión binocular: permitía observar el comportamiento de los dos ojos cuando conjuntamente compartían una misma visión.

Durante el experimento, los participantes podían contemplar diferentes escenarios virtuales, como recorridos por diferentes sitios históricos, espectáculos de baile o una orquesta sinfónica.

Color y blanco y negro

Con esa herramienta de seguimiento ocular, los investigadores sabían exactamente dónde miraba un observador en todo momento.

También podían explorar la percepción visual, añadiendo o suprimiendo colores a determinados entornos, y luego preguntando a los participantes sobre esos cambios.

Lo que pretendían era que, cuando una persona se fijaba en un aspecto del entorno, esa parte del escenario estuviera en color. El resto, constituido por la así llamada visión periférica, lo mantenían deliberadamente en blanco y negro.

La visión periférica es la que percibimos alrededor de donde estamos enfocando la mirada: en el caso del experimento se refiere a las zonas cambiadas a blanco y negro mientras la persona concentraba su mirada en un objeto que sí tenía colores.

Después de que los participantes disfrutaran de sus respectivos paseos por los diferentes escenarios, se les preguntó por los cambios que habían introducido en el paisaje, poniendo en blanco y negro el campo de la visión periférica.

A escondidas

Fue así como descubrieron que la mayoría de los participantes no se habían dado cuenta de que el entorno del objeto que habían observado no tenía colores.

Una tercera parte de los participantes tampoco notó cuándo se había añadido color a una parte pequeña del campo de la visión periférica.

Los resultados del estudio mostraron que la percepción del color de la mayoría de las personas se limita a una pequeña área situada alrededor del ángulo muerto de su campo visual.

Eso significa que, cuando miramos a alguna parte, vemos en color lo que estamos contemplando, así como su entorno. Sin embargo, lo más probable es que en realidad no haya colores en ese entorno, solo en el objeto directamente observado con los dos ojos.

Cosa del cerebro

«Nuestros resultados muestran que nuestro sentido intuitivo de un mundo visual rico y colorido es en gran parte incorrecto. Es probable que nuestro cerebro esté completando gran parte de nuestra experiencia perceptiva», señala Caroline Robertson en un comunicado. Esta investigación complementa otra anterior, realizada en 2009, según la cual el color está en el cerebro : sin los procesos neuronales no seríamos capaces de comprender los colores de las cosas.

Existen ciertos mecanismos neuronales en el cerebro que establecen qué color pertenece a qué objeto. Gracias a ellos, por ejemplo, nadie verá nunca un flamenco azul en un lago rosa, según esta investigación.

 Referencia

The limits of color awareness during active, real-world vision. Michael A. Cohen et al. PNAS, June 8, 2020. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.1922294117

Our visual world of color is largely incorrect, study finds

Date:June 8, 2020; Source:Dartmouth College

Summary:Color awareness has long been a puzzle for researchers in neuroscience and psychology, who debate over how much color observers really perceive. A new study finds that people are aware of surprisingly limited color in their peripheral vision; much of our sense of a colorful visual world is likely constructed by our brain.

Color awareness has long been a puzzle for researchers in neuroscience and psychology, who debate over how much color observers really perceive. A study from Dartmouth in collaboration with Amherst College finds that people are aware of surprisingly limited color in their peripheral vision; much of our sense of a colorful visual world is likely constructed by our brain. The findings are published in the Proceedings of the National Academy of Sciences .

To test people’s visual awareness of color during naturalistic viewing, the researchers used head-mounted virtual reality displays installed with eye-trackers to immerse participants in a 360-degree real-world environment. The virtual environments included tours of historic sites, a street dance performance, a symphony rehearsal and more, where observers could explore their surroundings simply by turning their heads. With the eye-tracking tool, researchers knew exactly where an observer was looking at all times in the scene and could make systematic changes to the visual environment so that only the areas where the person was looking were in color. The rest of the scene in the periphery was desaturated so that it had no color and was just in black and white. After a series of trials, observers were asked a series of questions to gauge if they noticed the lack of color in their periphery. A supplemental video from the study illustrates how the peripheral color was removed from various scenes.

In your visual field, your periphery extends approximately 210 degrees, which is similar to if your arms are stretched out on your left and right. The study’s results showed that most people’s color awareness is limited to a small area around the dead center of their visual field. When the researchers removed most color in the periphery, most people did not notice. In the most extreme case, almost a third of observers did not notice when less than five percent of the entire visual field was presented in color (radius of 10 degrees visual angle).

Participants were astonished to find out later that they hadn’t noticed the desaturated periphery, after they were shown the changes that were made to a virtual scene that they had just explored.

A second study tasked the participants to identify when color was desaturated in the periphery. The results were similar in that most people failed to notice when the peripheral color had been removed. A large number of people participated in the two studies, which featured nearly 180 participants in total.

«We were amazed by how oblivious participants were when color was removed from up to 95 percent of their visual world,» said senior author, Caroline Robertson, an assistant professor of psychological and brain sciences at Dartmouth. «Our results show that our intuitive sense of a rich, colorful visual world is largely incorrect. Our brain is likely filling-in much of our perceptual experience.»

Previous studies evaluating the limitations of visual awareness often relied on participants staring at video content on computer screens directly in front of them. By leveraging the virtual reality experience, this research approach is novel, as the 360-degree environment is more similar to the way people experience the real-world.

Story Source: Materials provided by Dartmouth CollegeNote: Content may be edited for style and length.

Journal Reference:

  1. Michael A. Cohen, Thomas L. Botch, Caroline E. Robertson. The limits of color awareness during active, real-world visionProceedings of the National Academy of Sciences, 2020; 201922294 DOI: 10.1073/pnas.1922294117

Nuestro mundo visual del color es en gran parte incorrecto,

La conciencia del color ha sido durante mucho tiempo un rompecabezas para los investigadores en neurociencia y psicología, quienes debaten sobre cuánto perciben realmente los observadores del color. Un estudio de Dartmouth en colaboración con Amherst College encuentra que las personas son conscientes de un color sorprendentemente limitado en su visión periférica; Es probable que gran parte de nuestro sentido de un mundo visual colorido sea construido por nuestro cerebro. Los hallazgos se publican en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.

Para probar la conciencia visual del color de las personas durante la visualización naturalista, los investigadores utilizaron pantallas de realidad virtual montadas en la cabeza instaladas con rastreadores oculares para sumergir a los participantes en un entorno del mundo real de 360 grados. Los entornos virtuales incluyeron recorridos por sitios históricos, un espectáculo de baile callejero, un ensayo sinfónico y más, donde los observadores podían explorar sus alrededores simplemente girando la cabeza. Con la herramienta de seguimiento ocular, los investigadores sabían exactamente dónde estaba mirando un observador en todo momento en la escena y podían realizar cambios sistemáticos en el entorno visual para que solo las áreas donde la persona miraba estuvieran en color. El resto de la escena en la periferia estaba desaturada, por lo que no tenía color y estaba solo en blanco y negro. Después de una serie de pruebas, se les hizo a los observadores una serie de preguntas para evaluar si notaban la falta de color en su periferia. Un video complementario del estudio ilustra cómo se eliminó el color periférico de varias escenas.

En su campo visual, su periferia se extiende aproximadamente 210 grados, que es similar a si sus brazos están estirados a la izquierda y a la derecha. Los resultados del estudio mostraron que la conciencia del color de la mayoría de las personas se limita a un área pequeña alrededor del centro muerto de su campo visual. Cuando los investigadores eliminaron la mayor parte del color en la periferia, la mayoría de las personas no se dieron cuenta. En el caso más extremo, casi un tercio de los observadores no se dieron cuenta cuando menos del cinco por ciento de todo el campo visual se presentaba en color (radio de 10 grados de ángulo visual).

Los participantes se sorprendieron al descubrir más tarde que no habían notado la periferia desaturada, después de que se les mostraran los cambios que se hicieron en una escena virtual que acababan de explorar.

Un segundo estudio encargó a los participantes que identificaran cuándo el color estaba desaturado en la periferia. Los resultados fueron similares en el sentido de que la mayoría de las personas no notaron cuándo se había eliminado el color periférico. Un gran número de personas participó en los dos estudios, que contaron con casi 180 participantes en total.

«Nos sorprendió lo inconscientes que estaban los participantes cuando se eliminó el color de hasta el 95 por ciento de su mundo visual«, dijo la autora principal, Caroline Robertson, profesora asistente de ciencias psicológicas y cerebrales en Dartmouth. «Nuestros resultados muestran que nuestro sentido intuitivo de un mundo visual rico y colorido es en gran parte incorrecto. Es probable que nuestro cerebro esté completando gran parte de nuestra experiencia perceptiva«.

Los estudios anteriores que evaluaban las limitaciones de la conciencia visual a menudo se basaban en que los participantes miraban el contenido de video en las pantallas de las computadoras directamente frente a ellos. Al aprovechar la experiencia de la realidad virtual, este enfoque de investigación es novedoso, ya que el entorno de 360 grados es más similar a la forma en que las personas experimentan el mundo real.

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