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El dopaje
 
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El dopaje de estado en Alemania Oriental

Los espectaculares éxitos deportivos del régimen comunista de la RDA despertaron numerosas sospechas sobre los métodos empleados por sus entrenadores, pero la verdadera dimensión del uso sistemático del dopaje sólo fue conocida tras la caída del Muro de Berlín.

Con 102 medallas en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 (37 medallas de oro, 35 de plata y 30 de bronce), un año antes de la caída del sistema, este pequeño país de 17 millones de habitantes se ubicó en segundo lugar detrás de la Unión Soviética, pero delante de Estados Unidos.

Los resultados increíbles de sus nadadoras en los Juegos de Montreal de 1976 (ganaron 11 de los 13 títulos) habían hecho saltar sospechas. Pero ningún atleta de la RDA figuró entre los "positivos" de los controles antidopaje instaurados a partir de los Juegos Olímpicos de México en 1968.

Los documentos a que se tuvo acceso tras la caída del régimen comunista, sobre todo los de la policía de seguridad del Estado (Stasi), revelaron que en ningún otro país el dopaje estaba tan organizado, centralizado y controlado: era un "dopaje de Estado".

"Todos éramos unos pequeños Ben Johnson"

Documentos del Instituto de control del dopaje de Kreischa acusaban a la sextuple campeona olímpica de natación en Seúl, Kristin Otto, de haberse dopado.

Las campeonas de natación Heike Friedrich, Daniela Hunger y Dagmar Hase también fueron citadas por haber consumido píldoras de "oral-turinabol", un esteroide anabolizante.

"Todos éramos unos pequeños Ben Johnson", declaró el nadador Raik Hannemann, subcampeón de Europa de 200 m estilos en 1990.

Se estima que unos 10.000 atletas de la RDA fueron dopados. En 1975, se había creado un departamento, "Deporte de competición II", en el servicio de medicina deportiva de la ex RDA para organizar la administración sistemática de anabolizantes, con el objetivo de mejorar los resultados de los deportistas de Alemania Oriental.

El deporte de alto nivel era un instrumento de propaganda para la RDA. "El objetivo es asegurar al deporte de competición de la RDA una posición de punta, que demuestre la superioridad de la sociedad socialista sobre la capitalista gracias a la utilización de UM", decretaba un documento de la Stasi. En el vocabulario de la policía política de la RDA, "UM" (Unterstuetzende Mittel : productos de apoyo) significaba sustancias dopantes.

Después de la caída del muro, los responsables del sistema de dopaje de estado comenzaron a ser sancionados: un médico, responsable adjunto del departamento "Deporte de competición II", fue condenado a seis meses con suspensión de pena, aunque su nombre no fue revelado.

El ex-secretario general de la Federación de Natación de la RDA, Egon Mueller, así como dos entrenadores, acusados de dopaje de menores, fueron condenados a un año de prisión con suspensión de pena cada uno.

En octubre de 1998, el ex vicepresidente de la Confederación de deportes de la ex RDA, Horst Roeder, fue condenado a un año de prisión con suspensión de pena, por haber favorecido la distribución de píldoras de "oral-turinabol" o "testosterona" a atletas de alto nivel.

Por otra parte, Manfred Ewald, presidente de la confederación de 1963 a 1988, fue condenado en julio del 2000 a 22 meses de prisión con suspensión de pena por haber dañado la salud de centenares de atletas dopados contra su voluntad.

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