1.- ¿Cual es la naturaleza y los aspectos distintivos de la invención que ha patentado?

Actualmente los consumidores se preocupan mucho por su salud, no sólo quieren alimentos saludables sino que también buscan que les aporten beneficios adicionales, como mejorar su sensación de bienestar o reducir el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad cardiovascular, cáncer u osteoporosis. A este tipo de alimentos se les denomina funcionales. Además, la población en los países desarrollados envejece, y cada vez tiene, o tenía hasta hace unos meses, un mayor poder adquisitivo lo que explica el aumento en la demanda de este tipo de alimentos. El mantenimiento del equilibrio de la flora intestinal se encuentra entre las dianas de estos alimentos funcionales, concretamente de los constituidos por carbohidratos prebióticos. En la patente premiada se propone la utilización de una nueva enzima para la síntesis de una familia de oligosacaridos prebióticos.

La nueva enzima se obtiene de microorganismos, concretamente de levaduras, y produce distintos tipos de maltodextrinas (isomaltooligosacáridos), moléculas específicamente metabolizadas por la microflora bacteriana del intestino que, además de mejorar las características higroscópicas y reológicas de los productos a los que se incorporan, son inmunoestimuladoras y tienen aplicación para la prevención de la caries dental.

2.- ¿Qué soluciones aporta y en que campos o sectores se puede aplicar?

Nuestra tecnología simplifica el proceso de obtención de moléculas prebióticas, es de interés para la industria biotecnológica y, en particular, para el sector agroalimentario dedicado a la obtención de prebióticos que pueden ser utilizados como ingredientes funcionales en productos dietéticos, lácteos, alimentos infantiles y alimentos para animales. También se relaciona con el campo de la industria farmacéutica y cosmética.

3.- ¿Ha recurrido a servicios profesionales para llevar a cabo la protección de su invención?

La tecnología que se protege en esta patente se ha generado en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid, fruto de la colaboración de nuestro grupo de investigación, que pertenece al Departamento de Biología Molecular de esta Universidad, con el grupo del doctor Francisco Plou del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejero Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La solicitud de patente se gestionó a través de la OTRI de la Universidad Autónoma de Madrid, pero en todo momento contamos con la colaboración y asesoramiento de la OTRI del CSIC. Recientemente esta patente se ha extendido internacionalmente a Europa y Estados Unidos en el marco de un anexo técnico de colaboración científico-tecnológica entre la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación para el Desarrollo de la Investigación en Genómica y Proteómica Genoma España.

Grupo de la Universidad Autónoma de Madrid

Grupo del doctor Francisco Plou del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejero Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

4.- ¿Que valor adicional considera que ha obtenido con la patente?

A tenor de esta patente, hemos desarrollado diversas técnicas y patentado ya la utilización de otras nuevas enzimas que sintetizan distintos tipos de oligosacáridos prebióticos a partir de azúcares simples como la sacarosa, maltosa y lactosa.

Dos de los integrantes de nuestro equipo han desarrollado planes de negocio que han sido galardonados con la Mención Especial al Premio Parque Científico de Madrid 2008, VI Premio al Emprendedor Universitario 2008 y el de Promoción del Espíritu Emprendedor en la Universidad, Comunidad de Madrid 2008.

Además de estos aspectos científicos, la experiencia de patentar ha sido muy gratificante, la protección de la invención es un paso fundamental para que el producto resultado de nuestra investigación pueda llegar a la industria. Ya hemos dado los primeros pasos encaminados al desarrollo de un proyecto empresarial, una spin-off, dedicada a la industrialización de nuestra tecnología y la comercialización de los oligosacáridos prebióticos producidos. Agradezco enormemente a madri+d el premio que nos ha concedido, es un reconocimiento a nuestro trabajo que refuerza el compromiso de lograr los objetivos empresariales que nos hemos propuesto.

5.- Desde su perspectiva como investigadora de un centro público de investigación, ¿qué medidas (normativa, apoyo y asistencia, ayuda económica) considera necesarias para fomentar la protección de los resultados de la investigación y su comercialización?

A la hora de tramitar y proteger esta patente, el apoyo que hemos recibido desde las Oficinas de Transferencia de los Resultados de la Universidad Autónoma y del CSIC, así como de la Fundación Genoma España ha sido, sin duda, fundamental. Sin embargo, el proceso de patentar en si mismo y posteriormente el intentar promocionar la tecnología desarrollada para que ésta llegue a la industria, conlleva un enorme coste de tiempo para el grupo de investigación que se suma, no sustituye, al que dedica a su labor docente e investigadora y que además tiene elevado coste económico y escaso valor curricular. A esto hay que añadir que, salvo escasas excepciones, en los laboratorios no disponemos ni de las ayudas económicas, ni del personal, que se precisa para poder escalar nuestros resultados hasta un nivel compatible con su utilización industrial, lo que hace que la tecnología de la inmensa mayoría de las patentes depositadas no se transfiera al sector industrial. Todo ello, sin duda, limita enormemente el número de patentes que se generan en nuestro entorno.

La solución a este problema debería incluir desde un incremento del apoyo y de la ayuda económica de las Instituciones Públicas correspondientes, hasta un cambio de la normativa vigente que otorgue un mayor reconocimiento curricular a las patentes y su transferencia por parte de las agencias evaluadoras de nuestro trabajo.

6.-¿Desde donde considera que deben de existir: en la institución donde se trabaja, en la Administración Pública correspondiente.?

El apoyo y las ayudas que posibiliten la transferencia de los resultados de la investigación hacia un sector que genere un beneficio económico para la sociedad, debería provenir de todas las entidades que tienen la capacidad para asignar los recursos, la Administración Publica, la Institución donde se realiza el trabajo, las Industrias Privadas que podrían beneficiarse de la tecnología desarrollada, y como ya he comentado anteriormente, también de las agencias que evalúan nuestros curricula y solicitudes de financiación.