El establecimiento de este centro se enmarca dentro de una tendencia, especialmente visible tras la muerte de Fernando VII, de creación de nuevas instituciones, de carácter técnico -como las Escuelas de Caminos, Agricultura, Industriales y Montes-, orientadas al desarrollo industrial y económico del país, mediante la dotación de personal de elevada cualificación y que, a la postre, serían decisivas para el futuro desarrollo de la Ciencia española decimonónica.
Los objetivos de la Escuela, según los propios documentos de la época, eran tres: una formación eminentemente práctica, una "enseñanza no por vanas teorías, sino por prácticas de conducta fundadas en el ejemplo" y la inspiración a los alumnos del "espíritu de Cuerpo"; el lema que presidía el escudo de la Escuela no deja lugar a dudas: "saber es hacer. El que no hace, no sabe".
TRABAJOS DE
RESTAURACIÓN DEL PANTANO
DE ÁGUEDA (VALLADOLID,1921)
La enseñanza, fundamentada en las Matemáticas y las Ciencias Naturales y Físico-Químicas, quedó establecida en cuatro años; en el primero se estudiaba matemáticas aplicadas a la ciencia forestal y dibujo; durante el segundo, topografía y ordenación; en el tercero, ciencias naturales; y durante el último, las asignaturas propiamente forestales
La primera sede de la Escuela de Montes fue el castillo de Villaviciosa, perteneciente a la Casa de Chinchón, construido durante la Edad Media, posteriormente destruido y reedificado durante el siglo XVI por Juan de Herrera.
En 1870 fue trasladada a la "Casa de Oficios" de El Escorial, próxima al Monasterio, donde permaneció hasta 1914. El traslado fue debido, principalmente, a tres motivos; de una parte, para economizar los gastos estatales en concepto de alquiler por el castillo de Villaviciosa y por los campos de experimentación; por otro, la búsqueda de mayor espacio donde alojar las crecientes dependencias de la Escuela; y por último, el deseo de enclavar el Centro en un paraje eminentemente forestal, con posibilidad de dotar a la Escuela de jardines y montes de experimentación y trabajo.
LABORATORIO DE LA ESCUELA
EN EL ESCORIAL (1913)
El aislamiento de la Escuela, lejos de la universidad, las bibliotecas y demás centros educativos, propició su traslado a Madrid en 1914; fue éste un asunto polémico, que provocó la división del colectivo en dos bandos: los partidarios de salvaguardar la esencia rural de las enseñanzas y, por lo tanto, de permanecer en El Escorial, y aquellos que consideraban imprescindible la incorporación inmediata de la Escuela a los ambientes universitarios de la capital.
La primera sede en la Villa y Corte fue la Escuela de Minas e Industriales, apenas unos meses después pasaría a dos inmuebles alquilados en las calles Rey Francisco, 4 y Tutor, 22, donde estuvo alojada hasta 1936.
Durante la guerra civil, un incendio quemó la mayor parte del patrimonio de la Escuela, incluyendo el archivo, museo, colecciones, aparatos y la biblioteca, compuesta por unos 30.000 títulos.
En la actualidad, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas forma parte de la Universidad Politécnica de Madrid; está enclavada desde 1945 en la zona nordeste de la Ciudad Universitaria, en un atractivo paraje rodeado de vegetación, e imparte los estudios y titulaciones de "Ingeniero de Montes" y "Doctor Ingeniero de Montes".
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