El edificio que compone el Hospital de jornaleros de Maudes, llamado así por su destino social y de
beneficencia, ocupó una manzana del ensanche trazado en el siglo XIX, una zona
suburbial, próxima a algunos barrios populares y de elevada densidad
demográfica.
ANTONIO PALACIOS, AUTOR DEL HOSPITAL DE
JORNALEROS DE MAUDES
Cuando el arquitecto gallego Antonio Palacios recibe, en 1908, el encargo de proyectar el Hospital de
Maudes tiene treinta y dos años. En su haber figura ya, como obra realizada, el Palacio de Comunicaciones de la Plaza de la Cibeles, el Teatro Rosalía de Castro de Vigo, el Puente donostiarra del Urumea y el Monumental de Bilbao.
Emplea en su construcción un lenguaje ecléctico, en ciertos aspectos muy próximo a la Escuela Vienesa, probablemente el Congreso Internacional
-celebrado en Madrid en 1904- influyó decisivamente en una temprana toma de contacto de los arquitectos de la capital con la Escuela de Otto Wagne. A la luz de sus obras, Antonio Palacios se nos revela como una figura absolutamente de primer orden, un ingenio detonante, si no de la talla, evidentemente titánica de Gaudí, perfectamente equiparable en talento a cualquiera de los grandes maestros catalanes, Domenech y Muntaner.
Su obra se sitúa entre la tradición y la modernidad, contradicción que se manifiesta de forma evidente en el Hospital de Maudes, al incorporar una potente y bien resuelta estructura de acero vista a una tipología que pertenece a la tradición hospitalaria del siglo anterior.
ALZADO PRINCIPAL,
SEGÚN DISEÑO DE ANTONIO PALACIOS
PLANTA DE ACCESO,
SEGÚN DISEÑO DE ANTONIO PALACIOS
Ver de detalles del edificio
Los elementos que componen el complejo fueron resueltos en proyecto mediante cuatro naves ordenadas con arreglo a un esquema cruciforme, según las máximas posibilidades de iluminación, ventilación y mínimos recorridos
circulatorios; estos elementos son los siguientes:
a) La iglesia y comunidad.
b) Pabellón médico-administrativo y de servicios gratuitos.
c) Cuatro pabellones de enfermeros con sus anejos.
d) Pabellón de aislamiento.
e) Sala de Reconocimiento y pequeñas operaciones.
f) Galería de comunicación y escaleras.
g) Depósito de cadáveres y autopsias. El Hospital se organiza alrededor de un patio octogonal con un generoso pasillo deambulatorio que articula radialmente los cuatro brazos, estrechos y largos de los pabellones
clínicos; en el eje central se sitúa el pabellón de administración, a través del
cual se produce el acceso principal; en el extremo opuesto se sitúa la iglesia, que destaca por sus enormes vidrieras y su volumetría descomunal en relación con la del Hospital.
VISTA OFICINAS. INTERIOR
OTRA VISTA OFICINAS
En 1984 el Gobierno de la Comunidad de Madrid tomó la decisión de proceder a la rehabilitación del Hospital de Maudes, y recuperar así esta importante pieza de la arquitectura madrileña del siglo XX. La falta de utilización de los edificios es el agente más voraz para la destrucción. Maudes, en sus años de abandono se encarnó en una leyenda para Madrid, y dejó de ser el magnífico testimonio de la capacidad creadora de su autor. Hoy, ya arrancado del
deterioro y limpios sus muros del polvo y maleza, podemos volver a disfrutar de su
maravillosa riqueza, arrinconada durante demasiado tiempo.
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