El Instituto Técnico de la Construcción y del Cemento es una de las obras de referencia en la arquitectura española de los años cincuenta.
Para su resolución se contó, por parte de sus autores, con la valiosa aportación de ideas y experiencia del
propio Eduardo Torroja.
PLANTA DE ACCESO
La complejidad del conjunto que arquitectónicamente lo configura es reflejo de la
multiplicidad de funciones que se plantearon en él, además de existir la posibilidad de que éstas variaran en el tiempo.
La investigación que en él se va a desarrollar está dividida en dos campos íntimamente ligados y consecuencia uno del
otro. En el primer caso, el sujeto es el hombre y, en el segundo, es la máquina. Esto implica la necesidad de dos tipos de locales distintos, con escalas de magnitud también diferentes; el tipo estudio/laboratorio, de escala humana, y las naves talleres de experimentación, de escala mucho mayor.
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dibujo de la sección de laboratoriosVer
dibujo de la sección de estudios
Existen, por tanto, dos edificaciones principales: una dedicada a estudios y laboratorios, desarrollada en horizontal y resuelta con grandes brazos, y una segunda con naves y talleres de escala mayor, que conecta con la anterior mediante soportales. Entre ambas construcciones se suceden varios patios implicados en las cinco funciones principales del conjunto,
en uno de ellos se abre un gran comedor con cerramientos de paneles acristalados móviles.
EL INSTITUTO TORROJA EN LA ACTUALIDAD. VISTAS EXTERIORES
En su momento, las estructuras portantes de dichos edificios fueron innovadoras, los grandes espacios abiertos se cubren con elementos laminares reticulares de perfil metálico o con bóvedas de hormigón de mínimo espesor. Asimismo, para los diferentes edificios, se aplicó la solución de módulos o células repetibles que, junto a la estandarización y prefabricación del mayor número de elementos constructivos,
permitió una ordenación de soluciones abiertas y una estética incorporada a los sistemas constructivos modulares y prefabricados, que en aquel momento se manejaban, como una de las grandes soluciones que permitirían mejorar la calidad y abaratar los costes de la construcción arquitectónica.
INTERIORES
DE LAS INSTALACIONES QUE ALBERGAN AL INSTITUTO TORROJA
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