PATRIMONIO  LUGARES DEL SABER  Museo Nacional de Ciencias Naturales: historia
 [Imprimir] [Añadir a Favoritos] [Cerrar]
   

Introducción
Información útil
Arquitectura
plantas y alzados
planos cubiertas
maquetas restauración
Historia
Historia (cont.)
Para saber más
 
 Historia 

 

Esta institución tiene su origen en el Real Gabinete de Historia Natural, fundado en 1772 con la adquisición estatal de las colecciones particulares de Pedro Franco Dávila. El Museo Nacional de Ciencias Naturales es el actual depositario de estos materiales, esencialmente de aquellos de carácter zoológico, botánico y mineralógico. Aun tratándose, en el fondo, del mismo centro científico, podemos convenir que el primigenio Real Gabinete pasa a ser considerado como Museo Nacional de Ciencias Naturales a principios del siglo XX, bajo la dirección de Ignacio Bolívar. Sin embargo, ya desde 1815 la denominación de este centro había cambiado, deja de llamarse Real Gabinete de Historia Natural para pasar a ser conocido como Real Museo de Ciencias Naturales; el actual nombre de Museo Nacional de Ciencias naturales data de 1913.



VISTA AÉREA DE LA COLINA DE LOS CHOPOS


Durante estos primeros años del siglo XX, se incluye a esta institución en el organigrama de la Junta Para Ampliación de Estudios, desvinculándose de este modo de la Universidad -hasta entonces, el Museo no era más que un establecimiento anejo a la Sección de Naturales de la Facultad de Ciencias- y asegurando su continuidad como centro de investigación en el futuro Consejo Superior de Investigaciones Científicas durante los años del franquismo. Además, se dota a este organismo de una nueva y definitiva sede en el Palacio de Exposiciones de las Artes y la Industria, en el Paseo de la Castellana, inicialmente compartida con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y en la que se acabarían instalando otras instituciones, como el Laboratorio de Investigaciones Físicas, el Centro de Ensayos de Aeronáutica y Laboratorio de Automática de Torres Quevedo, la Real Sociedad Española de Historia Natural y hasta un cuartel de la Guardia Civil.



ESQUELETO DE DIPLODOCUS (1913)


De la importancia que tuvieron estos acontecimientos para el futuro del Museo dio cuenta el propio Bolívar en su discurso de ingreso en la Academia de Ciencias: “Ha desaparecido ya el bochorno de que fuese España el único país que careciera de un establecimiento de esta índole, falta tanto más sensible cuando que nuestra patria no se había descuidado en formarlo y darle vida largos años atrás, y si pudo estar justificada su agresión a la Facultad de Ciencias cuando al reorganizarse ésta carecía de Gabinetes y demás medios materiales, incluso de locales para la enseñanza, no lo estaba ahora, puesto que aquélla tiene para sus diferentes asignaturas, formadas muchas ellas por el Museo para este objeto. Lo mismo puede decirse de los laboratorios, porque si se han de utilizar como aulas o en las prácticas de los alumnos, mal podrán servir para que en ellos se realicen trabajos de investigación, pues sería lo mismo que si en el Observatorio Astronómico se hubieran de interrumpir a cada paso las observaciones para mostrar los aparatos a los alumnos y para enseñarles su funcionamiento”.



CURSO DE MINERALOGÍA JAE EN EL MUSEO DE CIENCIAS NATURALES (ca. 1925)


La etapa de Ignacio Bolívar al frente del Museo (1901-1936) fue, sin duda, una de las más florecientes en la historia de este centro. Durante este período se impartieron Cursos Prácticos de Biología, Geología y Mineralogía, en los que intervinieron tanto destacados investigadores del propio Museo como profesores invitados venidos de otros países; se llevaron a término un buen número de programas de investigación, en los que estuvieron involucrados científicos tan prestigiosos como E. Hernández-Pacheco, A. Zulueta o S. Calderón, por citar sólo algunos; y se fueron recibiendo nuevos materiales con los engrosar las primitivas colecciones del Real Gabinete: meteoritos, diatomeas, fondos entomológicos y colecciones tan importantes como las de J. González-Hidalgo o E. Hernández-Pacheco. También en esta época comenzarían a editarse algunas publicaciones periódicas de índole científica, entre las más importantes, los Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, la serie de monografías sobre Fauna Ibérica, las Memorias de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas y la revista Eos.

Continuación


   

Imprimir Cerrar ventana