Su primera estancia americana fue en la Isla de Santo Domingo, allí recibió ofertas de Alexandre Sabés Petion, presidente de la República de Haití, para integrarse en el Departamento gubernamental de Agricultura, que no aceptó, y estableció sus primeros contactos personales con Simón Bolívar. De Haití se trasladó a territorios de la actual Venezuela, se estableció en Angostura y se ocupó de difundir la causa colombiana a través del semanario El Correo del Orinoco, órgano oficial del Gobierno independentista, especialmente destinado a la elite criolla novo-granadina, y de cuya redacción se ocupó desde su primer número, el aparecido el 27 de junio de 1818, hasta el publicado el 1 de marzo de 1820 en que, por motivos diplomáticos, vuelve a Europa
El
viaje a Europa de F.A. Zea iniciado en Londres, en el verano de 1820, y
proseguido en París, desde abril de 1821, se inscribe dentro de las
negociaciones que, como Ministro Plenipotenciario del Gobierno
colombiano, realizara para obtener un crédito financiero con destino a
las necesitadas arcas del nuevo Gobierno colombiano en guerra con
España. El crédito se obtuvo, tras no fáciles negociaciones, no exentas
de polémica; el hecho supuso el reconocimiento explícito de soberanía
para la naciente República de Colombia. En junio de 1822, de nuevo en
Londres, y privado ya del apoyo de Simón Bolívar, inició las
negociaciones para lograr un nuevo empréstito por valor de cinco
millones de libras esterlinas.
Francisco Antonio Zea no llegó a conocer el desenlace de su última
campaña; murió en Inglaterra, en sus aposentos del prestigioso The
Royal York House Hotel, en la ciudad de Bath, donde había ido a
tomar las aguas medicinales, corría el 28 de noviembre de 1822; acababa
de cumplir 52 años de edad. Aún resonaban en el aire los ecos del
banquete que, apenas unos meses antes, el 10 de julio de éste 1822, le
habían ofrecido, en el London Coffe House, un selecto grupo de
comerciantes, políticos e intelectuales londinenses, encabezados por el
duque de Sommerset y sir James Mackintosch, uno de los líderes de
la oposición Whig.
Pocos días antes de su muerte había dejado, lista para ser impresa, su
última contribución literaria: dos extensos volúmenes bajo el título Colombia: Siendo una relación geográfica, topográfica, agrícola y
política de aquel país, adaptada para todo el lector general, y para el
comerciante y colono en particular. Fue su último esfuerzo
emprendido en la misma dirección en la que dirigiera sus pasos desde su
prístina formación bajo las férulas de Félix Restrepo y José Celestino
Mutis, y por la que, desde diferentes frentes, luchara toda su vida: su
compromiso con la realidad territorial colombiana y con la
comercialización de sus riquezas naturales. |