Uno de los ejes del tridente carolino, la denominada Ronda de Atocha que continúa por la Ronda de Valencia hasta la Ronda de Toledo, terminando en la plaza Puerta de Toledo, nos lleva a un recorrido que ha sufrido una transformación profunda en el último cuarto del siglo XX. De ser una vía en la que se combinaba la residencia obrera con talleres industriales, ha pasado a configurarse como un eje eminentemente cultural a través de la rehabilitación de diversos edificios para albergar instituciones culturales y de ocio.

El recorrido se inicia con la ampliación del Museo Centro de Arte Reina Sofía, antiguo Hospital General de Madrid. La ampliación se ha realizado según el diseño del arquitecto francés Jean Nouvel y supone una apuesta arquitectónica de vanguardia que rompe con la uniformidad de la arquitectura doméstica del otro lado de la calle, como se puede observar en las viviendas de los números 31 y 33 con vuelta a la calle Juan Sebastián Elcano.

Se trata de dos módulos de vivienda de ladrillo en sus fachadas, aleros de madera y decoración geométrica en las líneas de imposta y sobre los balcones. Comparten un pasaje industrial hoy desaparecido que, con anterioridad, albergaría pequeños talleres a lo largo de sus naves.

En el solar contiguo se levanta el Circo Price. Para su construcción se sirvió del lienzo del muro de la antigua Fábrica de Galletas PACISA, una sencilla construcción industrial pero cuya fachada se adornaba de motivos cerámicos de lacería, según proyecto original de 1922 atribuido a Luis Martínez Díaz. Los estudiosos han destacado la composición simétrica de esta fachada en cuyo centro se sitúa un arco de ladrillo que da entrada al portal de carruajes.

En el año 2000 se firmó el proyecto para incluir dentro del edificio, respetando tan sólo la fachada, el Nuevo Teatro Circo Estable de Madrid, obra de Mariano Bayón. El antiguo Circo Price de Madrid, inaugurado en 1880, desapareció tras una operación especulativa y estaba situado en la Plaza del Rey. Esta nueva construcción en la Ronda de Atocha nº 35 cuenta con edificios anejos destinados a museo del circo, salas de ensayo, salas de administración y dos naves para animales. La parte central es un cuerpo cilíndrico de gran capacidad.

Para saber más: www.esmadrid.com/circoprice

A continuación, en el nº 37 de la Ronda haciendo esquina con la calle Fray Luis de León, se ubica el antiguo taller de carpintería y almacén de maderas y vivienda para Don Martín Martínez, conjunto residencial en chaflán de dos plantas, con un vago recuerdo palacial. Presenta frontones sobre los balcones y reserva las naves laterales a talleres. Fue construido en 1918 por el arquitecto Enrique Pfitz López y rehabilitado en la década de los noventa.

En el número 2 de la Ronda de Valencia, entre las calles Valencia y Amparo, destaca la nueva imagen que ofrece la antigua sucursal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, construida en varias fases, desde finales del siglo XIX hasta 1910, según un proyecto inicial de Fernando Arbós y Tremantí (1844-1916), autor también del Panteón de Hombres Ilustres y de la iglesia de San Manuel y San Benito de la calle Alcalá. El edificio presenta una interesante fachada neomudéjar de composición equilibrada con un cuerpo central rematado en hastial escalonado y pabellones de esquina a modo de torreones. El hecho de que en Atocha empleara este lenguaje neomudéjar puede entenderse como un deseo del arquitecto de enlazar con el paisaje urbano de la industria.

En la actualidad es la sede del Centro Cultural de Caja Madrid, "La casa encendida", rehabilitación realizada por Carlos Manzano Rodríguez a partir de 1999. Fue inaugurada en 2002 como centro de ocio social y cultural

Para saber más: www.lacasaencendida.com

Nuevamente, siguiendo este recorrido pero en la acera de enfrente, en la Ronda de Valencia nº 5 con vuelta a la calle Bernardino Obregón, se levanta un edificio de viviendas sobre una antigua fábrica de maderas, obra de 1904, debida a José Purkiss Zubiría, maestro de obras, de la que tan sólo ha sobrevivido la fachada achaflanada en ladrillo conformando una red decorativa. Las viviendas en altura son resultado de la transformación realizada por el arquitecto José María Otamendi en 1997.

Una fábrica de indudable importancia en plena glorieta de Embajadores, plaza que enlaza las Rondas de Atocha y Valencia, con la de Toledo, es la antigua Fábrica de Tabacos. Su historia se remonta a las últimas décadas del siglo XVIII, como fábrica heredera de las tradicionales manufacturas reales. Construida a partir de 1780 por José de la Ballina, discípulo de Juan de Villanueva, como fábrica de aguardientes, licores, naipes, papel sellado y depósito de efectos plomizos. En 1809 José Bonaparte la destinó a fábrica de cigarros y rapé, destino que conservó hasta su cierre pasado el ecuador del siglo XX.

Es un enorme edificio cuya planta presenta forma de paralelogramo, levantada sobre zócalo de granito y con tres pisos superiores. La distribución interior está planificada en torno a tres patios, el central estuvo primitivamente ajardinado, con una fuente en medio. Se abre a la glorieta de Embajadores con una verja, aunque su entrada principal da a la calle del mismo nombre. La puerta principal está enmarcada por dos pilastras dóricas que sostienen un balcón con guardapolvo curvo que cobija el escudo real.

Frente a esta estructura se encontraba el famoso Casino de la Reina, una finca denominada con anterioridad la Huerta del Clérigo Bayo y que fue regalada a la reina Isabel de Braganza durante el reinado de Fernando VII como lugar de recreo. Su diseño se adapto a la estética inglesa y pintoresca de la jardinería de la época. Allí se instaló el primer Museo Arqueológico Nacional, con las colecciones procedentes del Patrimonio Real. En 1877 esta finca comienza a mermarse y perder su fisonomía al construirse en sus jardines el primer edificio destinado a Facultad de Veterinaria, la Escuela Profesional de Veterinaria, proyecto de Francisco Jareño y Alarcón (1818-1892). De planta cuadrangular en torno a un patio central es desde 1958 sede del Instituto de Bachillerato Cervantes. Lo único que se mantiene del antiguo Casino de la Reina es la verja que circunda el primitivo perímetro, aunque la puerta de acceso principal se trasladó al Retiro, hoy como entrada al recinto por la Plaza de la Independencia.

Por último, este recorrido culminaría en otra estructura fabril, el Gasómetro o Fábrica del Gas, que ocupaba un solar entre el Paseo de las Acacias y la Ronda de Toledo. Fue construida en 1847 por la Sociedad La Madrileña. Por la creciente demanda la fábrica amplió sus instalaciones y, entre 1851 y 1856, se transformó en la Compañía Madrileña de Alumbrado y Calefacción de Gas. Desde 1917 fue propiedad del Ayuntamiento de Madrid. Desaparecida en su mayor parte, hoy en día un antiguo arco de acceso y su alta chimenea forman parte de los actuales Jardines del Rastro.