La Cerámica Estela

Con la Cerámica Estela se inauguró en Alcalá de Henares la producción de ladrillos en serie. La empresa fue fundada por Cándido Germán Ortiz en 1919 tomando el nombre de Cerámica Estela en atención a su esposa.

Se trataba de una fábrica de ladrillos y tejas activada mecánicamente que en pocos años alcanzaría una gran capacidad de producción. Si en 1924, con una nómina de 15 obreros, trabajaba 21.000 toneladas de piezas (ladrillos macizos, huecos, teja plana, rasilla y baldosines), apenas cinco años más tarde, ofrecía empleo a más de un centenar de trabajadores locales, llegando a las 50.000 toneladas de producción anual. Al finalizar la Guerra Civil ocupaba casi a un centenar de personas, en su mayoría, vecinos de Alcalá de Henares.

Las instalaciones de la fábrica (hoy desaparecida) ocupaban una amplia superficie de más de 200 metros en la carretera (hoy Paseo) de Pastrana en dirección al Puente de Zulema, esto es, el eje sur de salida del municipio que después de la guerra se convertiría en un área predilecta de localización cerámica.

Molino de tierra de la Cerámica Estela
Molino de tierra de la Cerámica Estela (Colección Ramón del Olmo)

La cantera de arcilla se encontraba a un kilómetro aproximadamente de la fábrica empleándose, en origen, caballerías para el arrastre de la materia prima. La cerámica empezó a funcionar con un solo horno circular construido en piedra al que años más tarde se le unirían otros dos de mayor envergadura, construidos con ladrillos de la propia fábrica. Eran hornos túnel, con planta rectangular de aproximadamente sesenta metros de largo por cinco de ancho, que funcionaban según el sistema hoffman aprovechando el calor de la combustión de carbón a través de un circuito cerrado.

A finales de los años sesenta, se puso en funcionamiento una nueva sucursal de la Cerámica Estela, conocida como Estela Dos, instalada en la margen izquierda de la Carretera de Pastrana al pié de un conjunto de cerros de donde se extraía tierra de reconocida calidad. Tampoco se conservan trazas de esta segunda fábrica Estela que en la actualidad ocupa un pequeño polígono industrial, aunque es fácil reconocer visualmente por los recortes y desniveles que el expolio extractivo ha provocado en los cerros y, en general, en la topografía de este entorno.

Escenas de trabajadores de la Cerámica Estela Escenas de trabajadores de la Cerámica Estela
Escenas de trabajadores de la Cerámica Estela
Escenas de trabajadores de la Cerámica Estela (Colección Ramón del Olmo)

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