Fábrica de Ladrillos San Antonio

Situada en el término de Canillejas, la Estadística Minera la describe como "la más perfecta en su clase de las existentes en España y tal vez en Europa".

La Fábrica de ladrillos de San Antonio entra en la escena cerámica madrileña en un momento de auge de la demanda de materiales de construcción. Su instalación ocupa una superficie de unas 8 hectáreas de las cuales más de siete mil metros se destinan al edificio fabril y dependencias anexas.

Si comparamos los detalles de su funcionamiento, casi automatizado, con las primeras cerámicas instaladas décadas atrás, observamos los efectos concretos de algunos de los cambios técnicos y organizativos impuestos, sin duda, por una mayor racionalización del trabajo. Entre las principales innovaciones, se destacan dos aspectos: una concepción más racional de la organización del espacio fabril y la implantación de la electricidad como fuente energética capaz de cubrir todas las necesidades de la instalación.

El nivel de mecanización se extiende a todo el proceso, desde la extracción de la tierra a pié de fábrica hasta la cocción del material en los perfeccionados hoffman, pasando por los procesos intermedios de amasado, moldeo y secado de los ladrillos.

Si bien, el verdadero ahorro de tiempos y economías se produce a toda luces en las operaciones de transporte y colocación del material en los espacios destinados al secado y su conexión con la posterior cocción en los hornos. Así pues, el ladrillo salido de las galleteras se cargaba automáticamente en vagones especiales que lo transportaban e introducían en el secadero artificial, uno de los tres que existían en la instalación, situado en la planta baja a continuación del horno y con una capacidad para 200.000 piezas.

Y como remate, un hoffman de 180 metros de recorrido, permitía trabajar a doble fuego llegando a producir 60.000 ladrillos al día.

Toda la fábrica se accionaba por corriente eléctrica, con estación de transformación propia que soportaba, en total, el funcionamiento de 36 motores con una potencia nominal de 463,2 caballos.

Boquilla-tapa de alimentador de un horno hoffman
Boquilla-tapa de alimentador de un horno hoffman

 


Informaciones recopiladas de la exhaustiva crónica publicada La Estadística Minera de España, 1930, pp. 429-435

Imprimir Cerrar ventana Subir