La Fábrica de ladrillos de Valderrivas S.A, se instaló en Madrid en 1907 con todo el carácter de "una fábrica de ladrillos a la moderna" como la bautizó La Construcción Moderna haciéndose eco de este modélico establecimiento construido junto al Puente de Vallecas sobre un extenso yacimiento arcilloso de excelente calidad.

La Sociedad se constituyó en 1903 apareciendo ya como explotadora de un tejar en el término de Vallecas.

El conjunto de la instalación abarcaba una extensión global de 16.500 metros cuadrados con una capacidad técnica para producir 35 mil piezas diarias e incluso duplicar la cifra si el mercado lo exigiera. La fábrica se concentraba en un solo edificio de cuatro plantas que contenía la maquinaria, los hornos, los secaderos, un motor a vapor de 115 caballos y otros servicios de apoyo. Los hornos, en particular, formaban "una inmensa rotonda constituida por 24 cámaras de 50 metro cúbicos de capacidad cada una, dispuestas para doble calefacción previa, utilizando todo el calor antes y después de producir la cocción de ladrillos", como mandan los cánones de ahorro y aprovechamiento energético del sistema hoffman. "Registradores automáticos" controlaban los tiempos, funciones y operaciones desempeñadas por los 60 obreros ocupados de forma permanente en los secaderos y en los hornos, así como la cantidad de combustible consumido en cada cámara y otros pormenores de la fabricación. Muy pronto, los productos de Valderrivas, particularmente el ladrillo y la rasilla, obtuvieron fama de muy buena calidad, destacándose la regularidad y uniformidad de las piezas que favorecían la perfección, belleza y economía de las obras de fábrica.

Durante la Guerra Civil, la fábrica estuvo funcionando activamente, autogestionada por un comité obrero, abasteciendo, en parte, las necesidades de material demandadas para la construcción de trincheras, parapetos y otras obras defensivas.

A finales de los años cuarenta, la Fábrica Valderrivas se situaba a la cabeza de las empresas del ramo de la Capital con una producción anual de más de 50 millones de unidades y una nómina de trescientos trabajadores.