Desde los orígenes de la humanidad se ha utilizado la piedra, existente en el entorno más próximo, con el fin de testimoniar a sus antecesores, perpetuar un acontecimiento importante, fortificar sus ciudades o simplemente construir sus viviendas para mejorar la calidad de vida. El uso de la piedra en la construcción ha sido siempre muy apreciado, fundamentalmente por su carácter duradero y por su belleza natural. Esto ha hecho que haya sido muy utilizada para construir catedrales, monasterios e iglesias, castillos, murallas, puentes, etc. El desarrollo de las civilizaciones y el avance en las técnicas de edificación se reflejan a lo largo de la historia, siendo testimonio permanente gracias a la piedra. Por ello, la piedra de construcción es un recurso muy valorado y es el eje de la economía de muchas localidades en las que existe una tradición importante de la cantería. En muchos pueblos de la Comunidad de Madrid aparecen museos y esculturas que son un homenaje a aquellos artistas, los canteros, que han labrado nuestros monumentos.

La localización exacta de las canteras históricas utilizadas para el abastecimiento de piedra de los monumentos es, a veces, una tarea difícil. En ocasiones, se trata de explotaciones muy superficiales, el crecimiento urbanístico las ha cubierto o puede que se hayan agotado sus recursos. Mucho más fácil es definir la formación geológica de la que proceden, siendo esto la base para poder localizar el frente de cantera, cuando existe y no ha desaparecido.

La localización de estas canteras tiene una gran importancia desde un punto de vista histórico y cultural, ya que aporta información sobre las vías de comunicación, la tecnología disponible en la industria de la cantería así como del comercio existente en cada época. Otro aspecto importante es su interés científico, ya que el material en la cantera es el punto de partida de los procesos de alteración que sufren estos materiales con el paso del tiempo, permitiendo establecer su durabilidad. El conocimiento de estos procesos facilitará los estudios necesarios a realizar para poder abordar los trabajos de conservación y restauración del patrimonio arquitectónico.