Ciencia y Cultura


LA FAMILIA DE LEÓN ROCH

 

La familia de León Roch Pérez Galdós,  Benito.

Alianza, Madrid, 2000

 
 
 
 

EL AUTOR

Benito Pérez Galdós nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1843. Sus ascendientes anglosajones determinaron, a la vez, su pronto dominio de la lengua inglesa, que le permitió traducir a Dickens, y la adquisición de un insobornable talante liberal. Trasladado a Madrid con dieciséis años para estudiar Derecho, hizo de la capital su ciudad adoptiva y la convirtió en el escenario de la mayoría de sus grandes novelas. Dedicado en exclusiva a la literatura, la vida de Galdós es la historia de su abundantísima creación literaria y de su existencia silenciosa, herética, veteada por los periódicos viajes al extranjero y por sus amores secretos; solo años después de su muerte se conoció su apasionada relación con la escritora Emilia Pardo Bazán. Galdós ganó mucho dinero con sus obras, en especial con las cinco series de los Episodios Nacionales, pero su prodigalidad y las deudas contraídas en su agitada vida sentimental le depararon una ancianidad marcada por los problemas económicos.

Fue una figura admirada por sus cualidades literarias y controvertida por sus posiciones de irreductible liberal progresista. Cuando murió, en enero de 1920, su muerte fue un acontecimiento nacional, pero las jóvenes generaciones de escritores, los del 98, le eran hostiles, y los sectores más conservadores lo miraban con prevención. Dejó una obra vastísima, compuesta por 32 novelas, 46 Episodios Nacionales y 24 obras de teatro, además de cuentos, memorias y colaboraciones periodísticas. Es Galdós el mayor novelista de la España moderna y uno de los grandes representantes del realismo europeo.

 
 

RESUMEN ARGUMENTAL

León Roch es ingeniero y matemático. Se ha casado con la hermosísima María Egipcíaca, hija del marqués de Tellería, pero, pasada la etapa inicial de la pasión, el matrimonio comienza a resquebrajarse porque la esposa, bajo la acción del ambiente integrista en que se desenvuelve, da síntomas crecientes de un atroz fanatismo religioso y no puede soportar el ateísmo, que no es tal, sino simple laicismo, de León, quien no descree de Dios acepta el matrimonio cristiano y aspira a fundar un hogar vertebrado por sus principios; lo que no admite es el espíritu mojigato y sectario de esa religiosidad, que se convierte en la práctica en pretexto para la vida social más frívola, todo ello compatible con el despilfarro y el ocio más escandalosos, hasta tal punto que la familia política va dando tumbos de continuo y es rescatada en los instantes cruciales por la acción benéfica de León, siempre dispuesto a todo con tal de salvar su matrimonio. Pero es inútil: María da una vuelta de tuerca detrás otra hasta que León opta por separarse. Pero María se entera de que se ha ido a vivir cerca de una amiga de la infancia y va en busca del marido, poseída por los celos, que le provocan un brutal ataque de nervios, que la lleva a la muerte, pese a los afanes de León, La familia Tellería, en tanto, intriga contra éste, al que calumniosamente acusa de relaciones adúlteras con su antigua amiga, Pepa Fúcar, con el propósito de chantajearlo. La historia se cierra con una solución de conveniencia, no sabemos si cáustica, auspiciada por el padre de Pepa Fúcar, marqués del mismo nombre y notable prestamista: Pepa y León no vivirán juntos; el marido de esta no pisará el domicilio conyugal; se salvarán así el matrimonio y la memoria de María Egipcíaca, cuya familia se estabiliza en lo económico merced al ventajoso matrimonio de uno de sus miembros.

 
 

VALORACIÓN

La familia de León Roch pertenece al ciclo, así denominado por el autor, de las <<novelas de la primera época>>, marcadas todas por su doctrinarismo. <<Novela de tesis>>, en efecto, La familia presenta el choque entre el laicismo progresista y tolerante del científico y el acérrimo integrismo de los sectores ultraconservadores. Es posible, cabe conceder, que León sea demasiado bueno, demasiado liberal, demasiado tolerante, y que María, su mujer, sea demasiado fanática, demasiado necia, demasiado intolerante, y que su familia sea un excesivo e irreal despropósito. Con toda, la novela (1878) es un fiel eco de la polémica abierta entre los krausistas y los neos (neocatólicos), que estalló con la decisión del marqués de Orovio de prohibir la enseñanza del darwinismo y exigir la absoluta subordinación a los dogmas de la Iglesia, lo que dio lugar a la dimisión de distinguidos profesores universitarios, entre ellos Giner de los Ríos, y a la creación de la Institución Libre de Enseñanza. León es leal trasunto de la figura del krausista. Pero más allá de las servidumbres históricas, está la tremenda verdad de los personajes, ya que no del protagonista, demasiado de una pieza: así María Egipcíaca, hembra consumida por los celos; su hermano Luis Gonzaga, místico, integrista y tuberculoso; su consejero espiritual, el jesuita italiano padre Paoletti, siempre sinuoso; Pepa Fúcar, la mujer enamorada de <<su>> hombre por encima de todo, y la familia Tellería, espécimen puro de la Restauración y de la improductiva burguesía, que condujo a España a la depauperación, y en cuyo análisis entra Galdós por primera vez con esta novela.

La familia de León Roch, en fin, ilustra a la perfección la precariedad de todo tipoen que el pensamiento científico se desenvolvía en la España de la Restauración. En esto no hay exageración alguna.