Ciencia y Cultura


"INFORME PARA UNA ACADEMIA", EN CUENTOS COMPLETOS (TEXTOS ORIGINALES)

 

"Informe para una academia", en cuentos completos (Textos originales) Kafka,  Franz.

Traducción: José Rafael Hernández Arias

Valdemar. Madrid, 2000

 
 
 
 

EL AUTOR

Franz Kafka (1883-1924) es, para muchos, el escritor más representativo del siglo XX. En vida publicó poco, aunque escribió mucho; pero tras su fallecimiento su amigo y albacea Max Brod, que rehusó cumplir la orden de Kafka de que destruyera todos sus manuscritos, dio a conocer uno de los legados literarios más asombrosos de los tiempos modernos, pese a la breve vida de su autor. Al legado kafkiano pertenecen obras tan extraordinarias "El proceso", "El castillo", "América", los cuentos y los diarios, la turbadora "Carta al padre" -el padre que no se dignó nunca leer a su hijo-, además de "La metamorfosis", obra capital que el escritor llegó a publicar, Pero Brod fue tan leal a su amistad con Kafka como poco riguroso en sus tareas de editor: fundió y refundió textos, los arregló, los reagrupó, etcétera. En los últimos años se ha procedido a la revisión del corpus kafkiano, que ha establecido una imagen más fidedigna de esta vasta y excepcional producción. Los cuentos han agradecido de modo especial este proceso de revisión y depuración. Hoy nos acercamos a uno de ellos, "Informe para una Academia", y lo hacemos a través de la edición española de Valdemar, que ha seguido la línea ecdótica más rigurosa. No es una novela, desde luego, pero es tal su complejidad que encierra todo un universo con tanta legitimidad como la más ambiciosa de las novelas. Y viene a nuestra sección para iluminar en nuestra opinión un tema central: la puesta en tela de juicio del paradigma científico darviniano, uno de los grandes paradigmas de la ciencia de occidente.

 
 

RESUMEN ARGUMENTAL

A través del informe a una academia científica asistimos a una amarga deposición de un mono convertido en criatura humana contra el espíritu ilustrado que está en la base de la ciencia occidental. En efecto, el mono "humanado" fue herido en su captura y las secuelas subsisten, aunque el evolucionado chimpancé está curado en apariencia, e integrado en el universo humano. Kafka era judío, como es bien sabido, y la cultura judía impregna toda su obra- Siguiendo una corriente crítica muy intensa, el editor español considera, en su introducción, que el cuento plantea la imposible asimilación del pueblo judío por la cultura occidental. Pero nosotros apostamos por la crítica de la civilización occidental, un poco al modo de las teorías de Freud sobre el malestar en la cultura, y en concreto por la tesis de la iluminación crítica del paradigma darviniano. Esclavizado y martirizado en su cautiverio, tras ser herido durante su captura, el "humanado" mono, conocido como Pedro el Rojo, que vivía en la selva en absoluta libertad, elige la falsa libertad del hombre. Sus secuelas son todavía visibles en su leve cojera y una gran cicatriz roja sin pelo, de donde procede aquel apelativo. Pedro no quería la libertad, sólo una "salida"; la libertad es propia de la desdichada especie humana. Y su "salida" fue dejar la jaula y convertirse en hombre tras un largo y arduo aprendizaje. Una de sus pruebas clave fue aprender a descorchar y beber una botella de aguardiente (¡!!). El "Informe" describe su experiencia hasta alcanzar la educación media de un europeo y convertirse en un gran artista.

 
 

VALORACIÓN

Las tesis de Darwin sobre el origen del hombre suscitaron ecos contrapuestos. Unos las acogieron con entusiasmo por lo que tenían de culminación del pensamiento ilustrado y de destrucción de la mitología religiosa del ser humano. Los creyentes, perplejos, las deploraron, pero otros, en ámbitos distintos, vieron en ellas la confirmación de su pensamiento antropológico: así, sin salir de Inglaterra, los poetas de la generación de Robert Browning y este mismo reflejaron en sus versos la profunda melancolía causada por la obra darviniana. Kafka, radical, ironiza sobre la evolución: el mono "desciende" a ser hombre; pasa de la libertad absoluta a la desdicha plena. Todo en una prosa ejemplar en su laconismo, un laconismo adecuado para el auditorio científico al que se dirige. Y ejemplar también por la densidad de la narración, poblada de ricas alusiones críticas al mundo civilizado, que culminan en la referencias a los únicos momentos felices de sus días, cuando se reúne por las noches con una chimpancé y está con ella "a la manera simiesca". Un texto magistral, en suma, cuyas virtualidades dramáticas, porque se trata de un monólogo ?exactamente de un soliloquio-, han determinado más de una vez su adaptación a los escenarios.

La edición Valdemar incorpora otros textos del mismo ciclo narrativo, sobre Pedro el Rojo.