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Responsables:
Mª. Elena Hernández Oliva
Isabel Solana Domínguez
Mª. Del Mar Contreras Chana
Centro: Colegio Diego Laínez (Torrejón de Ardoz)
Fuente:
Dirigido a: ESO, Bachillerato y público en general
Material
Soporte de cubetas ilustrado con iconografía geológica (depuradora).
5 cubetas de plástico transparente, con gomas y tuercas de corcho (depuradora).
4 botellas de plástico cortadas por la mitad y sostenidas con cuerdas a un soporte (batería de suelos).
4 contenedores de lixiviados (batería de suelos).
Material natural: caliza, lapilli, turba, grava cuarcítica de diferente tamaño y hojarasca de roble.
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Fundamento científico
El suelo, entre otras funciones, tiene la capacidad de retener diferentes componentes que
viajan en el agua que se infiltra por él. Este fenómeno va a variar dependiendo del tipo de
suelos, y al efluente que se obtiene se le denomina lixiviado.
Desarrollo
Hemos construido una depuradora de «cuatro saltos» con diferentes materiales naturales
–hojarasca y conglomerados, gravas y arenas fluviales ordenados de mayor a menor granulometría–,
a través de la cual los alumnos van a hacer circular un vertido y se podrán observar
al final las diferencias en color, turbidez, transparencia, pH, recordándonos al agua
limpia. Además, esto va acompañado de una batería de botellas con materiales procedentes
de cuatro suelos distintos, donde se hacen pruebas al lixiviado para demostrar que a
veces el suelo enriquece el agua de lluvia (turbimetría, pH, colorimetría, etc)..
¿Qué hizo el visitante?
El visitante ponía en funcionamiento la depuradora natural cargándola con el tóxico y
evaluaba el resultado, además de percatarse de que, según fuera el suelo, el efluente era
distinto como aprecian en la batería de suelos. Se sorprendía cuando observaba el agua
prácticamente transparente al final, entendiendo el poder de retención que tienen los
componentes minerales de las hojas y las ceras que recubren las hojas.
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