Responsables:
Francisco Barradas Solas
María Teresa San José Balcaza
Pedro Valera Arroyo
Centros: IES Alpajés (Aranjuez) IES Matemático Puig-Adam (Getafe)
Fuente: VII Feria Madrid por la Ciencia
Dirigido a: ESO, Bachillerato y público en general
Materiales
Aparato de radio.
Teléfono móvil.
Rejilla metálica.
Alicates o tijeras para cortar la malla.
Papel de aluminio.
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Aparato de radio dentro de una jaula de Faraday casera. Deja de sonar.
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Fundamento científico
Las ondas de radio son ondas electromagnéticas que se reflejan en las superficies conductoras
(¡así es como funcionan los espejos metálicos con la luz visible!). Las de las emisoras
de FM tienen longitudes del orden de unos pocos metros, y las de AM, de unos pocos
cientos de metros.
Desarrollo
Las ondas electromagnéticas son capaces de penetrar muy ligeramente en las superficies
conductoras, siempre más cuanto mayor es su longitud de onda. Esa es probablemente una
de las razones por las que las rejillas frontales de los microondas siempre están separadas
unos centímetros del exterior de la puerta. También podemos investigar cualitativamente
este fenómeno con nuestra «jaula de Faraday», que es como se llaman estos dispositivos
que sirven para aislar una región de la radiación electromagnética.
Nuestra malla, con huecos del orden de 1 cm, es prácticamente continua para las ondas
electromagnéticas, que «solo son capaces de ver» discontinuidades del orden de su longitud
de onda o menores. Por eso los hornos de microondas (con longitudes de onda del orden de
los 10 cm) necesitan una rejilla metálica mucho más tupida. No es mala idea investigar lo
que pasa con los teléfonos móviles GSM, que utilizan microondas de unos 30 cm y están
dotados de antenas sensibles y amplificadores de la señal.
Un aparato de radio en funcionamiento deja de sonar al introducirlo en una jaula de malla
metálica. Para que suceda lo mismo con un teléfono móvil necesitaríamos una malla mucho
más tupida o, mejor aún, envolverlo en papel de aluminio.
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