La iniciativa Acercando Vidas busca poner en contacto a jóvenes universitarios con personas mayores que quieran compartir un rato de conversación e intercambio de experiencias frente a esta pandemia
Diversos estudios han mostrado el efecto negativo de la soledad en la salud mental y física de las personas. De hecho, los sentimientos de soledad correlacionan con un mayor riesgo de padecer depresión, e incluso con un aumento del 26% del riesgo de muerte prematura (Cacioppo y Cacioppo, 2018). Dados los índices de soledad en las sociedades actuales y sus consecuencias, se considera que es un problema de salud pública. De hecho, en el Reino Unido se ha creado un Ministerio de la Soledad con el convencimiento de doblar sus esfuerzos en la oferta y coordinación de servicios de acompañamiento (Pimlott, 2018).
Según datos del INE de 2015, el 25 % de la población española vive sola, y de este porcentaje, el 40% se corresponde con personas mayores de 65 años. Un estudio realizado en España encontró que el 23,1 % de las personas mayores se sentían solas, un 17,1 % se sentían solas ocasionalmente y un 6 % a menudo (Losada et al., 2012). Aunque no se debe confundir el hecho de vivir solo/a con la soledad, durante el confinamiento provocado por la pandemia de la COVID-19 se han podido incrementar los sentimientos de soledad, especialmente de aquellas que pueden ser más vulnerables por diversas circunstancias, tales como problemas de salud, problemas de movilidad, falta de apoyo social, o menor acceso a las nuevas tecnologías.
Así, el mayor distanciamiento social impuesto por la pandemia puede incrementar en determinadas condiciones los efectos negativos de la soledad en las personas mayores, y contribuir a aumentar los problemas cardiovasculares, autoinmunes, aceleramiento del deterioro neurocognitivo, demencia, además del posible aumento de la necesidad de hacer uso de servicios sociosanitarios (Armitage y Nellums, 2020), sin olvidar que, al igual que ocurre con el resto de la población durante la crisis de la COVID-19 (OMS, 2020), también entre las personas mayores que viven solas, pueden aumentar los problemas de ansiedad y depresión. Por todo ello, de acuerdo con un reciente informe de Naciones Unidas sobre políticas acerca de la COVID-19 y la salud mental, ha sido la propia Organización Mundial de la Salud la que ha instado a poner en práctica en el ámbito comunitario medidas “… para fortalecer la cohesión social y mitigar los sentimientos de soledad, en particular en las personas más vulnerables, como las personas mayores. A este respecto, los gobiernos, las autoridades locales, el sector privado y la población en general deben asumir sus respectivas responsabilidades, tomando la iniciativa para abastecer de alimentos, llamar periódicamente a las personas que viven solas y organizar actividades en línea que permitan estimular las capacidades intelectuales y cognitivas de estas personas.” (OMS, 2020).
Conscientes de esta realidad, son numerosas las iniciativas que se han desarrollado desde diferentes sectores para ofrecer un apoyo social y emocional a través de acompañamiento telemático (llamadas o videollamadas telefónicas), como vías alternativas de socialización que permitan a las personas de más edad que pueden verse especialmente afectadas por esta situación de confinamiento, permanecer conectadas en caso de que lo necesiten. Estas iniciativas no solo pretenden acompañar afectivamente a estas personas, sino también proponerles actividades significativas que puedan desarrollarse en el propio lugar de confinamiento y que ayuden a combatir el sedentarismo y la inactividad (guías de actividad física, eventos culturales, juegos de mesa online, etc.).
Del compromiso por tratar de minimizar el impacto de esta situación y compartir las vivencias, nace Acercando Vidas (www.psicologiauam.es/acercandovidas), una iniciativa promovida por un grupo de profesores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid y profesionales de la Asociación Madrileña de Neuropsicología, que pone a su servicio un canal de intercambio de experiencias intergeneracionales y acompañamiento que comenzó durante el confinamiento y continúa en esta “nueva normalidad”. El objetivo de esta iniciativa es poner en contacto a jóvenes universitarios con personas mayores que quieran compartir un rato de conversación e intercambio de experiencias frente a esta pandemia. Los estudiantes han recibido una formación específica y cuentan con un equipo de expertas a las que consultar en caso de necesitarlo. Acercando Vidas busca, no solo acompañar si no promover el intercambio generacional y aprender junto a nuestros mayores cómo afrontar el futuro incierto post-pandemia.
Para más información contactar con: acercandovidas@psicologiauam.net
Referencias bibliográficas:
Armitage, R., & Nellums, L. B. (2020). COVID-19 and the consequences of isolating the elderly. The Lancet Public Health.as:
Cacioppo, J. T., & Cacioppo, S. (2018). The growing problem of loneliness. The Lancet, 391(10119), 426.
Losada, A., Márquez-González, M., García-Ortiz, L., Gómez-Marcos, M. A., Fernández-Fernández, V., & Rodríguez-Sánchez, E. (2012). Loneliness and mental health in a representative sample of community-dwelling Spanish older adults. The Journal of psychology, 146(3), 277-292.
OMS (2020) https://www.who.int/es/news-room/detail/14-05-2020-substantial-investment-needed-to-avert-mental-health-crisis
Pimlott, N. (2018). The ministry of loneliness. Canadian Family Physician, 64(3), 166.
