XIII Feria Madrid es Ciencia
Se da un suceso particular en los recintos feriales al acoger varios eventos de diverso parangón. De pronto, en pocos metros cuadrados, confluyen distintos grupos sociales que, en otros momentos de su vida, nada habrían tenido que ver. Madrid es una ciudad extensa, es fácil no volver a cruzarte con alguien por el resto de tu vida.
En estos casos, podemos jugar en la puerta principal a distinguir el destino de cada uno de los visitantes. Ya sea por la ropa que han escogido, la forma de caminar o los retazos de conversaciones cazados al vuelo en un cruce fortuito. Pocas veces son las que una se equivoca al vaticinar la dirección que tomarán los visitantes una vez hayan pasado el control de seguridad.
La segunda semana de marzo se dio uno de estos fenómenos en el recinto ferial de IFEMA. A la vez que personajes del panorama artístico y cultural sacaban su ropa de diseño del armario para asistir a la 43ª edición de ARCO, uno de los eventos de arte contemporáneo más importantes del panorama artístico, miles de adolescentes tomaban la línea 8 del metro de Madrid para adentrarse en los pabellones dedicados a la Semana de la Educación.
El evento estudiantil se presenta como un gran punto de encuentro del universo educativo de España, dividiéndose en distintas secciones, tales como Congreso Red, Schools Day, Formación Continua, Aula y Postgrado.
Pero, entre universidades, centros de formación profesional, escuelas de idiomas y demás entidades públicas y privadas, podemos encontrar un pabellón muy particular. En éste, el hilo conductor es exclusivamente la ciencia. Se trata, ni más ni menos, que de la Feria Madrid es Ciencia. Un evento sin más pretensión que mostrar que, desde el aula hasta la empresa, la ciencia conecta a todos los actores del ecosistema de innovación.
Organizada por la Fundación para el Conocimiento madri+d, a través de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades, la Feria Madrid es Ciencia celebraba los días 7, 8 y 9 de marzo su XIII edición en el pabellón 5 de IFEMA. Este año, el evento logró congregar a cerca de 22.000 asistentes durante los tres días.
Con un total de 10 universidades madrileñas, 22 centros de investigación, 12 museos y sociedades científicas, 27 empresas y start-ups y 4 administraciones públicas, era difícil resistirse a sus numerosos reclamos científicos. Entre las entidades participantes, podemos destacar algunas como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los Institutos Madrileños De Estudios Avanzados (IMDEA), la Agencia Espacial Europea (ESA), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) o la Real Sociedad de Física. En sus estands, los visitantes pudieron desafiar las leyes físicas subirse a un tentetieso gigante, ayudar al mismísimos Cajal con sus investigaciones gracias a unas gafas de realidad virtual y descubrir el espacio de la mano de Sara García, candidata española a astronauta.
Numerosas instituciones científicas que, aunque notorias, en esta ocasión no pretendían ser el Quijote de esta historia. Más bien sus leales compañeros de aventuras.
Porque los verdaderos protagonistas de estas jornadas fueron los 70 centros educativos, con sus casi 2.500 alumnos y 230 profesoras y profesores, encargados de traer los experimentos trabajados en sus respectivas aulas al público madrileño.
Y es que el principal rasgo distintivo de este evento radica en que los más jóvenes son los encargados de idear, diseñar y explicar los experimentos a una audiencia que, por otra parte, suele igualarles en edad o superarla. Un reto al que a muchos adultos aún nos cuesta enfrentarnos.
Gracias al trabajo que meses atrás realizaron en sus centros educativos de la mano del profesorado, consiguen consolidar habilidades tan importantes como la comunicación, la creatividad, el emprendimiento, la utilización crítica de la información y, sobre todo, el conocimiento de la ciencia y la tecnología desde una perspectiva práctica y divertida.
Dar una vuelta por sus estands hacía las delicias de cualquier persona curiosa. Entre sus pasillos se podían encontrar propuestas como “la ciencia tras el volcán de Pompeya” o el diseño de un satélite “CanSat”, pasando por proyectos de “magia científica” de la mano de los participantes más jóvenes de la feria. ¿Cómo resistirse a que una criatura, que apenas te llega por la cintura, te explique los misterios de la luz?
La Fundación para el Conocimiento madri+d, contó además con un estand propio en la Feria Madrid es Ciencia. En éste se reunieron 7 grupos de investigación madrileños dirigidos por científicos y científicas que cuentan con la financiación de las becas Marie Sklodowska-Curie y que pretenden servir de referencia para los jóvenes que pronto empezarán sus carreras científicas. Además, acudieron 4 start-ups que llenaron el espacio de los robots más futuristas del mercado. Fueron pocos los que se quedaron sin la oportunidad de participar en una carrera de drones o de jugar con el robot “Patitas”.
Finalmente, y como ya es tradición, el auditorio del Ágora acogió cerca de 50 ponencias científicas, además de los actos de inauguración y cierre del evento. Durante los tres días y de forma casi ininterrumpida, convivieron relevantes divulgadores, investigadores, profesores de secundaria y universidades y alumnos universitarios.
Un encuentro que, gracias al servicio de streaming, se puede seguir disfrutando en el propio canal de Youtube de la Fundación para el Conocimiento madri+d (https://www.youtube.com/playlist?list=PLFM_B3KwjcXPU7vGJHx2N4e-oCG8Voh9w).
El espacio contó además con la presencia del Consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana Duro; la Viceconsejera de Educación Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Ana Ramírez de Molina; la Directora General de Investigación e Innovación de la Comunidad de Madrid, Marina Pilar Villegas Gracia; el Director de la Fundación para el Conocimiento madri+d, Federico Morán Abad; el Director General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español, Bartolomé González Jiménez y el Presidente de la Real Sociedad Española de Física, Luis Viña Liste.
Tras una larga jornada, aunque seguía siendo fácil diferenciar a los asistentes de cada evento, algo había cambiado en los más pequeños. Entre caras de adultos cansados, americanas reposando en antebrazos y pies encorsetados en tacones stiletto rogando escapar, se colaban las risas y pasos acelerados de las criaturas, cargadas con bolsas llenas de artilugios, fruto de los diversos experimentos realizados en la Feria. En las caritas, reflejando la ilusión de volver al mundo exterior, dos grandes ojos brillaban observando su alrededor a través de unas nuevas gafas, las científicas. A la salida, una niña gritó “¡mamá, este ha sido el mejor día de mi vida”.