eGovernment 2.0 y nacionalización de empresas

Era cuestión de tiempo que la web 2.0 llegase a la administración pública. La web social, 2.0 o como queramos llamarla ha cambiado la forma en la que nos relacionamos con nuestros semejantes y ha facilitado la delegación de poder desde las organizaciones hacia los usuarios.

Hace pocos días, los ciudadanos de EE.UU. participaron en un debate abierto directamente con el presidente Obama. El espacio open for questions tiene algunas ventajas sobre el formato televisivo tengo una pregunta para usted:

– Cualquier ciudadano puede participar.
– Se evita la selección demoscópica de participantes, lo que reduce costes.
– El diálogo es continuo y no puntual.

Si nos fijamos bien en la definición de democracia, es innegable la total afinidad con el concepto de web 2.0. Esto puede generar un debate nuevo, especialmente en la medida en la que algunos proyectos 2.0 con dificultad para apropiarse de rentas de los usuarios y que tieneden al monopolio natural por las economías de red de su sector. Teniendo en cuenta que ni Adam Smith cuestiona la idoneidad de que el Estado intervenga para la creación de algunas redes e infraestructuras básicas, ¿deberían nacionalizarse o promocionarse desde la Administración algunos proyectos 2.0?


Evidentemente, no se trata de nacionalizar tuenti o Twitter pero existen numerosas iniciativas en el campo de la investigación médica o de la educación que podrían reducir los costes de coordinación, mejorar la comunicación entre los participantes y ofrecer un resultado de inteligencia colectiva superior al que se obtiene en la actualidad.

Próximamente publicaré en este blog una breve entrevista a Bernhard Niesner, cofundador de busuu.com, un portal para el aprendizaje de idiomas en el que los usuarios son al mismo tiempo alumnos y profesores. Este es un ejemplo de web 2.0 en el que algunos estados podrían estar interesados.

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