Vacaciones, calor y ¿descanso?

Cómo cambia el significado de la palabra «vacaciones» a lo largo de nuestra vida. Cuando éramos pequeños pensábamos en 3 meses en los que no habría cole ni veríamos a nuestr@s compis. Tras pasar por el colegio y el instituto, al llegar a la universidad cambió de nuevo el concepto de vacaciones, al reducirse a 2 meses: los últimos exámenes siempre caían en las primeras semanas de Julio, tal vez con la incertidumbre de si quedaría alguna(s) para Septiembre, y justo en Septiembre toda la burocracia de matrícula y becas. Aún con eso eran vacaciones, aún en los casos en los que había que «empollar».

Sin embargo, una vez en el mundo laboral la cosa cambia por completo, y más si se trabaja en áreas competitivas como la investigación científica. Ya las vacaciones no te las tomas necesariamente en el verano, duran como mucho un mes y normalmente no las puedes disfrutar del tirón. Y como Murphy suele «hacer de las suyas» mientras estás de vacaciones, hay que estar al tanto de lo que pasa…

¿Qué suele ocurrir en el ámbito de la bioinformática en los meses de Julio y Agosto? Que much@s de l@s investigador@s, becari@s, post-doctorales, etc… se toman vacaciones, pero la mitad de ell@s tienen que estar contectad@s. Y l@s que no están de vacaciones están asistiendo a algún curso de verano, congreso o reunión, ya sea como oyente o como ponente. También es el mes en el que se van ultimando los informes y colaboraciones relacionados con proyectos, congresos y publicaciones que se van a revisar o celebrar en Septiembre. Y en general, terminar artículos que están en preparación, pero cuya finalización quedó algo relegada en los meses anteriores por reuniones de proyecto, congresos u otros imponderables.

Las vacaciones son necesarias para descansar la mente, así que ¡aprovechadlas todo lo que podais!

Saludos desde la (de momento) calurosa Málaga.

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