Diferencias en los criterios aplicados a la hora de solicitar y justificar ayudas
Ayer fue publicado en el blog «Tall & Cute» la entrada «Diferencias entre las ayudas a la investigación y al cine». Fuera de la polémica que puede levantar dicha comparación, esa entrada entre otras cosas describe y detalla algo típico del mundo de la ciencia: la rigidez del modelo de gestión usado para conseguir garantizar la transparencia del proceso de concesión de ayudas; y lo mal pagada que está y siempre ha estado la carrera científica, al menos en España. Quien está metido en el mundo de la ciencia suele estar por vocación, no por las patentes o beneficios monetarios que pueda obtener. Una beca típica de 10000€ al año no da para vivir ni para subsistir (serían 14 pagas de ~700€ o 12 pagas de ~800€), y el becario/a de turno no tiene la alternativa del pluriempleo por las incompatibilidades de las becas. Si sumamos a eso la precariedad laboral del mundo de la investigación, hay que tener mucha vocación y voluntad para irse a trabajar al extranjero si es necesario.
Y el sueldo no es mucho mejor entre los técnicos de laboratorio,ingenieros a cargo de proyecto, becarios postdoctorales, etc… Larigidez en las escalas salariales es aberrante. Si se solicita unproyecto científico con dinero para contratar o becar a variaspersonas, es concedido y en alguna de las etapas del proyecto sobra unpequeño remanente debido a las escalas salariales, ese dinero no sepuede usar fácilmente para suplementar los sueldos. Y las escalassalariales del mundo de la investigación son las primeras que sufrencongelaciones cuando el país se encuentra con problemas monetarios,debido a que son escalas correlacionadas con las de los funcionarios.
Y todavía habrá gente que se pregunte por qué hay «fuga de cerebros«…
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