Me llamo Jorge Barbero Barroso y me gusta pensar que he cumplido el sueño de aquel niño que anhelaba dedicar su vida a explorar el pasado, al tener el privilegio de dedicarme profesionalmente a esta vocación. Actualmente, llevo a cabo una tesis doctoral en el campo de la Historia Antigua en la Universidad Autónoma de Madrid, en la que investigo la diplomacia secreta en el contexto de la expansión romano-republicana entre los siglos III-I a.C. Dicen que el nuestro es un oficio solitario, lleno de bibliotecas y silencios. Y aunque hay algo de cierto en ello, puedo afirmar con satisfacción que lo que más disfruto como aprendiz de historiador es la posibilidad de sumergirme constantemente en la investigación del pasado, para después poder compartir ese conocimiento con otros, a través de la docencia y la divulgación.