Año nuevo, y ya estoy de vuelta…

Hola a tod@s, ¡y Feliz Año Nuevo!,
    para los que leeis el blog, os habreis dado cuenta que durante 3 semanas no ha aparecido nada de nada. Durante este tiempo he estado de vacaciones fuera de España, descansando y relajándome (mis muñecas con tendinitis me lo han agradecido) dado que no me las tomé el verano pasado.

    Aunque todavía estoy digiriendo los e-mails del trabajo y las sugerencias que habeis mandado al blog, me ha llamado la atención un correo interno del CNB basado en una noticia publicada el 28 de Diciembre en el sitio web Rebelión, día de los Santos Inocentes. A continuación  os incluyo el comienzo de la misma:

Sería un estudiante cuando, sin haber acabado sus estudios reglados y para la consecución de la titulación de los mismos, realiza unas prácticas tuteladas por un profesor, el centro de formación y la propia empresa, en un tiempo parcial académico, por lo que forman parte del curriculum escolar. Por el contrario, un titulado de cualquier grado estaría trabajando, haciendo unas determinadas funciones e incluso adquiriendo nuevos conocimientos y prácticas profesionales. De hecho, existen los contratos en prácticas y formación para jóvenes titulados o no, que se incorporan al mercado laboral.

Intentar denominar ‘becarios’ a las personas que realizan unas determinadas actividades profesionales porque son jóvenes, no tienen experiencia, etc., para ningunearles la categoría de trabajador, forma parte de la picaresca de ciertas empresas expertas en la explotación y el fraude de cotizaciones sociales.

El artículo describe bastante bien la situación actual de los precarios, y demuestra una vez más que casi todos los que estamos en el mundo de la investigación es por vocación (porque nos gusta). Mientras estuve de viaje tuve la oportunidad de ver a través del Canal Internacional de TVE un minireportaje del Workshop que se celebró en el CNB el pasado 27 de Diciembre, y esta mañana en Onda Cero Radio, mientras trataba de superar el jet-lag, estaban entrevistando a un joven investigador. En ambos casos los entrevistados (si me equivoco, que alguien me corrija) explicaron que salieron de España para poder continuar con sus líneas de investigación. Como muy bien menciona el artículo, se invierte muy poco en España en investigación, y aunque la gente y los políticos ‘simpaticen’ con los investigadores, no tienen tan claro que una investigación en bioinformática, por ejemplo, sea de forma indirecta beneficioso para ell@s. Os incluyo una viñeta del genial Forges:

Y ayer volví a España, y aunque hayamos cambiado de año ¡todo parece seguir igual! ¡Esperemos que los Reyes Magos nos ayuden a superar la cuesta de Enero!

Referencias:

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