Fraude a la hora de publicar: demasiada gente «retoca» los resultados
Hoy gracias a un mensaje de mi compañero de trabajo Jan-Jaap me he encontrado con la siguiente noticia publicada el 29 de Mayo en boingboing y en The Chronicle of Higher Education: los editores y referees de las revistas se están encontrando cada vez más casos de retoque fotográfico de los supuestos resultados experimentales obtenidos por autores de manuscritos candidatos a ser publicados.
Es tal el nivel de fraude, que algunas revistas como las del grupo Nature Publishing se están planteando migrar de su modelo actual de detección del fraude mediante revisión aleatoria de un par de artículos por mes a otro más sofisticado. Este nuevo modelo usaría software que detectaría a nivel de imagen los «artefactos» que introducen los programas de retocado como Photoshop o GIMP.
Os recomiendo que os leais las noticias originales, porque no tienen desperdicio…
Enlaces:
La noticia no tiene nada de sorprendente teniendo en cuenta el aforismo de "publicar o perecer" ¿Qué esperaban?
Nada más señalar dos afirmaciones que se hacen en las noticias enlazadas:
1.- Según la revista JCI, la mitad (!) de los artículos que reciben contienen elementos de sospecha.
2.- Según la pájara K. Rooves, quien por cierto sigue trabajando y publicando como si no hubiera hecho nada, señala algo a mi entender devastador: No era la única en su laboratorio que hacía un uso "liberal" del sistema de manipulación de imágenes. Esto, que podría parecer exculpatorio para ella, me parece tremendo por el nivel cuantitativo de fraude científico que sugiere.
Pero estemos tranquilos: la comunidad científica seguirá sin querer aceptar lo que están haciendo bastantes más que "unos pocos".
Hay gente desesperada por publicar a toda costa, y para ello no se cortan un pelo en presionar lo indecible a sus subordinados para obtener resultados (si los tienen). Con esa presión (auto)impuesta no me extraña que una parte termine por "retocar" sus resultados para que sus esfuerzos de varios meses sirvan para algo, pero ello no les justifica en absoluto. Lo mismo pasa con aquell@s investigador@s que han llegado a "inventar" los resultados para que no les pise el artículo la competencia.
Esta misma presión es la que puede hacer malinterpretar, o no ponderar lo suficiente, los resultados obtenidos.