Las fases de GovtechLab Madrid

La colaboración entre las administraciones públicas y el ecosistema emprendedor requiere de varias claves para que su funcionamiento sea eficiente. Una de ellas es la metodología de trabajo. Esta metodología debe ser dinámica, flexible y capaz de hacer llevar las soluciones de innovación al sector público.

GovtechLab Madrid ha apostado de manera decidida por la innovación abierta, una metodología que fomenta la innovación, la transparencia, la medición de resultados y la divulgación de esos resultados para que los casos de éxito sean compartidos.

La innovación abierta se estructura en cinco fases.

1. Identificación de retos

Podríamos definir un reto como una necesidad a la que una administración pública necesita dar una solución. Los retos deben cumplir tres requisitos para ser considerados como tales: debes mejorar la vida de las personas, deben ser alcanzables a través de una solución tecnológica y deben ser medibles. Este último requisito facilitará la experimentación, su escalabilidad y su optimización.

2. Comunicación de los retos

Tras la definición de los retos, que lleva a cabo en sesiones de trabajo con las administraciones, la Comunidad de Madrid abre el periodo de participación a las empresas para que aporten sus mejores soluciones innovadoras. Startups, scaleups y pymes digitales entran en acción, a la vez que también lo hacen las universidades, los centros tecnológicos y de investigación, las incubadoras. Es el momento de participación del ecosistema govtech.

3. Conocimiento compartido en el sector público y el privado

Las empresas digitales que aportaron las soluciones tecnológicas más prometedoras para dar solución a los retos se reúnen con los equipos de las instituciones públicas. Es el momento para compartir su tecnología. Las empresas aportan el talento digital. Las administraciones, su experiencia y conocimiento del sector público. Gracias a este intercambio, las soluciones se ajustan y se enriquecen, y las más prometedoras se destacan del resto.

4. Pilotaje de la mejor idea

El proyecto escogido adquiere un nuevo impulso y deberá demostrar de manera práctica, sobre el terreno, que efectivamente tiene el potencial de generar un impacto positivo en la sociedad. Debe mejorar la vida de las personas, facilitar el trabajo de los equipos municipales, ser fácil de usar y ser sostenible.

5. Difusión de la solución del reto

Una vez que se comprueba que el piloto cumple lo prometido, que la solución propuesta es funcional, es momento de compartir este caso de éxito. De esta manera, la experiencia puede ser utilizada por otras administraciones. Gracias a todo el proceso de intercambio y experimentación anterior, hay información suficiente para replicar esa solución tecnológica en otros contextos, bien para resolver un reto similar o incluso para inspirar nuevos.

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