Ciertos fenómenos en la naturaleza emergen únicamente cuando los elementos
constituyentes están conectados formando sistemas más complejos, poseyendo
además propiedades que los propios elementos carecen. Existen nuevas tendencias
en la ciencia moderna que han tomado el reto de examinar estas propiedades con
una aproximación más allá de la reduccionista. Esto es lo que se llama ciencia y
tecnología de la complejidad.
Ciertamente una cosa es la complejidad de la ciencia y otra diferente es la
complejidad en la ciencia. Además la complejidad en la ciencia nos lleva de modo
natural a lo que se conoce como la ciencia de la complejidad. El 23 de enero de
2000 el célebre físico inglés Stephen Hawking, famoso por sus teorías sobre los
agujeros negros, en una entrevista que concedió al periódico norteamericano San
Jose Mercury News dijo: "Creo que el próximo siglo será el siglo de la
complejidad".
Hace más de un veintena de años comencé a escuchar hablar de la complejidad.
Se suponía que las cosas que estudiábamos entonces, a pesar de resultarnos
difíciles, eran por si mismas sencillas. Y el reto parecía ser el estudio de los
sistemas complejos, cuyo estudio además se escapaba del marco de la ciencia
conocida. De modo que adentrarse en el mundo de los sistemas complejos era algo
así como entrar más allá de la frontera donde comienza lo desconocido. Hoy en
día se oye hablar de complejidad tanto en las ciencias naturales como en las
ciencias sociales, y por ende en la ingeniería y en las tecnologías de la
información. De tal modo que incluso se escucha hablar de la ciencia e
ingeniería de la complejidad. En cualquier caso sigue siendo un problema definir
lo que es complejidad, y encontrar una definición que sea del gusto de todos
resulta arduo. Parece convertirse pues en un término que se escapa de las manos,
como un pez recién sacado del agua al que no somos capaces de atrapar.
En las ciencias básicas se ha desarrollado un concepto de complejidad
asociado a la física, aunque muy cercano en cuanto a la temática con problemas
de ciencias de la vida, la economía y en general fenómenos que se describen con
muchos grados de libertad o con muchas variables. Algunos de los ingredientes
básicos de los que podríamos hablar son la dinámica no lineal y la teoría del
caos determinista, la geometría fractal, la dinámica estocástica, las series
temporales no lineales, las redes complejas y los fenómenos colectivos. Se asume
que la ciencia de la complejidad tiene mucho que ver con las conexiones y las
múltiples interacciones entre las diferentes disciplinas científicas de forma
que su desarrollo podría permitir conocer espacios nuevos y aplicaciones nuevas
en un futuro próximo.
El mundo en que vivimos es muy complejo y constituye un enorme reto
comprender la naturaleza fundamental de sus complejidades. La ciencia moderna ha
alcanzado hasta el momento cotas de éxito notables a la hora de explicar el
mundo mediante la técnica del reduccionismo, es decir, en primer lugar
descomponiéndolo en sus elementos constituyentes y a continuación analizando sus
propiedades y finalmente reconstruyendo el sistema completo mediante la
superposición de sus elementos. Esta metodología se basa en la creencia de la
ciencia moderna de que la naturaleza se gobierna por reglas sencillas, de tal
modo que el conocimiento y posterior comprensión de estas reglas constituirían
precisamente la finalidad de la ciencia. Además este enfoque reduccionista lleva
consigo una profunda relación con la teoría lineal, que asimismo constituye otro
de los pilares en los que se apoya la ciencia e ingeniería de hoy día. Y esto
ocurre así debido a que en la teoría lineal se cumple el principio de
superposición, que viene a significar en pocas palabras que la suma de las
soluciones de un problema es también una solución. Sin embargo existen fenómenos
que emergen solo cuando los elementos están conectados formando sistemas más
complejos y que poseen propiedades que los propios elementos carecen. Nuevas
tendencias en la ciencia moderna han tomado el reto de examinar estas
propiedades yendo más allá de la aproximación reduccionista. Esto es lo que se
llama ciencia y tecnología de la complejidad.
La naturaleza está llena de formas geométricas complejas tales como las
líneas de las costas, estructuras de los ríos, las formas biológicas e incluso
las curvas complejas de los mercados financieros. Existe una característica
común en tales formas complejas, que es la autosemejanza. Esta es la propiedad
que consiste en que cuando una parte de esta forma se aumenta aparece el mismo
tipo de estructura. Esta propiedad fue descubierta por Benoit Mandelbrot y es
una propiedad universal que poseen muchas formas geométricas complejas y que
denominó "fractal". Por otro lado, existen numerosos patrones dinámicos en la
naturaleza tales como el movimiento de los planetas, la turbulencia en el agua y
en el aire, variaciones de las poblaciones de las especies en sistemas
ecológicos y otros muchos ejemplos. Estos patrones se describen mediante
ecuaciones de evolución no lineales y James Yorke encontró el mecanismo
universal que subyace a estos fenómenos no lineales. Lo llamó "caos", y a lo
largo de décadas ha intentado descubrir y enunciar sus propiedades matemáticas.
Ambos investigadores encontraron que los fractales y el caos son estructuras
universales que se encuentran en los sistemas complejos. Recientemente el
gobierno japonés decidió dedicar el prestigioso Japan Prize, el correspondiente
al 2003, a premiar los desarrollos realizados en torno a la ciencia y tecnología
de la complejidad y este prestigioso premio recayó sobre los científicos Benoit
Mandelbrot y James Yorke.
La ciencia de la complejidad es una disciplina que suministra nuevas
perspectivas y conocimientos en como los seres vivos se autoorganizan,
evolucionan y se adaptan como resultado de procesos de cooperación e
interacciones mutuas entre los elementos que los constituyen. Representa un reto
y una revolución intelectual que está transformando nuestra comprensión de la
vida biológica, sus estructuras y funciones. Entre sus líderes se encuentran
prestigiosos biólogos, físicos, psicólogos sociales, economistas, matemáticos, y
neurocientíficos. Existen numerosas iniciativas de agencias científicas en los
Estados Unidos de América que están orientadas a desarrollar esta dirección de
la ciencia, tales como los National Institutes of Health Roadmap (http://nihroadmap.nih.gov/)
o los National Science Foundation Crosscutting Programs (http://www.nsf.gov/home/crssprgm/start.htm),
y que pretenden enfatizar el carácter interdisciplinario y ampliar horizontes de
gran escala como paradigma de la vanguardia del futuro de la ciencia.
Además se vienen cristalizando numerosas iniciativas en torno al estudio y
desarrollo de la complejidad, aunando esfuerzos en las investigaciones sobre
problemas de la ciencia e ingeniería de la complejidad. Existe un servicio
digital que se llama Complexity Digest (http://www.comdig.org/), donde se trata
de diseminar la información sobre las diferentes investigaciones acerca de los
sistemas complejos, la teoría del caos, la dinámica no lineal, la geometría
fractal, la dinámica de redes complejas y la llamada vida artificial, entre
otros. El desarrollo de estas investigaciones, hace que asimismo existan
numerosas publicaciones periódicas que tratan sobre la complejidad en sí misma o
sobre materias que de una u otra manera están relacionadas con la ciencia de la
complejidad.
Actualmente nos enfrentamos a realidades más complejas y en las que existen
una gran variedad de fenómenos complejos no lineales en sistemas tanto naturales
como artificiales, y que se pueden reducir a reglas sencillas. Además, y fruto
de la aparición y emergencia de nuevos conceptos no lineales como el caos y los
fractales, está llegando a ser obvio que una aproximación lineal no resulta de
utilidad en la descripción de algunos sistemas dinámicos complejos. Por otro
lado varios elementos no lineales interaccionan fuertemente unos con otros
generándose patrones, los cuales aparecen en la descripción de numerosos
fenómenos del mundo real, de tal modo que el estudio de tales sistemas complejos
tiene un significado substancial en ciencia e ingeniería. De hecho se tiene la
creencia de que la comprensión de muchos de los sistemas complejos presentes en
el mundo real puede dar lugar a crear ciencia nueva y conocimientos aplicados a
la ingeniería del siglo XXI, superando algunas confrontaciones antiguas como la
teoría determinista frente a la probabilística, la necesidad frente a la
coincidencia, el todo frente a las partes, la universalidad y la diversidad o lo
subjetivo frente a lo objetivo.
Se trata en último término en intentar armonizar la ciencia y la ingeniería
con la finalidad de crear una nueva disciplina de la ciencia e ingeniería de la
complejidad. Hasta el presente se han atacado problemas esenciales e importantes
usando dos enfoques básicos. Por un lado podríamos hablar del enfoque
experimental-observacional de los sistemas complejos del mundo real, entre los
que cabría mencionar el cerebro, la tierra y los planetas, el genoma, los
fluidos y los plasmas. Por otro lado podemos hablar del enfoque téorico-computacional,
en los que se usaría una modelización no lineal, caos determinista, computación
de altas prestaciones, control de sistemas, minería de datos y diversas técnicas
de computación y visualización científica. Algunos ejemplos de estos estudios se
refieren a problemas de modelización matemática de sistemas biológicos,
modelización de redes de neuronas en el ámbito de las neurociencias, de redes
genéticas y de proteínas en el ámbito de la genómica y la proteómica, teoría del
aprendizaje, análisis de datos fisiológicos en sistemas genéticos y neuronales,
comportamiento caótico de sistemas complejos, diseño de teoría para el análisis
de los sistemas complejos. Entre los diferentes temas tratados se encuentran
diferentes aspectos relacionados con las aplicaciones de las matemáticas en la
computación científica y métodos de simulaciones numéricas, caos y complejidad
en los sistemas físicos, biológicos, financieros y económicos. A través de la
mutua interacción entre los dos métodos y los correspondientes análisis se trata
de afrontar los retos de la ciencia e ingeniería de la complejidad desde un
punto de vista interdisciplinar.
Miguel A.F. Sanjuán (Catedrático de Física Aplicada, Grupo de Dinámica No Lineal y Teoría del Caos, Universidad Rey Juan Carlos) |