Cuando el cerebro juega con las ideas
UNA OBRA MADURA DE REFLEXIÓN 'NEUROFILOSÓFICA'<br>
Reseña realizada por Manuel Mas<br>
Catedrático de Fisiología<br>Director del Centro de Estudios Sexológicos (CESEX), Universidad de La Laguna, Tenerife
El profesor Francisco Mora es un prestigioso neurocientífico que ha realizado importantes contribuciones al conocimiento básico de la neurofisiología de la conducta y de los neurotransmisores que la regulan. Ha desarrollado también una muy dedicada actividad docente en universidades españolas y extranjeras. Su dilatada experiencia docente le ha convertido en un brillante comunicador que periódicamente ha venido publicando una ya amplia colección de atractivos ensayos de divulgación sobre los correlatos neurobiológicos de aspectos tan cruciales para la vida cotidiana como el placer, la felicidad o el miedo. En ellos hace un especial énfasis en sus aspectos culturales y educativos. De hecho, el leitmotiv de tales obras es la importancia del conocimiento neurocientífico como base para mejorar la educación, a lo que ha dedicado específicamente su obra de este tipo probablemente más celebrada, titulada precisamente 'Neuroeducación'. El presente volumen en buena medida apostilla aquella.
Esta nueva obra consiste en una colección de diez ensayos que versan monográficamente sobre conceptos y valores tan fundamentales como verdad, libertad, nobleza, dignidad, justicia, igualdad, belleza y felicidad. Su presentación en un volumen se justifica mostrando su interrelación y el ya mencionado hilo conductor de sus múltiples implicaciones educativas.
Es quizás por ello que la obra está impregnada de un reconfortante tono optimista, probablemente reflejo de su interés en motivar a los docentes. Así, cuando trata de la educación preconiza el refuerzo positivo, 'aprender con alegría', como medio más adecuado de facilitar el proceso rechazando a su vez la utilidad del refuerzo negativo (miedo al castigo) para el mismo. Quien esto escribe no puede dejar de coincidir por principio con tales asertos, basados además en pruebas experimentales, aun pensando que no se deban descartar en determinadas circunstancias las intervenciones coercitivas. Así, el refuerzo negativo se ha demostrado como un eficaz medio de adquisición de comportamientos de evitación (abstenerse de realizar una determinada conducta) en animales de experimentación. Aplicado a humanos es de relevancia cuando se trata de 'marcar límites' de admisibilidad social de determinados comportamientos, especialmente en personas que aún no ha alcanzado una maduración suficiente de su corteza prefrontal, como niños o adolescentes (piénsese en el acoso escolar o sexual).
Son muy valiosas las consideraciones que dedica al 'tiempo atencional', el intervalo en que se logra mantener una atención completa a lo que se esté enseñando, de duración variable según el grado de maduración del educando aunque siempre limitada, aspecto que deberíamos tener siempre presente los docentes de todos los niveles educativos, e incluso en la comunicación en foros profesionales.
El capítulo sobre la verdad tiene la mayor relevancia en este tiempo de la 'posverdad' ('normalización de la mentira' en palabras de Moisés Naím) y de los 'hechos alternativos' de la jerga trumpiana. Aunque al tiempo de su redacción tal vez el autor no pudiese prever el insospechable desarrollo de los acontecimientos políticos de los últimos meses, habrían sido aquí valiosas unas consideraciones sobre su antítesis, la falsedad, tema del que se dispone también de datos neurobiológicos de cierta solidez.
Encuentro especialmente inspirados y novedosos algunos capítulos. En el que aborda la nobleza hace una bella y documentada elaboración sobre la empatía. Es muy destacable el capítulo sobre la justicia, en parte por la originalidad de su inclusión en una obra de este tipo, así como porque aporta una serie de interesantes datos fisiológicos y neurobiológicos sobre la toma de decisiones. Debería ser lectura obligada para los juristas.
Como es habitual en las obras precedentes del autor esta incluye un bien elaborado glosario. Se completa con una pertinente relación bibliográfica, tal vez demasiado concisa por imposición de su carácter divulgativo. Por ejemplo, echo en falta alguna de las obras más relevantes de Bertrand Russell, a quien se menciona con relativa frecuencia en el texto, como La conquista de la felicidad.
En su conjunto es una bien informada y madura obra de reflexión 'neurofilosófica' escrita en el estilo ágil y ameno, con interesantes anécdotas ilustrativas, que caracteriza al autor. Es una estimulante lectura muy recomendable tanto para docentes como para alumnos de enseñanza media y superior, así como a toda persona interesada por las ideas, troncales para la identidad humana, que en ella se glosan.