Montañas. El descubrimiento de cómo se forman
MONTAÑAS. EL DESCUBRIMIENTO DE CÓMO SE FORMAN<br>
Reseña realizada por Benigno Asensio Nistal<br>
Jefe de Servicio de Publicaciones del Instituto Geológico y Minero de España (IGME)
Un buen libro de divulgación científica es aquél que iniciamos con conocimientos escasos en la materia de la que se trata y consigue que lleguemos hasta su final sin grandes sufrimientos y más sabios. Escribir un libro así exige por tanto ser un buen científico y un buen divulgador, es decir tener el conocimiento y la destreza para contarlo, de modo que el ajeno a ese campo de la ciencia lo entienda. Pues bien, Montañas contiene ese conocimiento y se entiende, pero no se queda solo en eso, este libro es lo que podríamos llamar un relato científico.
Cuenta la historia del gradual descubrimiento del origen de las montañas de una manera que se acerca a la estructura de una novela policiaca, salvo que aquí en lugar de un detective son un conjunto de montañeros y científicos, que a base de músculo y cabeza van desentrañando el caso, es decir cómo se forman las montañas.
Desde las ascensiones de Horace Bénédict de Saussure en la segunda mitad del siglo XVIII, buscando la respuesta en los picos y dando nacimiento al montañismo, hasta la publicación en 1965 del ciclo de Wilson como modelo que encajaba todas las piezas que se habían ido juntando y que encontraba la respuesta en las profundidades (dando al relato un final desconcertante, como en las mejores novelas de intriga), el libro recorre las sucesivas aportaciones de datos y de ideas de gran cantidad de montañeros, científicos, científico-montañeros y montañero-científicos durante 200 años hasta solucionar el enigma, provocando de paso una lenta revolución en buena parte de las ciencias geológicas.
Y esto lleva a una lectura a la vez más de fondo, este relato además de contarnos todo sobre la historia del conocimiento científico de las montañas, nos cuenta cómo crece la Ciencia. Disputas entre científicos, competición por llegar antes, amor por lo que se hace, rabietas porque te adelantan, obstinación ante las nuevas ideas ajenas, suma de esfuerzos, en fin, en este caso el detective es tremendamente polifacético, y eso da un especial interés al caso.
En conclusión, el autor no es solo un buen científico y un buen divulgador, es que además es un buen literato. ¿Acaba ahí la cosa?, pues no, también es un apasionado montañero, y todo el libro transmite esa pasión. Periódicamente nos cuenta alguna aventura que ya no es de otros, sino la suya: el terremoto en la base del Annapurna, el sobrecogedor primer ascenso al Mont Blanc, el tremendo frío en lo alto del Sajama, el complicado descenso del Kanchenjunga, el balanceo de la tienda colgada sobre un vacío de 3.000 metros en el Dhaulagiri,..., historias y anécdotas personales sobre sus ascensiones salpican el libro, lo que añade otra dimensión más a la trama y nos hace disfrutar, además del conocimiento, de la aventura.