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UAM

El estrés subjetivo juega un papel clave para los cuidadores de personas con demencia

El cuidado familiar de una persona con demencia impone una carga emocional que conlleva a menudo la aparición conjunta de síntomas de ansiedad y depresión en los cuidadores

El aumento en la esperanza de vida, un notable logro sanitario y social, conlleva el envejecimiento de la población y, por ende, un incremento en la prevalencia de demencias. Esta realidad ha impuesto una carga considerable sobre los cuidadores, en su mayoría familiares, que enfrentan retos físicos, emocionales, sociales y económicos durante años. Esto ha convertido el cuidado de una persona con demencia en una situación prototípica de estrés crónico.

El equipo CUIDEMOS, compuesto por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha llevado a cabo un estudio para analizar la comorbilidad ansioso-depresiva desde la perspectiva del estrés de los cuidadores familiares.

De acuerdo con el trabajo, publicado en la revista Clinical Gerontologist, es habitual que los cuidadores experimenten síntomas de ansiedad y depresión, que a menudo se presentan de forma comórbida. Esta comorbilidad no solo intensifica la gravedad de los síntomas, sino que también complica la eficacia de las intervenciones psicológicas.

Sin embargo, no todos los cuidadores experimentan esta comorbilidad. ¿Qué factores influyen en este malestar emocional? Investigaciones previas sugieren que el estrés derivado de comportamientos problemáticos de la persona con demencia, como la agitación o agresión, podría ser determinante. 

“Es crucial entender que el estrés no es meramente objetivo; depende de cómo el cuidador percibe y maneja la situación en función de sus recursos y habilidades”, subrayan los investigadores.

El papel del estrés subjetivo

El estudio categorizó a los cuidadores según su reacción de estrés ante comportamientos problemáticos. La presencia de comorbilidad se exploró a partir del Análisis de Redes (AR), una metodología novedosa que permite examinar las relaciones síntoma a síntoma.

La comorbilidad, según el AR, aparece cuando existe una interrelación entre los síntomas de ansiedad y los de depresión, de modo que la presencia de un síntoma se relaciona con la aparición del otro.
Los hallazgos revelaron patrones distintos entre los grupos. Aquellos con bajo estrés no mostraron comorbilidad, mientras que en el grupo de alto estrés se identificaron múltiples interrelaciones entre síntomas, indicando comorbilidad. 

También se confirmó que entre grupos no había diferencias en estrés objetivo, medido como horas al día que se dedican a las tareas relacionadas con el cuidado y la cantidad de tiempo que se lleva cuidando.
Aunque el estudio es transversal y no permite establecer relaciones causales, sugiere que el estrés subjetivo desempeña un papel crucial en la comorbilidad ansioso-depresiva. 

“Esto nos indica que las intervenciones deberían incluir componentes dirigidos a reducir el estrés de los cuidadores relacionado con los comportamientos problemáticos, a través de, por ejemplo, su entrenamiento en recursos y habilidades de afrontamiento más adaptativas para el afrontamiento de estas situaciones”, concluyen los autores. 


Referencia bibliográfica:
García-Batalloso, I., Cabrera, I., Losada-Baltar, A., Mérida-Herrera, L., Olazarán, J., Márquez-González, M. (2023). Network Analysis of comorbid depressive and anxiety symptoms in family caregivers of people with dementia. Clinical Gerontologist. https://doi.org/10.1080/07317115.2023.2217162 

Comentarios

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Muy interesante el tema de la comorbilidad en cuidadores de personas con deterioros cognitivos y demencias. Los cuidadores aprecian y necesitan que se estudien e informen los temas relativos al mismo, ya que hay una gran población envejecida al cuidado de familiares directos y muy poca inversión de medios sociales a su alcance.
Gracias

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