1.- Por favor, háganos una breve introducción a su Centro y a la oferta de servicios tecnológicos ofrece.
Ainia es un centro tecnológico que trabaja al servicio de la industria alimentaria y otras como la farmacéutica y la cosmética. Nuestra misión es que las empresas sean más competitivas mejorando sus procesos tecnológicos y su innovación.
Adoptamos la fórmula jurídica de asociación privada con fines no lucrativos y nos esforzamos todos los días por ser el aliado tecnológico de las empresas.
Los servicios tecnológicos que ofrecemos se adaptan a las necesidades y particularidades de nuestros clientes. Estos servicios ofrecen una tipología muy variada, pues realizamos desde grandes proyectos de I+D propios o concertados con empresas y otros organismos, a asesoramientos tecnológicos, servicios analíticos, vigilancia, prospectiva y transferencia de tecnología, formación, estudios de mercado y con consumidores, proyectos internacionales y servicios legislativos especializados, entre otros.
Toda esta tipología de servicios se orienta en torno a cuatro grandes líneas de actividad, que son: Alimentación y Salud, Calidad y Seguridad Alimentaria, Diseño y Producción Industrial y Sostenibilidad.
Paralelamente, trabajamos en tecnologías punteras, como la biotecnología, tecnologías químicas, TIC´s aplicadas al ámbito alimentario, tecnologías de alimentos de última generación en transformación y conservación, electrónica, materiales, técnicas de separación convencionales y otras más avanzadas como los supercríticos, nanotecnologíca, etc.
En definitiva, somos una organización que contribuye al desarrollo económico y social, apoyando e impulsando todos los procesos de I+D+i de los sectores industriales para los que operamos.
2.- ¿Qué tipos clientes son los más frecuentes en el Centro que usted dirige?
Aquellas industrias alimentarias que necesitan mejorar el valor añadido de sus productos y/o procesos y por lo tanto tienen necesidades de I+D+i. Hablamos tanto de medianas y grandes empresas de todo el ámbito nacional que nos solicitan proyectos relevantes de I+D, como de pymes que se apoyan en nosotros para mejorar su competitividad y que requieren de otro tipo de trabajos, más escorados al ámbito de las asesorías tecnológicas o la formación.
También son un cliente de primer nivel para nosotros las empresas de distribución, cada día más preocupadas y concienciadas con los temas de I+D, tanto en lo que son controles analíticos, como en la aportación de valor añadido a sus productos de marca blanca.
3.- ¿Cuál es el valor diferencial de su centro tecnológico?
El principal valor diferencial es que escuchamos al mercado. Nuestras investigaciones y proyectos van orientados siempre a dar respuestas efectivas a las necesidades industriales. Esta es nuestra cultura, nuestra filosofía de trabajo, la que nos define en la forma de ser y de hacer I+D.
Como consecuencia de lo anterior, para nosotros es fundamental tener el mejor equipo humano, el más cualificado, porque nos asegura el know how que es imprescindible para el desarrollo de nuestra actividad. En este sentido, tener una plantilla de 190 personas, en la que más del 60% son titulados superiores y doctores, es otro elemento diferencial que nos permite la especialización en las tecnologías más punteras para nuestro sector, desde la biotecnología, a la electrónica o las TIC´s aplicadas a procesos productivos.
El tercer elemento es la amplia base social y representación empresarial que tenemos. Ainia tiene 1.100 empresas asociadas y cerca de 1.400 clientes, procedentes de todos los subsectores alimentarios y afines. Es síntoma evidente de que confían en nosotros y consideran que nuestros trabajos les aportan elementos de valor a sus proyectos.
Señalaría en cuarto lugar nuestra política de alianzas estratégicas y convenios de cooperación; que además de ser una vía de crecimiento, nos permite posicionarnos cada día mejor en un entorno globalizado sumamente competitivo y dinámico.
Finalmente, también nos hemos equipado con las mejores infraestructuras disponibles, pues hoy la tecnología requiere de inversiones constantes en equipos de última generación que permitan el desarrollo de nuevas líneas de investigación y trabajo.
4.- ¿Qué pediría a las universidades y al CSIC para mejorar su colaboración?
Nuestras relaciones tanto con las universidades como con el CSIC siempre han sido muy estrechas y se han basado en la colaboración y la cooperación. Actualmente estamos desarrollando proyectos conjuntos en distintas áreas de trabajo con todos ellos.
5.- ¿Cuál la proyección nacional y europea de su centro tecnológico?
Ainia se creó en 1987 con una clara vocación nacional e internacional. Desde la óptica nacional, estamos presentes en todo el territorio a través de nuestras sedes. Además de la sede social en Valencia, Ainia tiene delegaciones en Madrid, Barcelona, Vigo, Sevilla y Alicante. No sólo hacemos proyectos con empresas, sino que también colaboramos en grandes proyectos estratégicos nacionales de I+D.
Asimismo, somos uno de los centros tecnológicos alimentarios mejor posicionados en Europa. Actualmente estamos trabajando en once proyectos europeos de gran nivel y lideramos varias redes temáticas europeas. Destacar también que somos el único centro español que forma parte de EFI (European Food Institutes Group) un selecto grupo de centros tecnológicos de toda Europa que actúa como lobby y referente ante las administraciones.
Por último, ainia cada vez está más presente en el ámbito internacional desarrollando proyectos de cooperación técnica y transferencia de tecnología en diferentes países de América Latina, Magreb, Oriente Medio y Asia.
6.- ¿Cómo valora el actual Plan Nacional de I+D+i?
Entendemos que es positivo y va en la línea de dar pasos en la mejora de nuestros índices de inversión en I+D+i, todavía muy bajos si los comparamos con otros países europeos que forman parte de nuestro entorno. No obstante, sigue adoleciendo de una apuesta decidida por la innovación.
7.- ¿Nos podría contar uno o dos casos de éxito del Centro?
Hace 15 años, ainia comenzó a trabajar en tecnologías de fluidos supercríticos. Nos dimos cuenta de que aplicando gas carbónico a unas determinadas presiones y temperaturas se conseguían unas propiedades muy ventajosas para la separación natural de los componentes de un producto.
Esta tecnología la hemos ido desarrollando y hoy no sólo tenemos diversas empresas con las que estamos trabajando para aplicar esta tecnología a sus procesos productivos, sino que hasta hemos creado, participando mayoritariamente en su capital, una empresa de base tecnológica, Altex, con enormes potencialidades de crecimiento en el sector de la industria extractiva.
Se trata de una empresa pionera en España, que además permite a las empresas españolas exportar con garantías sus productos a países como Japón y EE.UU., donde se prohíbe la entrada de productos que hayan sido sometidos a procesos de extracción convencionales (aquellos que utilizan disolventes orgánicos). Hasta ahora, estas empresas tenían que contratar servicios de extracción supercrítica en otros países (Alemania, Japón, EE.UU.) porque en España no había empresas que ofrecieran esta tecnología. Ahora la ofrecemos en Altex y estamos consiguiendo no sólo cumplir con nuestro objetivo fundacional (posibilitar el acceso a esta tecnología al tejido industrial), sino también crear una nueva empresa tecnológica y por lo tanto generar crecimiento y riqueza, impulsando el desarrollo económico y social de un territorio.
