DIRIGIR UNA EMPRESA<br />
Cómo tiene que adoptar sus decisiones el director de empresa, en la teoría y en la práctica
Reseña realizada por Ramón M. Arana<br />
Catedrático de Economía de la Empresa.<br />En excedencia. UAM
La capacidad para apreciar las situaciones con visión de conjunto es indudablemente una aptitud esencial en la práctica de la dirección de las organizaciones.
Pero ¿se trata de una cualidad innata que solo poseen algunos privilegiados? ¿Puede un director canalizar constructivamente sus esfuerzos personales con vistas a perfeccionar su propia capacidad de visión de conjunto? Incluso, llevando la interrogante un poco mas lejos, ¿es posible recoger en un libro observaciones y sugerencias que constituyan una ayuda en este sentido?.
Son muchos los directores de reconocido prestigio y los escritores destacados en el estudio de los temas del management que han subrayado la trascendencia de esta capacidad. Pero, en general, lo han hecho de pasada o como simple mención; y la inmensa mayoría de las publicaciones, seminarios y cursos que se imparten en las Escuelas de Negocios y en las Facultades de Administración se centran en los análisis minuciosos y en los estudios especializados.
Este es el gran reto que afronta el autor. Y de ello surge su preocupación, que acaso pueda ser calificada en algunos casos de obsesiva, por mantener apegado a la realidad práctica de las empresas e instituciones, y de que sus afirmaciones o exposiciones puedan resultar de utilidad en muchas o al menos en algunas situaciones reales.
Prueba de ello es la alusión constante a casos prácticos, algunos de los cuales pertenecen a lo que podría ser considerado como la historia del management. Curiosamente, algunos de estos casos son bastantes conocidos porque suele hacerse uso de ellos para diversas finalidades, pero en esta obra se expone e interpretan dichos casos teniendo en cuenta precisamente su posible aportación al perfeccionamiento de la visión global.
No pretende el libro presentar una teoría general sobre la visión de conjunto del director. Tampoco intenta el autor tratar de forma exhaustiva el tema.
Por ello, no ha tenido en mente ante todo la finalidad de conseguir que la obra tenga una estructura impecable, en la que prevalezca el orden. Por el contrario, según indica el propio autor, ha pretendido más bien inducir al lector a caminar por el campo de las visiones de conjunto y, en consecuencia, a ejercitarse en la aplicación práctica de su capacidad de visión global.
En resumen, ha centrado su empeño más en conseguir enfoques y desarrollos creativos y útiles que en alcanzar esquemas conceptuales en donde prime el orden y la racionalidad.
Ello no es obstáculo para que algunas cuestiones se examinen con una profundidad conceptual poco frecuente en las obras de management, y se recurra a ideas de destacados filósofos y psicólogos, que obligan al lector a leer y releer algunos pasajes para llegar a alcanzar el adecuado nivel de comprensión.
Pero en estas ocasiones, que se limitan a uno o unos pocos párrafos, los casos prácticos que presenta son clarificadores, facilitan mucho la captación de los significados, y constituyen pistas y ayudas que permiten caer en la cuenta de la relación entre los conceptos examinados y las realidades empresariales.
El libro consta de tres partes: la primera, considera la cuestión de hacia dónde interesa que apunte la visión de conjunto, de modo que puedan obtenerse de ella consecuencias eficaces.
La segunda pretende descubrir puntos de vista; es decir, trata de sugerir desde dónde ha de partir la visión global
Finalmente, la tercera parte se ocupa de los modos de formación de la visión de conjunto, sus elementos constitutivos y sus relaciones entre ellos, y el papel que desempeña el cuadro mental de director.
En esta última parte, se dedica una atención especial a los procesos creativos a nivel directivo y a la experiencia de la que se obtiene un aumento de la flexibilidad mental, en oposición a la que, como por desgracia es frecuente, produce anquilosamiento.
Todo ello -tal como se ha indicado anteriormente- sin un afán de tratar exhaustivamente los temas, sin intentar establecer o fundamentar una teoría o concepción general de la visión de conjunto del director, y pretendiendo principalmente que las exposiciones y sugerencias estén sólidamente fundamentadas, pero sobre todo que sean aplicables a las realidades de las organizaciones.
A lo largo y ancho del libro el lector va encontrando alusiones y breves exposiciones de casos prácticos aclaratorios.
Una última observación: el autor, consciente probablemente de que se trata de un tema que requiere un cierto esfuerzo de atención y reflexión por parte de los lectores, incluye lo que podría ser denominado como un "toque pedagógico para profesionales adultos".
En efecto, en todos y cada uno de los diez capítulos que componen el libro, se incluye una síntesis esquemática del capítulo, en forma de "sugerencias para la reflexión"; y asimismo se proponen unos breves "ejercicios prácticos para que el lector los adapte a su caso concreto o para debate en grupo".