Tres empresas han competido por completar el mapa del genoma humano. Las privadas Celera Genomics y Human Genome Sciences y el consorcio público formado por la estadounidense NIH y la británica Welcome Trust han diferido en sus métodos de lectura del ADN en la carrera por terminar la topografía genética del ser humano. EL PAÍS le ofrece una aproximación visual a los trabajos de cada una de ellas y al modo en que se han enfrentado al último gran descubrimiento científico del siglo.