Los hombres -pobres hombres- Mantienen convivencia necesaria Con ese alrededor que los sostiene: La tierra más el agua, fuego y aire.
Esa nutricia tierra Que a todo sin cesar le da su hondura. El agua de los mares, de los ríos, De creaciones líquidas.
Los fuegos y sus llamas nos alumbran, Caldean y destruyen. Oh luz con sus penumbras y sus sombras De una puntualidad bien dirigida.
En una relación siempre inmediata, El aire: brisa, viento, vendaval. Brisa, deleite, viento acosador Y ya enemigo.
Ahí está la natura prodigiosa, Algo como una madre, como un padre. Sin ellos no hay presente ni futuro. ¿Y arriba a gran altura el primer Móvil? |
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