Ciencia y Cultura


ILUMINACIONES EJEMPLARES

 

Santiago Ramón y Cajal. Los tónicos de la voluntad. Reglas y consejos sobre investigación científica. López-Ocón, Leoncio, Edición.  Gadir Editorial S. L. Madrid, 2005. 373 páginas.


Reedición de una obra de Cajal


 
 

Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, Navarra, 1852-Madrid 1934), médico, histólogo y docente, es la máxima figura de la ciencia española contemporánea. Sus contribuciones como investigador son una parte fundamental del desarrollo de la ciencia universal. Por sus trascendentes aportaciones al conocimiento de la estructura y función del sistema nervioso alcanzó el reconocimiento mundial y obtuvo distinciones tan importantes como el Premio Moscú (1900), la medalla de oro de Helmholtz (1905) y el Premio Nobel en Medicina y Fisiología en 1906. Cajal figura entre los fundadores de las modernas ciencias biológicas junto a figuras de la talla de Virchow, Darwin, Pasteur, Mendel o Claude Bernard.

Cajal contribuyó al renacimiento científico que se produjo en la España del primer tercio de siglo, cuando se crearon instituciones como la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), fundada en 1907 y presidida por Cajal hasta su muerte en 1934, un organismo proyectado para incidir directamente en el campo de la Universidad. La obra de la JAE se extendió a la promoción de todas las disciplinas en las ciencias y humanidades, y a la reforma de la educación secundaria y universitaria a través de instituciones pioneras como la Residencia de Estudiantes y el Instituto Escuela. La estructura institucional de la JAE dio lugar posteriormente al actual CSIC.

Aparece publicada por Gadir Editorial la edición de 1923 de la obra realizada por Cajal con el título "Reglas y Consejos sobre Investigación Científica" (1898), subtitulada "Los tónicos de la voluntad", que constituye una reimpresión corregida y ampliada del discurso pronunciado por Cajal titulado "Fundamentos racionales y condiciones técnicas de la investigación biológica", con ocasión del ingreso del autor en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en sesión celebrada el 5 de diciembre de 1897. Cajal reconoció la contribución del Dr. Lluria, quien generosamente costeó la reimpresión a fin de regalarla a los estudiantes y a los aficionados a las tareas de laboratorio con la finalidad de promover el amor y entusiasmo de la juventud estudiosa hacia las empresas del laboratorio. Para Ramón y Cajal «todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro» y, convencido de que toda obra grande es el resultado de una gran pasión puesta al servicio de una gran idea, ofrece en los primeros capítulos de este libro una serie de consejos y advertencias a los jóvenes estudiantes, tratando de promover su entusiasmo por los trabajos de laboratorio. En los capítulos finales, Cajal analiza los deberes del Estado con la ciencia y sus obligaciones ante la indispensable promoción del científico. La trascendencia de la obra de Cajal es extraordinaria. En su libro, Cajal reclama la necesidad de transformar la Universidad, hasta entonces casi exclusivamente consagrada a la colación de títulos y a la enseñanza profesional, en un centro de propulsión intelectual, al modo de Alemania, donde la Universidad representa el órgano principal de la producción filosófica, científica e industrial. El método científico ocupa un interés primordial para Cajal, señalando que la disciplina de la voluntad es condición fundamental en el investigador científico, descartando que aptitudes excepcionales sean concurrentes en los grandes investigadores. Por otro lado, Cajal señala la necesidad de fomentar el carácter epistemológico de la investigación científica.

Las aportaciones científicas de Cajal en el campo de la anatomía del Sistema Nervioso han eclipsado otras contribuciones científicas en el campo de la anatomía patológica y en humanidades concentradas en la literatura, en el dibujo y pintura y en la fotografía. Las obras literarias de Cajal constituyen una valiosa aportación a la literatura española. Entre ellas, además de Reglas y consejos sobre investigación científica, caben destacar: Recuerdos de mi vida: mi infancia y juventud (1901), La psicología de los artistas (1902), Cuentos de vacaciones (1905), Recuerdos de mi vida: Historia de mi labor científica (1917), Psicología de Don Quijote y el quijotismo (1905), Charlas de café (1922), Pensamientos escogidos, La mujer (1932) y El mundo visto a los ochenta años: Impresiones de un arteriosclerótico (1934). La alta calidad literaria de sus escritos le valió ser nombrado miembro honorario de la Sorbona de Paris (1924) junto con Menéndez Pidal. La obra literaria de Cajal, particularmente Reglas y Consejos sobre investigación científica, ha influido decisivamente en generaciones de investigadores, entre ellos Pío del Rio Hortega, Severo Ochoa y Rita Levi Montalcini. En la sexta edición (1920), Cajal plasmaría el título definitivo, sustituyendo el término "investigación biológica" por "investigación científica". En vida de Cajal, el libro fue editado seis veces. Además de las numerosas ediciones en español, la obra ha sido traducida al húngaro (1927), al alemán (cinco ediciones en 1933, 1938, 1939, 1957, 1964), al portugués (1942, 1979), al inglés (1951, 1999), al rumano (1967) y al japonés (1958, 1980, 1981). Sorprende la actualidad de los consejos dirigidos a los estudiantes e instituciones públicas, Universidad y sobre todo al Estado, instancias a las que anima a desarrollar una política científica dirigida a promocionar la investigación científica, fomentar vocaciones y estimular y galardonar al sabio. Es este un librito perfecto, susceptible de ser leído y releído numerosas veces, pues resulta muy prolijo en cuanto a la cantidad de reglas y consejos de utilidad que proporciona al lector. La cuidada prosa de esta obra hace su lectura atrayente para todo investigador de cualquier rama de la ciencia. No solo es considerado el más literario de sus libros científicos, sino también la más científica de sus obras literarias. El público al que va dirigido este libro no debe quedar restringido a los estudiantes interesados en la investigación científica, pues los investigadores consagrados y los docentes encontrarán en estas páginas abundantes sugerencias e ideas para reflexionar e incorporar a sus respectivas actuaciones profesionales.

Se cumple en 2006 el centenario de la concesión del Premio Nobel a Cajal. Este evento determina importantes repercusiones científicas y culturales. La Comunidad de Madrid patrocina esta edición del libro de Cajal manteniéndose así vivo el deseo del autor expresado en sus últimas voluntades en las que especificaba que: el Libro de mis Recuerdos y el de Reglas y Consejos se repartirán de balde a los discípulos más aprovechados, si los albaceas no disponen otra cosa. Con la presente edición se pretende cultivar la memoria y rendir un merecido homenaje a quien tanto debe la ciencia universal. Leoncio López-Ocón ha preparado esta edición introduciendo anexos de interesante lectura, iconográficos y documentales, relacionados con la vida y la obra científica y literaria de Cajal.

Ricardo Martínez Murillo
Instituto de Neurobiología "Ramón y Cajal"
CSIC