Ciencia y Cultura


NOVELANDO EL MUNDO

 

Biografía del Mundo. Del origen de la vida al colapso ecológico. Terrades, Jaume.  Editorial Destino. Barcelona, 2006. 501 páginas.


Una historia del Cosmos


 
 

La "Biografía del Mundo" se articula en seis secciones. Comienza con los principios básicos de funcionamiento, lo que el autor denomina "como se comporta nuestro personaje en las grandes ocasiones" y que representa un repaso muy entretenido a los principios físicos, la composición y las características de los sistemas complejos, y la evolución biológica. Continúa con una revisión del mundo desde lo pequeño (subatómico) hasta el universo, entrando en los misterios de la materia y la antimateria, de la forma y tamaño del universo y de que vamos entendiendo de estrellas y galaxias. En la tercera parte, el libro se centra en el Sistema Solar y le da un papel especial al planeta Tierra, pero no es hasta la parte cuarta cuando la biología entra en juego. Evolución, cultura, sociedad, para pasar a la parte quinta donde la complejidad ecológica se fusiona con la complejidad social dando estructura a las sociedades humanas. Y acaba con una sexta parte en la que se aborda el sistema globalizado, el hombre en su medio, capaz de devorarse a si mismo, actualmente en una encrucijada única donde su conciencia y su comprensión del mundo podría hacer cambiar el curso de una historia que parece ir abocada a un colapso ecológico.

Nos encontramos ante un libro peculiar que pronto nos seduce estableciendo complicidades con nuestra propia percepción y nuestro propio conocimiento de los principios que rigen al objeto biografiado, el planeta en el que vivimos. Podríamos decir que el libro lo aborda todo, pues aunque es un libro científico escrito por un científico tiene un enfoque holista. Como el autor señala en un entrañable ejercicio de humildad, las piezas o ingredientes del libro no son nuevas, lo único nuevo es su combinación. Aquí se combina historia, literatura, arte, metafísica, ética y mitología con las principales ramas de la química, la física y la biología que constituyen el contenido principal. El resultado es fresco y fácil de leer. No en vano el autor es un científico humanista del siglo XXI que combina con ironía la omnipresente globalización actual con el espíritu de la ilustración y con un afán de conocimiento completo rayando en lo enciclopédico. Y además, es una persona sensible que cuenta en su haber no sólo con otros libros de divulgación, como el delicioso "Ecología urbana" que nos hizo ver la ciudad de un modo muy distinto allá en los 80, sino también con algunos devaneos con la poesía y con la literatura infantil. Por ello, leer este libro no solo informa sino que también entretiene. El libro deleita y hace pensar. Mientras que muchos libros recientes de la editorial Destino y otras editoriales que como ella apuntan en una dirección ambiciosa en la divulgación del pensamiento científico informan, muy pocos hacen pensar y aun menos son los que incitan a posicionarnos como lectores de una forma tan agradable y seductora como el que nos ocupa. Desde el prólogo donde el autor reconoce que no es sano tomarse a uno mismo ni a la humanidad demasiado en serio hasta el final, donde nos invita a un optimismo informado ante la actual crisis ambiental, el libro genera en el lector una necesidad de revisar y relacionar sus ideas no sólo sobre como funciona la vida en la tierra sino como funcionan las cosas en general, siendo la vida una parte peculiar de la historia del planeta. Para ello, en las primeras páginas nos plantea los pasos a seguir en la biografía del mundo. Y son pasos sencillos, como que parte de la energía se convierte en materia o que en la historia de la vida aparecen organismos de muchas células y órganos diferenciados que se dividen el trabajo. Lo complejo es la conexión entre los pasos y como de este andar se deriva un conocimiento de los procesos cada vez más intricados que se revisan a medida que vamos conectando, en este diálogo dinámico entre el escritor y el lector, las escalas desde lo subatómico hasta lo planetario. El autor nos lleva de la mano de una forma sutil y hace que el caminar y el integrar parezca tarea fácil. Pero nos deja con frecuencia la sensación de que lo escrito tiene mas de una lectura, la trivial y directa y otra mas enjundiosa que requiere cierta habilidad especial de combinación y deducción por parte del lector.

El libro tiene ante todo mucha estructura. Esto debió resultar prioritario al autor, quien ha dedicado nada menos que seis páginas a un detallado índice que actúa de cuaderno de bitácora y de brújula para el caminante. En mi lectura he recurrido a menudo a este índice, para no perderme en las numerosas y divertidas ramificaciones que se plantean con cada tema. Además, este libro permite ser leído de varias formas y en varios órdenes, como la Rayuela de Cortazar. Uno puede abrir el libro por cualquier página y leer a partir de ahí, o entretenerse con alguno de los múltiples cuadros o esquemas que alegran la edición... o bien, seguir el orden habitual. El libro puede leerse de tirón o bien a trozos. Y creo que todas estas formas de lectura resultan tan entretenidas como fructíferas. No es exactamente un libro de referencia o de consulta, pero si es un libro al que acudir cuando se quieran leer unas líneas frescas sobre la química, la física, la evolución y la ecología de nuestro planeta. El libro esta lleno de citas, muy bien elegidas, que rompen el texto y fuerzan a reflexionar, con frecuencia recalcando lo esencial sin vergüenza a subrayar lo obvio en aras de la claridad.

El autor apenas muestra su campo de especialización científica, la ecología vegetal a la que ha dedicado un extenso libro recientemente, pues su énfasis está puesto ahora en el ejercicio de relacionar conceptos y escalas. Pero no renuncia a los datos que él mejor conoce y nos entretiene una vez más con una visión desenfadada de los problemas que aquejan a las plantas en un mundo ambientalmente cambiante. Y esto lo deja el autor mas para el final, como confiándose al lector que le ha seguido hasta bien entradas las cuatrocientas páginas, que parecen menos. Al final llega la descripción del cambio global, esa especie de bomba de relojería que consciente e inconscientemente el ser humano ha ido montando tras la revolución industrial. Aquí nos obliga el autor a refrescar quien fue Faeton y cuán contemporáneos son los dramas griegos y cuan humanas las tribulaciones de sus dioses. En un mundo que parece estar abocado al colapso ecológico, queda patente que quizás la única especie que sobra somos nosotros... y como nos recuerda Omar Khayyam, en una cita con la que se abre el último capítulo, "el mundo no era incompleto cuando nacimos, nada cambiará tampoco con nuestra ausencia."

En mi inevitable sesgo como científico no puedo evitar echar en falta algo más de apoyo con datos y referencias a lo que aquí se cuenta. Algunas imágenes y gráficos están poco aprovechadas, como la imagen del Wilkinson de la página 130 que nos deja un poco con la miel en los labios. Seguro que esto es algo personal y seguro que como con toda obra, otros encontraran a faltar otras cosas. Pero en mi opinión, el balance entre informar y entretener del conjunto es muy bueno. Estoy seguro de que no defraudará y me alegro de la publicación de este contrapunto ecológico a la extensa literatura de ensayo y divulgación científica centrada en (diría que obsesionada con) la física. Además, con este libro y gracias al autor, los límites entre la física y la biología se difuminan para gozo de quien busca el conocimiento auténtico.

Fernando Valladares
Instituto de Recursos Naturales. CSIC
IRN-CCMA-CSIC