Ciencia y Cultura


INNOVACIÓN EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

 

Dinámica de Innovación en una Región Intermedia: el caso de la Comunidad Valenciana. Albors, J.; Hervás, J. L.  Editorial Tirant lo Blanch. Valencia, 2008.


Una obra con el compromiso de mejorar la realidad estudiada para alcanzar mayores cotas de eficacia, competitividad y bienestar en la Comunidad Valenciana.


 
 

Los autores de este estudio califican a la Comunidad Valenciana como región intermedia y debe subrayarse la oportunidad de usar ese calificativo, ya que el panorama de luces y sombras señalado para la economía española en su conjunto se hace algo más oscuro que claro en el caso de la economía valenciana.

El peso de Valencia en el conjunto de la I+D española está algo por debajo de su participación en la actividad económica cuando se relativiza por el PIB. En cuanto al gasto en innovación, se observan algunos signos de estancamiento. En términos del presupuesto, mientras que las asignaciones a I+D han aumentado, ha ocurrido lo contrario con las dedicadas a innovación.

La participación empresarial en I+D es menor que la media española. Sin embargo, el peso de la I+D pública es notoriamente superior al promedio español, especialmente en algunos campos científico-técnicos.

La participación y rol de las PYMES es uno de los elementos más positivos del caso valenciano, ya que esas empresas muestran en general un dinamismo superior al que desarrollan en el conjunto de la economía española.

Una de las contradicciones que más destacan en el caso valenciano aparece al analizar el reparto sectorial del gasto en I+D. Cuatro sectores -Material Eléctrico y Electrónico, Maquinaria y Equipo Mecánico, Industria Química y Equipo Informático e Instrumentos de Precisión- concentran el 47,1 % del gasto en 2004. Sin embargo, esos sectores tan solo alcanzan el 11,7 % de la actividad económica de la Comunidad medida por la cifra de negocios. Dicho de otra forma, sectores económicamente muy importantes de Valencia, tienen una participación muy reducida en el esfuerzo regional de I+D. Detrás de este desequilibrio están los factores de tamaño empresarial y del carácter poco intensivo en tecnología que tienen muchas de las actividades de mayor implantación en la Comunidad Valenciana, lo que explica en buena medida la situación contradictoria señalada.

Probablemente los efectos sector y tamaño también explican la escasa participación de los agentes valencianos en los Programas Marco de la Unión Europea, otro de los signos negativos en una región de larga vocación internacional.

Esta situación de contrastes, además del carácter intermedio señalado por los autores, hacen muy atractivo en análisis que los profesores Albors y Hervás nos ofrecen en este libro. Este estudio sobre Dinámica de Innovación en una Región Intermedia: el caso de la Comunidad Valenciana tiene como uno de sus rasgos más destacables la incorporación al análisis de nuevos elementos que completan otros estudios anteriores. A modo de ejemplos sobresalientes pueden señalarse dos: la aplicación de las herramientas e indicadores del Sistema de Innovación de la Comunidad Europea a la Región Valenciana y la realización de una encuesta propia a 300 empresas industriales para conocer mejor algunos aspectos importantes de la innovación.

Las conclusiones que se derivan del estudio son muy amplias y no es posible referirse a todas. Sin embargo, pueden destacarse algunas como muestra del interés de la obra. La falta de cooperación entre los agentes, no por más extendida en otras zonas es menos significativa para una comunidad donde la aportación empresarial está por debajo de la media española, a su vez alejada de los patrones internacionales más representativos de las nuevas formas de crear y difundir conocimiento. En este sentido, el que el papel de la Universidad sea seriamente cuestionado por el mundo empresarial es un motivo serio de reflexión. Algo similar puede decirse del papel de centros tecnológicos e institutos de investigación.

Una última observación tiene que ver con aspectos internos de las empresas cuya mejora parece imprescindible de cara a obtener un mejor posicionamiento competitivo. Entre esos aspectos pueden subrayarse la escasa capacidad de absorción tecnológica relejada en las lagunas en la formación de empresarios y directivos, la escasa introducción de tecnologías de la información y comunicaciones o la reducida sofisticación de las actividades productivas, particularmente en segmentos de la cadena de valor tan estratégicos como el diseño, la distribución o las marcas.

En fin, estamos ante una obra moderna en sus planteamientos, rigurosa en su metodología y de fuerte contenido crítico y con el compromiso de ayudar a mejorar la realidad estudiada para alcanzar mayores cotas de eficacia, competitividad y bienestar para los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.

José Molero
Universidad Complutense de Madrid