Ciencia y Cultura


SOBRE LA MEMORIA

 

En busca de la memoria. El nacimiento de una nueva ciencia de la mente. R. Kandel, Eric.  Katz Editores. Buenos Aires, 2007. 568 páginas.



 
 

Una de las afortunadas familias que se dieron pronto cuenta del terror nazi que se avecinaba tanto en Alemania como en Austria, fue la familia de Eric R. Kandel, neurocientífico y premio Nobel, que ha escrito su último libro sobre la memoria. A pesar de ello, esta familia se libró por muy poco de terminar como tantos otros judíos en los campos de concentración. El impacto que estos hechos tuvieron en el autor es, sin duda, la causa por la que el libro esté dedicado en su primera parte a la huída de la familia a Estados Unidos, aunque, a decir verdad, el libro es biográfico en dos sentidos: tanto en lo que se refiere a lo vivido por el autor a lo largo de su vida, como a los descubrimientos que hace en el campo de la memoria, motivo por el que se le concedió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en el año 2000, junto con el farmacólogo Arvid Carlsson y el biólogo molecular Paul Greengard por sus contribuciones a la transmisión de señales en el sistema nervioso y a las bases moleculares de la memoria y el aprendizaje.

Preocupado por los procesos conscientes e inconscientes de la memoria, a la que considera, como es lógico, esencial para la continuidad de la identidad personal y la transmisión de la cultura, así como de la evolución y continuidad de las sociedades a lo largo de los siglos, Kandel también fue influenciado por el psicoanálisis, que mostraba que la mente humana estaba gobernada por una serie de reglas que eran, en su mayoría, inconscientes. Describe con gran detalle su desarrollo intelectual desde que llega a Estados Unidos, así como la evolución de la neurociencia, para entusiasmarse con un animal que lo iba a hacer famoso: una babosa, la Aplysia. Con este animal ya trabajaban los neurofisiólogos Angelique Arvanitaki-Chalazonitis en Marsella y Ladislav Tauc en París. La babosa en cuestión mostraba la ventaja de tener un ganglio abdominal con algunas células tan grandes que podían verse a simple vista, fácil, por tanto, para ser estudiadas con microelectrodos. Y en este animal, Kandel estudió fenómenos simples de aprendizaje como son la habituación, la sensibilización y el condicionamiento clásico; el primero referente a la capacidad de una célula nerviosa de no responder a estímulos repetitivos en el tiempo, el segundo a responder de manera exagerada una vez que se le ha aplicado un estímulo muy fuerte previamente, y el tercero a asociar la respuesta a estímulos que previamente eran indiferentes.

Trabajando con Tauc, descubren que la potencia de comunicación de dos células en sus sinapsis depende de los patrones de estimulación, es decir, que esos circuitos formados por células nerviosas pueden modificarse por aprendizaje. Estos cambios en la función de las sinapsis pueden explicar la memoria a corto plazo, pero de la memoria a largo plazo ya se sabía que exigía la síntesis de nuevas proteínas. La sensibilización producía un crecimiento de nuevos terminales axónicos y la habituación su retracción.

En la memoria a largo plazo descubre los mecanismos moleculares que conducen a la expresión de genes en la célula que codifican el nuevo crecimiento de conexiones sinápticas.

Desde luego, la lectura de este libro es muy recomendable por varias razones. Se trata de un neurocientífico que ha vivido todo el desarrollo moderno de la neurociencia y lo trata de manera amena y detallada. Sus preocupaciones han abarcado temas tan actuales como la memoria, la consciencia, las emociones, la actividad inconsciente de nuestra mente, y muchos más que preocupan hoy a tantos expertos. Su lectura es fácil y su experiencia docente se nota en todas sus páginas. No en vano su monumental "Principios de Neurociencia", ya en su cuarta edición, es un clásico que figura en la biblioteca de todo neurocientífico.

Francisco J. Rubia
Instituto Pluridisciplinar. UCM