Ciencia y Cultura


UNA OBRA MUY RECOMENDABLE SOBRE LA HISTORIA DEL MEDITERRÁNEO

 

Del Nilo al Ebro. Estudio sobre las fuentes de la conquista islámica. García Moreno, Luis A.; Viguera Molins, María Jesús. (Editores).  Universidad de Alcalá. 266 páginas.



 
 

"Del Nilo al Ebro" es el primero de una serie de volúmenes dedicados al análisis de la expansión del Imperio árabe-islámico desde Egipto a la Península Ibérica, pasando por el Magreb durante el siglo VII y las primeras décadas del VIII. A diferencia de los estudios tradicionales, éste focaliza su atención en los testimonios de los vencidos, de los no islámicos, con independencia del tipo de fuente e intermedio lingüístico de la misma".

Con estas palabras abre Luis A. García Moreno la introducción de Del Nilo al Ebro. Estudio sobre las fuentes de la conquista islámica, obra de la que es editor junto a Mª Jesús Viguera Molins. Del Nilo al Ebro es fruto de un proyecto pluridisciplinar de investigadores dedicado a analizar las distintas fuentes que relatan los sucesos acaecidos en torno a los años de la expansión arabo-islámica, desde Egipto a la Península Ibérica, y la situación de estos territorios durante el periodo citado. El proyecto fue promovido por la Comunidad de Madrid y los artículos incluidos en la obra corresponden a un primer seminario-conferencia desarrollado en la Universidad de Alcalá de Henares en 2008, que no es sino el primero de una serie que ampliará y desarrollará los temas tratados en este primer seminario.

La obra se divide en tres partes que corresponden a tres regiones geográficas distintas: Egipto, África Menor y Hesperia. Cada parte contiene de tres a cuatro capítulos que presentan en su mayoría "los testimonios de los vencidos", como los define el Prof. García Moreno, pero también incluyen fuentes árabo-islámicas en algunos capítulos, como es el caso de la contribución de la Prof. Viguera Molins. La obra está bien presentada y estructurada y resulta atractiva al lector, independientemente de su especialización. Del Nilo al Ebro es el producto de un grupo de investigadores de alto nivel, pero no por ello deja de ser accesible a un lector no especializado en el tema. La diversidad de autores confiere heterogeneidad en la forma y en la estructuración interna de los capítulos. Así, algunos capítulos analizan detalladamente determinados aspectos de las fuentes mencionadas, poniéndolos en relación con otras narraciones historiográficas anteriores, mientras que otros capítulos se limitan a enumerar y presentar las fuentes, con la promesa de un análisis posterior que aparecerá en futuros volúmenes de la misma serie, que las pondrá en su contexto y estimará su valor.

La heterogeneidad de la forma no es sino reflejo de la heterogeneidad de orígenes académicos de los participantes en el proyecto, que es precisamente lo que otorga gran riqueza y valor a la obra y a su contenido. El tener en un mismo volumen expertos en estudios árabes, estudios clásicos y bizantinos, y medievalistas, provenientes de distintas universidades europeas, todos tratando un mismo tema desde distintos puntos de vista, es un lujo que, desgraciadamente, no resulta común. La expansión islámica es muchas veces presentada por arabistas desde la perspectiva del conquistador, basando sus narraciones exclusivamente en fuentes árabo-islámicas. De esta forma, esta obra - que presenta temas tan atractivos como los conflictos entre las distintas facciones cristianas en Egipto en el siglo VII, la situación de la minoría judía en Egipto y el Norte de África, o las distintas fuentes que tratan del gobierno del exarca Gregorio en el Norte de África (aportación del recientemente fallecido Yves Modéran), por citar sólo algunas de las diez contribuciones - resulta iluminadora situando la expansión islámica dentro de un contexto histórico amplio, tanto desde el punto de vista temporal como territorial, eliminando la idea de foco único de la conquista islámica en la parte árabo-islámica.

En Del Nilo al Ebro. Estudio sobre las fuentes de la conquista islámica, el lector especializado disfrutará descubriendo datos y perspectivas que desconocía o no había contemplado, y el lector no especializado podrá beneficiarse también grandemente de su lectura y adquirir una visión global y distinta de la expansión árabo-islámica de los siglos VII y VIII. En general, es una obra muy recomendable para todo estudiante y estudioso especializado en estudios árabes y para todo aquél interesado en la historia del Mediterráneo.

Amaya Martín
Georgetown University