El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel es la mayor de esas zonas de exuberante vegetación, auténticos oasis hispanos, desperdigadas por los secarrales manchegos. Por ello ha atraído desde los tiempos más remotos una gran variedad de pobladores vegetales y animales hasta desembocar en la ocupación humana.

El libro Las Tablas de Daimiel: agua y sedimento presenta, en varios capítulos, el marco geológico y fisiográfico, el medio hídrico, columna vertebral del ecosistema, el registro sedimentario, archivo de valor incalculable que guarda en su seno la memoria del devenir histórico de la región y, como no podía ser menos, la ocupación y la antropización del humedal. La antropización, quieta y tranquila al principio, cuando el uso tradicional no comprometía su existencia, más drástica después, cuando las desamortizaciones, el fin de los privilegios ganaderos y los avatares de los mercados internacionales del cereal y el vino, y poco menos que frenética, ya en siglo pasado, con actuaciones cada vez más técnicas que han cercado, en una pinza asfixiante de tecnología, abonos y demanda de agua y de tierras de cultivo, aquel primitivo vergel mesetario. Todo ello ha ido quedando impreso en la evolución del humedal, el acuífero asociado que le da vida, y los sedimentos, impenitentes ocupantes, que en él se han ido acumulando.

Es éste un volumen técnico, pero accesible al público medianamente ilustrado e interesado en el asunto. De hecho, la difusión pública de los resultados y su puesta a disposición de la población, han sido objetivos prioritarios de los grupos de investigación que han hecho posible acumular el enorme caudal de datos que presentan los coautores del volumen.

Bienvenido a nuestras bibliotecas y muchas gracias a los autores por regalarnos su conocimiento y buen hacer.