Ciencia y Cultura


UN EPISODIO NACIONAL, ILUMINADO

 

Trafalgar y el mundo atlántico. Guimerá, Agustín; Ramos, Alberto; Butrón, Gonzalo (coords.).  Editorial Marcial Pons Historia, Madrid, 2004. 398 páginas


Volumen colectivo sobre la batalla de Trafalgar


 
 

Este libro recoge dieciocho trabajos presentados al coloquio internacional "La Bahía de Cádiz y la Europa Atlántica en tiempos de Trafalgar" celebrado en Cádiz en noviembre de 2002. Reflexionar el combate naval de Trafalgar acaecido el 21 de octubre de 1805 en un contexto atlántico, comparativo e interdisciplinario no resultaba nada fácil en la medida que este acontecimiento se halla académica y popularmente asociado con la tragedia, el mito y el romanticismo. Por eso es destacable que un grupo de prestigiosos investigadores, doce españoles, cinco ingleses, un francés y un alemán, hayan superado con creces los obstáculos derivados de una historia plagada de tópicos nacionalistas y, como resultado del mismo, nos proporcionen un marco desapasionado de un combate que se enmarca dentro de la guerra estallada entre Inglaterra y la Francia de Napoleón Bonaparte el 22 de mayo de 1803, en la que España se vio involucrada a partir del 12 de diciembre de 1804 como aliada de esta última.

Los primeros tres artículos que proporcionan el marco político y económico de Trafalgar inciden en aspectos claves del contexto atlántico. María Victoria López-Cordón, a partir del análisis de las relaciones internacionales, demuestra que la fórmula España más Francia igual a Inglaterra, que aplicó la diplomacia española entre 1760 y 1808, no fue un mero asunto de familia entre las dos ramas de la dinastía Borbón sino un necesario instrumento defensivo y ofensivo para mantener el equilibrio europeo, sobre todo después que en Utrecht se mantuviera latente una encarnizada rivalidad entre España e Inglaterra.

Por su parte, Peter J. Marshall reconoce que, a pesar de emerger Inglaterra como una indiscutible potencia naval durante el siglo XVIII, su hegemonía comercial y naval sobre el Atlántico fue más frágil y vulnerable de lo que suele reconocer. La derrota en la guerra de la independencia norteamericana de 1776 demuestra las limitaciones de una armada que tampoco llegó a su plenitud en Trafalgar sino más bien muy entrado el siglo XIX. A continuación, Antonio-Miguel Bernal centra su interés en la importancia que tuvieron las Indias en el secular conflicto hispano-inglés y demuestra que la guerra del corso a lo largo del conflicto bélico que enfrentó a ambas potencias entre 1796 y 1802 resultó fatal para España al provocar la ruina definitiva del comercio colonial.

Son ocho las investigaciones que desde una perspectiva interdisciplinaria y comparativa abordan diversos aspectos relacionados ya directamente con Trafalgar. Nicholas A. M. Rodger comprueba como el triunfo inglés en dicho combate no decidió el curso de la guerra, ya que la hegemonía en el mar de poco sirvió para frenar las operaciones militares de Napoleón en el centro de Europa. El autor concluye que la consecuencia paradójica de Trafalgar fue el crecimiento de la mutua estima entre ingleses y españoles entre los que hubo a partir de ese combate un mayor respeto como enemigos a diferencia de los franceses a quienes se identificó como responsables de dicho desastre.

Michael Duffy enfila hacia aspectos más técnicos del combate y señala por ejemplo que es cuestionable la llamada "excelencia general" de la artillería inglesa demostrada en Trafalgar. La táctica dispuesta por el almirante Nelson de presentar batalla a corta distancia mediante una aproximación directa en columnas contrastó con la inexperiencia de la escuadra británica en la táctica del combate desorganizado. Eso explica que a pesar del triunfo indiscutible de la armada inglesa no se cumpliera la meta soñada por Nelson de exterminar dos tercios de la escuadra hispano-francesa.

Colin White abunda más sobre aquella táctica naval de romper la línea enemiga conocida como el "toque Nelson". El autor demuestra que esta táctica agresiva y no convencional en realidad ya había sido probada con relativo éxito en esporádicos combates de la armada inglesa durante la segunda mitad del siglo XVIII. Nelson finalmente la adoptó como resultado de su experiencia de combate en las campañas del Nilo y Copenhague. Rémi Monaque complementa las reflexiones anteriores al describir cómo el almirante francés Villenueve tenía conocimiento de la táctica de Nelson antes del combate de Trafalgar, pero lamentaba no poder contrarrestarla debido al mal estado de la escuadra hispano-francesa y la crónica debilidad de la artillería.

Otro aspecto destacable de este artículo es mostrar que resulta exagerado presentar a Nelson como salvador de la Gran Bretaña ya que Napoleón había abandonada su idea invadir Inglaterra varias semanas antes de la batalla de Trafalgar. El lector encontrará novedosas aportaciones sobre las estrategias y tácticas empleadas por el mando español en Trafalgar en el estudio de José Ignacio González-Aller Hierro; también hallará una información inédita sobre el estado de los navíos, cañones y dotaciones de personal españoles en vísperas de dicho combate en el artículo de Agustín Rodríguez González. Una excelente reflexión sobre la evolución de la tripulación y de la guarnición de los buques de la armada naval española a lo largo del siglo XVIII se hallará en el escrito de Hugo O'Donnell y Duque de Estrada. Por último, Agustín Guimerá se encarga de resaltar la actuación del almirante Gravina a partir de una reflexión mayor sobre el liderazgo naval español durante el reinado de Carlos IV. El autor afirma que la gran capacidad de liderazgo de Gravina estaba fuera de duda. Pero aquellas cualidades de mando no pudieron evitar su supeditación completa a los designios de Napoleón y su almirante Villeneuve, que cometió graves errores tácticos, entre otros su salida inoportuna de Cádiz para enfrentarse a Nelson. Gravina ataba atado a las instrucciones del propio Godoy.

Los siguientes tres artículos de esta importante obra apuntan a comprender de qué modo Trafalgar afectó la posición estratégica mantenida hasta ese momento por la ciudad portuaria de Cádiz. Marina Alfonso Mola hace un riguroso estudio del ritmo cambiante del comercio marítimo de Cádiz con las Indias entre 1797 y 1805, Manuel Bustos Rodríguez incide en los efectos que el combate provocó entre los numerosos comerciantes de origen extranjero establecidos en la ciudad gaditana, y, por último, Alberto Ramos Santana resalta importantes aspectos de la vida cotidiana en Cádiz durante 1805. Para terminar, bajo el título general de los "Ecos de Trafalgar" tres investigadores reflexionan acerca del legado cultural de este combate. Manuel Lucena Giraldo perfila de modo admirable el escenario americano que precedió y siguió a Trafalgar como un rito de paso de la lealtad a la insurgencia. Finalmente, Marieta Cantos Casenave y Marianne Czisnik analizan la forma en que el combate ha sido tratado dentro de la literatura española y europea, coincidiendo ambas en que la novela Trafalgar (1873) de Benito Pérez Galdós marcó un antes y después en el tratamiento narrativo de este hecho.

Finalmente, la conexión entre historia y actualidad se lleva a cabo por Peter Warwick, presidente del 1805 Club, al comentar los actos conmemorativos que van a tener lugar en el Reino Unido durante este bicentenario, verdadera excusa para un homenaje internacional a todos los héroes del combate, un acto de concordia europea. El mar ha unido más que ha separado a los pueblos atlánticos.

El legado galdosiano del combate no empuja a preguntarnos si próximamente será necesario establecer un nuevo corte narrativo como resultado de la aparición de la novela Cabo Trafalgar (2004) de Arturo Pérez Reverte. En cualquier caso, recomiendo al lector complementar la lectura de este best-seller con la obra que aquí se ha reseñado. Es indudable que el entretenimiento y conocimiento estará garantizado recurriendo a este dueto que sólo a la sonata perezrevertiana.

Víctor Peralta Ruiz
Consejo Superior Investigaciones Científicas (CSIC)